REFLEXIONES PARA PADRES


BIENVENIDOS A UN AÑO  MARAVILLOSO
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2021

ABRIL
7 ESTRATEGIAS PARA FOMENTAR LA ATENCIÓN EN LOS NIÑOS 
TONMADO DE SANTILLANA


MARZO
ALTAS CAPACIDADES
TOMADO DE YOUTUBE
https://youtu.be/gKJuwMgPWG0

FEBRERO
CONSEJOS PATRA AYUDAR A SU HIJO A CONOCERSE BIEN

2020
OCTUBRE
TOMADO DE
https://youtu.be/iD7nMcMFMto
SEPTIEMBRE

Foto por: JelenaAloskina.
https://observatorio.tec.mx/edu-news/burnout-docencia-familias


La escritora, periodista y autora del libro Can't Even: How Millennials Became the Burnout Generation (el cual saldrá a la venta en septiembre), Anne Helen Petersen, describe el “burnout” como algo más allá de agotamiento físico o psicológico, es el sentimiento de estar exhausto de la vida misma pero a pesar de ese agotamiento, seguir adelante, sin descansar. 

Una de las características del burnout (también conocido como “síndrome del trabajador quemado” o “síndrome de desgaste profesional”) es no tener sensación de logro al terminar algo estresante como un examen final o proyecto importante en el trabajo. Es estar constantemente buscando obtener esa sensación de logro sin poder alcanzarla, ya sea por ansiedad, carga de trabajo o distracciones. Josh Cohen, psicoanalista especializado en burnout, lo describe de la siguiente manera: “Te sientes burnout cuando has agotado todos tus recursos internos, pero no puedes liberarte de la compulsión nerviosa de seguir adelante".

Los efectos que suelen acompañar este síndrome son ansiedad, insomnio, conflictos interpersonales, bajo desempeño laboral, menor creatividad, renuncias y enfermedades. 

Según Petersen, “parte de la razón por la que las personas trabajan todo el tiempo es que les aterroriza lo que sucedería si no lo hicieran. Y lo que les aterroriza es la precariedad, no tener ningún tipo de respaldo ni ningún tipo de red de seguridad", comentó para la publicación EdSurge. 

Aunque se considera el burnout como una condición que afecta principalmente a los Millennials, el síndrome no es nuevo. El burnout fue diagnosticado por primera vez en 1974 por el psicólogo Herbert Freudenberger, quien asignó este síndrome a casos de colapso físico o mental causado por exceso de trabajo o estrés. Aunque su traducción literal es “agotamiento” el burnout va más allá, ya que es sentirse exhausto pero no detenerse, seguir así por más tiempo, años incluso. 

Burnout en los docentes: el problema de estar siempre presentes

Ser docente durante una pandemia, con las escuelas cerradas indefinidamente, no es tarea sencilla. No solamente tuvieron que  adaptarse al aprendizaje remoto de emergencia al inicio de la pandemia, sino que con el alargamiento de la cuarentena ahora deben ser flexibles y estar disponibles en línea siempre. 

Un ejemplo es el caso de Chrissy Romano Arrabito, maestra de segundo grado en Nueva Jersey, Estados Unidos. Su día comienza por  la mañana, enviando videos de buenos días a todos sus alumnos y acaba la jornada laboral a las diez de la noche, horas que utiliza para contestar llamadas de madres y padres de familia que trabajan durante el día (muchos de ellos son trabajadores esenciales), y hasta esa hora pueden buscarla para resolver sus dudas. Aunque estar disponible durante todo el día es admirable, es necesario que las maestras y maestros puedan tomarse el tiempo para cuidarse a sí mismos.

Lo que sucede es que, al estar en sus casas todo el día por la cuarentena, muchos padres o administrativos tienen la expectativa de que al estar en casa, los docentes no tienen razón para no estar disponibles para ayudar a sus alumnos, madres o directivos. 

“La parte más agotadora del trabajo es que siento que estoy poniendo todo este esfuerzo sin saber realmente si vale la pena"

Otro punto importante es que se espera que los docentes se transformen en expertos en educación a distancia de la noche a la mañana debido a la cuarentena. Esta presión también afecta su salud mental. Además, a diferencia de otras profesiones, los docentes muchas veces también actúan como cuidadores, especialmente aquellos que trabajan en niveles preescolar, primaria y secundaria, lo que resulta en agotamiento físico, mental y emocional ya que puede haber alumnos que los preocupen por su situación socioeconómica o familiar y los quieran cuidar. 

Debido a la pandemia, ahora los docentes están lejos de sus estudiantes, lo que puede desatar ansiedad al no saber cómo están e  impotencia al no poder ayudarlos. Provocando que los docentes busquen estar siempre disponibles para sus alumnos, contestando correos o llamadas hasta altas horas de la noche, como lo hace Chrissy Romano. 

Aunque esa cercanía y esas emociones son importantes para el desempeño académico, estas actitudes, sentimientos y actividades, provocan burnout o estrés crónico, resultando en docentes menos motivados, menos comprometidos y, en el peor de los casos, los puede llevar a abandonar la profesión. 

¿Cómo evitar el burnout en la docencia?

El Yale Center for Emotional Intelligence junto con sus colegas del Collaborative for Social Emotional and Academic Learning, conocido como CASEL, detectaron dos posibles factores que ayudan a proteger el bienestar emocional del maestro y evitar que sufran de burnout o ansiedad.

Para empezar, los docentes deben ser más abiertos con sus emociones. Muchas veces reportan mayor satisfacción laboral y menor ansiedad o agotamiento del que realmente tienen, por lo que sus líderes no detectan algún problema ni les brindan el apoyo que necesitan. Aprender a nombrar y expresar sus emociones con precisión, según CASEL, ayuda a comprender sus causas y consecuencias, lo que ayuda a regularlas de manera efectiva. 

En segundo lugar, contar con un líder o administrador con habilidades emocionales desarrolladas ayuda a mejorar la relación docente-alumno, facilitando un mayor compromiso con el aprendizaje. Por eso es importante tener un enfoque en la salud mental de los educadores y sus administradores para que estén preparados psicológicamente para el regreso a clases. 

Burnout en educación superior: lecciones para los líderes 

La academia y la educación superior son extremadamente propensas a detonar el burnout ya que es una cultura donde se trata la enseñanza e investigación como pasiones que se deben de seguir a cualquier costo.

Debido a la pandemia, profesoras y profesores  perdieron su estructura y tuvieron que adaptarse a las clases en línea, incluso muchos profesores que no habían tenido la experiencia de dar una clase en línea, se vieron frustrados y agotados a la hora de adaptarse a las plataformas online, lo que puede hacerlos más propensos al burnout. Incluso el verano, una época donde los docentes y administrativos aprovechan para desconectarse y descansar, ha sido muy diferente debido a la pandemia. Muchos docentes y administrativos han interrumpido sus vacaciones para atender  juntas y comités para hablar del panorama del siguiente curso escolar, ¿será presencial, híbrido o en línea?, y qué conlleva cada uno de estos panoramas. 

Tal fue el caso de una administradora que no quiso compartir su nombre al ser entrevistada en EdSurge, por temor a perjudicar su institución, quien confesó lo agotadora que ha sido esta experiencia. “La parte más agotadora del trabajo es que siento que estoy poniendo todo este esfuerzo sin saber realmente si vale la pena". Ella también mencionó que es importante tomar en cuenta el burnout a la hora de planear el siguiente ciclo escolar ya que esto podría perjudicar a los docentes física y emocionalmente. Además, no abordar el tema puede producir una alta rotación de personal que abandonen la institución por otra que se preocupe más por la salud mental de sus empleados.  

Aunque todavía hay mucho trabajo por hacer en este tema. Ya se está empezando a reconocer la importancia de la salud mental en las instituciones educativas. Según una encuesta del Consejo Americano de Educación, los líderes de las universidades que entrevistaron ponen la salud mental, tanto del personal como los alumnos, como una de las cinco preocupaciones más urgentes durante la pandemia, sólo falta traducirlas a acciones. 

Soluciones que los directivos pueden tomar para evitar el burnout

Hacer que el ambiente laboral se sienta más humano

Muchos de los detonantes del síndrome del empleado quemado son sistémicos y complicados de solucionar para cualquier directivo, sin embargo, hablar del tema de manera abierta y poner en claro las expectativas que hay sobre el siguiente año escolar. Esto ayudará a que conozcan qué se espera de ellos y evitar estrés de más. Igualmente, es importante que los líderes compartan sus propias luchas. Compartir sus experiencias ayudará a crear conexiones significativas con el personal y generar confianza. 

Simplificar y reducir la carga de trabajo

Los administradores deben priorizar las tareas esenciales y poner en pausa aquellas que no son tan importantes. Es una época de cambios e incertidumbre, es momento de tomar la experiencia de los meses anteriores y evaluar qué merece quedarse y qué no. 

Adoptar flexibilidad

Es importante descubrir las necesidades de los docentes para cumplir con su trabajo pero no presionarlos con romper récords; hacerles saber que lo importante es la salud y es salir adelante. Para esto, es crucial reconocer las fortalezas de cada docente y ayudarlos a crear planes de enseñanza personalizados. 

Las madres y padres también sufren de burnout

La cuarentena ha hecho que muchas familias se enfrenten a muchos desafíos. Para empezar, no sólo tuvieron que aprender a trabajar desde casa sino que al mismo tiempo convertirse en educadores de sus hijos y acompañarlos en sus clases. Conforme se fue exteniendo la pandemia y se acercaba el final de clases, muchos padres les aterraba pero al mismo tiempo emocionaba la idea de salir de vacaciones ya que significaba alejarse de las clases en línea para poder enfocarse más en su trabajo u otras actividades pero también pensar en cómo mantener a sus hijos ocupados mientras ellos trabajan. 

Ahora les toca enfrentar un nuevo desafío: muchas empresas están empezando a pedir a los empleados que regresen a las oficinas. Poco a poco, son más los padres y madres de familia que tienen que volver a la oficina, pero las escuelas siguen cerradas hasta nuevo aviso en muchos países, como es el caso de México. 

El segundo volumen de la encuesta Stress in the Time of COVID-19 (“Estrés en tiempos de COVID-19”), realizada por la Asociación Americana de Psicología, reveló que el 69 % de los padres esperaban con ansias el fin del año escolar pero al preguntarles sobre sus planes el 60 % dijeron que “no tienen idea de cómo mantendrán a su hijo ocupado todo el verano". Este tipo de situaciones, sumado a la preocupación de contraer la enfermedad o de perder el trabajo, termina por llevar a madres y padres  al punto de burnout. El primer volumen de la encuesta reveló que un 46 % de los padres con hijos menores de 18 años contestaron que su nivel de estrés es alto, en comparación a sólo un 28 % de los adultos sin hijos que respondieron lo mismo. 

Otro factor que los lleva al burnout es la preocupación por la salud mental de sus hijos. Robin G. Nelson, profesora en la Universidad de Santa Clara dijo que al inicio no estaba preocupada por el impacto emocional que la pandemia iba a dejar en su hijo de ocho años, pero ahora, a meses desde que esta inició, confiesa que “es difícil mantenerlo feliz, motivado y bien desde que terminó la escuela porque ya no puede ver a sus amigos y maestros (ni siquiera virtualmente por las vacaciones) de manera regular”.

Un estudio publicado en el journal Clinical Psychological Science, divide el burnout de madres y padres en tres categorías generales: agotamiento, desapego, e ineficacia. 

Tres categorías del burnout en las familias

  1. Agotamiento. Se refiere a las familias agotadas por la demanda natural e incesante de la maternidad y paternidad, especialmente durante la pandemia que pone a muchas personas en modo de supervivencia, causando cansancio y estrés, perturbando su sueño y dejándolos más exhaustos. Además, varias veces postergan irse a dormir como un intento desesperado de cansarse y usar el agotamiento como anestesia para dormir. El agotamiento puede provocar sentimientos de culpa o estrés en los padres, lo cual perjudica aún más el sueño. 

  2. Desapego. Cuando las madres y padres sufren de burnout, pueden sentir que operan en “piloto automático” por lo que no son capaces de disfrutar de las interacciones cotidianas con sus hijos. Esto resulta en que se sientan alejados de ellos y que piensen que no son buenos padres. Lo peligroso es que puede convertirse en un círculo vicioso.

  3. Ineficacia. Por último, tanto madres como padres pueden sentirse ineficaces. Esto se refiere a escenarios como involucrarse más en la educación de sus hijos al asegurarse que tomen las clases en línea o cualquier situación que se sienta que no hay solución. Sienten que intervenir sólo terminará en fracaso, lo que los deja frustrados y sintiéndose ineficaces e inadecuados. 

De estos tres factores, el que puede resultar más peligroso para la salud mental de los hijos es el desapego. Sin embargo, el burnout y estas tres categorías pueden ser tratadas con apoyo profesional, el de sus familias y sus empleadores. 

Las escuelas deben prestar atención a no sólo al burnout de los estudiantes, sino también en el del personal académico y administrativo, además de tomar en cuenta que este síndrome también puede afectar a las familias, quienes  también forman parte de la comunidad educativa. Crear grupos de apoyo, no sólo para los alumnos quienes también se han visto afectados por este síndrome sino también para  las familias y los docentes será fundamental en estos tiempos de incertidumbre que estamos viviendo.


AGOSTO
EDUCAR CON RESPETO Y AMOR


JULIO

ASI AFECTAN LAS PELEAS DE LOS PADRES A LOS HIJOS


ASÍ AFECTAN LAS PELEAS DE LOS     PADRES A LOS HIJOS

Los expertos argumentan que, si no se toman medidas, los más pequeños pueden padecer problemas de sueño, académicos y tener conflictos en sus relaciones sociales y de futuro.

Las peleas entre dos personas siempre son dolorosas y, sobre todo, si son constantes y no está en manos de terceros intervenir para mediar, suavizar y mucho menos solucionarlas. Cuanto menos los niños, los más vulnerables en estos casos, que pueden llegar a sentirse muy tristes, avergonzados, e incluso, muy enfadados cuando estas situaciones se dan. Y es que, en cierta forma, es natural que las personas que conviven y pasan mucho tiempo juntas, sobre todo en estos últimos tres meses de confinamiento de la covid-19, no estén de acuerdo y se pierdan los estribos. Por lo que, al final, los pensamientos recurrentes en tu mente son que, en realidad, no quisiste decir todo lo que dijiste y mucho menos, delante de tus hijos, pero si esto se extiende en el tiempo, el daño ya podría estar hecho.

Para el psicólogo y terapeuta de pareja, Rafael Aragón, las fuertes peleas entre los padres estresan mucho a los niños, y puede que les afecte a su comportamiento y desarrollo cerebral cognitivo. “Que las parejas discutan es algo habitual, el problema viene cuando estos enfrentamientos no se solucionan desde el respeto o se resuelven de forma que una discusión se convierta en una batalla campal”, comenta. Porque los niños perciben esa mala energía, la sienten y sufren por ello, por lo que las partes implicadas que tengan problemas por resolver, deberán hacerlo sin estar ellos presentes, ya que se sienten muy frustrados y culpables al no poder hacer nada, tal y como concluía un estudio realizado por la Sociedad para la Investigación en Desarrollo Infantil en 2003. “Es necesario calmarse, no actuar en caliente, y plantear los debates que generan más tensiones alejados de los niños, ya que estos pueden verse implicados emocionalmente en algo que, en realidad, no va con ellos”, continúa.

Riesgos en niños de no cuidar las discusiones de los padres

Cuando los conflictos entre padres o cuidadores ocurren con frecuencia, y estas se expresan con intensidad, y hasta con cierta violencia, al final, a los niños les pasa factura. La investigación más reciente sobre este tema, publicada en el Journal of Child Psychology and Psychiatry y realizada por expertos de la Facultad de psicología de la Universidad de Sussex, incide en que los niños de todas las edades, desde el nacimiento hasta los 18 años o más, tienen un riesgo muy elevado de padecer problemas de salud mental, y según enumeran en la investigación son: problemas de sueño temprano, problemas de externalización, problemas de internalización, problemas académicos, problemas sociales e interpersonales, de salud física y de una futura relación y pareja íntima de calidad.

Para Rafael Aragón, de primeras, a los niños les disminuyen capacidades tan importantes como la atención, la concentración y la resolución de conflictos. “Al final, las medidas a tomar son sencillas y se solo se basan en tener autocontrol, y de verdad, practicarlo”, agrega. Frente a esto, ¿qué pueden hacer los padres o cuidadores para limitar el daño derivados de sus peleas? El experto agrega que, dar ejemplo a la hora de resolver los conflictos, les puede beneficiar y servir de modelo. “Las discusiones, inevitables en cualquier relación, se pueden convertir en oportunidades para dar ejemplo a los niños y ofrecerles soluciones a través del respeto y el compromiso”, agrega.

Factores para reducir el daño causado

El autor del estudio del JCPPGordon Harold, asevera que los niños son observadores muy astutos del comportamiento de sus padres. A menudo, perciben y entienden sus argumentos, incluso cuando los padres piensan que sus hijos no lo hacen, o creen que los han protegido discutiendo en “privado”. “Lo que importa es cómo los niños interpretan y entienden las causas y las posibles consecuencias de los conflictos, así, los niños deciden si creen que es probable que los problemas aumenten, y que los involucren potencialmente, o que puedan suponer un riesgo para la estabilidad familiar, una preocupación muy particular para algunos niños pequeños”, explica.

Es normal discutir o estar en desacuerdo, y de hecho, los niños responden bien cuando los padres explican o resuelven, de manera apropiada, una discusión. De hecho, donde los padres resuelven con éxito sus disputas, los niños pueden aprender importantes lecciones positivas que pueden ayudarlos a navegar por sus propias emociones y relaciones más allá del círculo familiar”, comenta. Algo, que refuerza Rafael Aragón al definir cómo los niños desde muy pequeños actúan por imitación, ya que sus progenitores, son sus referentes. “Si los niños ven que sus padres solucionan los problemas a gritos, el niño podría procesar esta información, y hacerlo igual en el futuro, pero, si observan las herramientas para las soluciones, ellos también las aplicarán mucho más fácilmente”, dice.

Así, ayudar a los padres a comprender cómo sus relaciones afectan el desarrollo de los niños prepara el escenario para niños saludables hoy y familias saludables en el futuro.


MAYO






ABRIL

GRACIAS FAMILIAS
Tomado de Santillana

MARZO

https://www.facebook.com/CentroPsicoeducativoISAAC/videos/837213416619658/
FEBRERO
Hay padres que confunden “corregir” con “agredir” a sus hijos

En ocasiones, vemos que algunos padres controlan cada movimiento de sus hijos. Apenas y respirar les dejan. Todo el tiempo andan pendientes de lo que hacen. Esos padres, en su afán noble de proteger a sus hijos, podrían estar sobreprotegiéndolos.
El exceso de cuidados, a larga, es perjudicial para los hijos. Esos niños, que luego serán adultos, van a tener una gran dependencia de sus padres. No serán capaces de hacer grandes cosas por sí mismos, ya que nunca han tenido la oportunidad de equivocarse y buscar sus propias soluciones. Vivirán llenos de inseguridades y temor, porque no podrán dar un paso sin tener antes la aprobación de sus progenitores.
Si usted ya es padre, por favor, tenga en cuenta la información que a continuación le vamos a brindar. Se trata de una lista de conductas que poseen los padres tóxicos. Quizás aún no lo sabe, pero podría ser uno de ellos. Lo bueno es que aún está a tiempo de rectificar el camino.

2019
OCTUBRE
PADRES SOBREPROTECTORES




SEPTIEMBRE



BY ACRBIO · 7 MARZO, 2019
Aunque no nos gusten, debemos entender que el hecho de que los niños no paren quietos es normal. Están en la edad de descubrir y experimentar, y no deberíamos coartarlesCuando los niños molestan en nuestros espacios públicos
Empezaremos explicándote el caso de la cantante canadiense Sarah Blackwood. El año pasado experimentó una situación que la marcó y que denunció intentando que, con su historia, la sociedad reflexionara sobre algo importante.
Debía hacer un viaje en avión junto a su niño de 23 meses. Estaba embarazada  de 7 meses y, aunque no era la primera vez que hacía ese trayecto desde San Francisco a Vancouver, en aquella ocasión fue algo distinto.
Cuando el avión aún no había despegado, su hijo empezó a llorar. Al poco, todo el pasaje la miró con molestia. No tardó en escuchar reproches sobre “que era una mala madre“, alguien que no sabía atender a su hijo.
No tardó en acudir la azafata, advirtiéndole de que debía calmar a su hijo, porque el pasaje estaba quejándose y podrían barajar la opción de hacerla bajar del avión si el niño no se callaba.
La joven madre quedó casi sin aliento.
Los llantos de su bebé apenas duraron 10 minutos, porque pasado ese tiempo, volvió a dormirse y no se despertó hasta el aterrizaje.
¿Es que la gente ha olvidado lo que es la crianza? ¿Nadie recuerda que los bebés lloran, ríen, gritan y chillan?
Un niño feliz es un niño que corre, que grita, que llama nuestra atención
Cualquier niño desea tocarlo todo, experimentar, sentir, reír, aprender… Si le obligamos a callar, a no llorar, a hablar bajito y a no moverse de la silla, lo que tendremos es una criatura temerosa que no se atreverán a explorar, no un niño feliz.
§  Los lloros se atienden, no se censuran ni tampoco se obvian. Si un niño quiere tocar algo lo protegeremos de que no se haga daño. Es necesario fomentar su conducta de exploración, de curiosidad, de interacción con su medio.
§  La infancia es ruidosa por naturaleza. No hace falta más que pasar por una guardería o un centro de primaria a la hora del recreo para recordar lo que es ser un niño feliz.
Tiempo tendrán de crecer y de guardar silencio, de quedarse quietos en los asientos de un avión, sin molestar. Mientras, respetemos a sus progenitores en su tarea de educar y seamos más empáticos con los niños. Porque un niño feliz es un niño inquieto, curioso y alegre.







AGOSTO























  • Cread vuestro plan familiar en el entorno digital. El consumo digital debe hacerse de acuerdo con los valores y el estilo de crianza de su familia. Cuando este consumo se hace reflexivamente y de forma adecuada, puede mejorar la vida diaria. Pero cuando se hace sin pensar y de forma inadecuada, puede reemplazar actividades importantes, tales como la interacción personal, el tiempo para la familia, el juego al aire libre, el ejercicio y el tiempo de inactividad para estar desconectado y para dormir.
  • Administrad el mundo digital como lo haríais con cualquier otro entorno en la vida de vuestro hijo. Las mismas pautas de la crianza que se aplican en el mundo real, se aplicarán en el virtual. Fijad límites; los niños los esperan y los necesitan. Conoced a los amigos de sus hijos, tanto en línea como en la vida real. Sed conocedores sobre qué plataformas y aplicaciones están utilizando, qué sitios visitan en la red y qué conducta tienen cuando están en línea.
  • Fijad límites y animadlos a tener tiempo de recreo. El uso de la tecnología, como el resto de las actividades, debe tener límites razonables. El juego no estructurado y fuera del mundo digital estimula la creatividad. Haced del tiempo libre de dispositivos digitales una prioridad diaria, especialmente para los niños más pequeños.
  • Ver pantallas no debe ser siempre una actividad solitaria. Ver una pantalla juntos, jugar juntos y compartir con los hijos las actividades que realizan con sus pantallas, fomenta la interacción social, el aprendizaje y refuerza vínculos. Jugad a videojuegos con vuestros hijos. Es una buena forma de mostrarles un buen espíritu deportivo y las normas de un buen juego. Mirad un programa con ellos y tendréis la oportunidad de compartir sus propias experiencias y perspectivas de la vida, así como darles consejos. No os limitéis solo a supervisar el tiempo que pasan en línea, participad con ellos para poder estar al día de lo que hacen y ser parte de sus actividades.
  • Sed un buen ejemplo. Enseñad y seguid un ejemplo de amabilidad y de buenas maneras en línea. Los niños son grandes imitadores, así que limitad también vuestro propio uso en el entorno digital.
  • Valorad la comunicación cara a cara. Los niños más pequeños aprenden mejor a través de la comunicación bilateral. Las conversaciones pueden ser cara a cara, o si es necesario, por chat de vídeo, cuando un padre tiene que viajar o con un abuelo que vive lejos. Los estudios de investigación han demostrado que la comunicación bilateral mejora las destrezas del lenguaje, mucho más que el escuchar pasivamente o la interacción unilateral con la pantalla.
  • No permitáis que los niños pequeños y menores de 18 a 24 meses utilicen medios digitales con excepción de vídeo llamadas. Usad los medios digitales juntos con niños entre 18 y 24 meses de edad porque ellos aprenden cuando miran y hablan con el adulto. Limitad el uso de pantallas de los niños en edad preescolar, entre 2 y 5 años, a solo una hora al día de programación de alta calidad. Mirad los programas juntos con los niños pequeños tanto como podáis. Los niños pequeños aprenden más de las experiencias reales que lo que aprenden en una pantalla.
  • Cread zonas libres de tecnología. Aseguraros de realizar las comidas en familia y otras reuniones sociales, así como tener las habitaciones de los niños libres de pantallas. Apagad la televisión si no se está mirando ya que el ruido de fondo puede interferir con el tiempo que estáis pasando frente a frente con vuestros hijos. Recargad los dispositivos durante la noche fuera de las habitaciones para ayudar a los niños a evitar la tentación de usarlos cuando deberían estar durmiendo. Estos cambios fomentan el tiempo en familia, hábitos alimenticios más saludables y un mejor sueño.
  • Realizad una investigación de las aplicaciones. Más de 80.000 aplicaciones se etiquetan como educativas, pero pocos estudios de investigación han revelado su valor real. Los productos que se promocionan como «interactivos» deben requerir más que «pulsar y tocar el panel táctil». Revisad las opiniones de organizaciones como Common Sense Media (Productos mediáticos con sentido), y leed las reseñas sobre aplicaciones apropiadas para cada edad, juegos y programas que os guíen en el momento de elegir los mejores productos para vuestros hijos.
  • Es normal que vuestro hijo adolescente esté en línea. Las relaciones en línea son parte del desarrollo de un adolescente típico. Las redes sociales pueden ayudar a los adolescentes a explorar y descubrir más sobre sí mismos y para identificar su lugar en el mundo de los adultos. Solo hay que asegurarse de que se comporta de manera apropiada en el mundo real y en el virtual. A muchos adolescentes se les debe recordar que las configuraciones de las plataformas de privacidad realmente no hacen «privado» el contenido y que las imágenes, pensamientos y comportamientos que los adolescentes comunican en línea pasan a ser parte de su huella digital de manera permanente. Mantened la comunicación abierta y hacedles saber que cuentan con vosotros si tienen preguntas o inquietudes.
  • Advertid a los niños sobre la importancia de la privacidad y los peligros de los depredadores y la práctica del «sexting». Los adolescentes deben saber que una vez que el contenido es compartido con otros, no podrán borrar o deshacerse de ellos por completo. Esto incluye enviar mensajes de texto con imágenes indebidas. También deben estar enterados sobre la forma de configurar las opciones de privacidad, y se les debe advertir que los depredadores sexuales con frecuencia utilizan las redes sociales, los chats, correos electrónicos y juegos en línea para contactar y explotar los niños.
Hay que tener presente que los niños cometerán errores usando los medios digitales. Intentad gestionar estos errores con empatía y convertid el error en una lección aprendida. Pero algunas indiscreciones, como el «sexting» (envío de contenido erótico), hostigamiento, o enviar imágenes haciéndose daño a sí mismos, pueden ser señales de alerta que indican problemas futuros. Los padres deben hacer una mirada más atenta a los comportamientos de sus hijos y, si es necesario, conseguir el apoyo de un profesional, incluyendo el de su pediatra.
fuente: https://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/ninos-tecnologia-consejos-padres-era-digital



JULIO


JUNIO 

COMO LEERLE A LOS HIJOS
Tomado de: https://www.imageneseducativas.com/como-contar-los-cuentos-para-que-tus-hijos-sean-mas-listos/


Cómo contar los cuentos para que tus hijos sean más listos
BY ACRBIO · 4 MARZO, 2019
El cuento es una de las bases para el desarrollo intelectual. Al contarles una historia podemos lograr que entiendan las cosas con más rapidez, que su cerebro trabaje con más certeza, se estimule su memoria y sus ganas de expresarse.
Los relatos populares son una buena manera de aproximarse a las raíces culturales de la humanidad. Son historias capaces de dejar pequeños mensajes en el ambiente que abren nuestra mirada a otros mundos a nuestro alrededor, que nos ofrecen la memoria de otras gentes y de otros pueblos.
¿Os habéis fijado como los niños aprecian que les contemos un cuento en cualquier momento del día? Les encantan los cuentos porque es una forma ideal de aprender. Si miramos atrás en el tiempo, podemos apreciar el gran valor que tenían los cuentos y las historias populares para transmitir conocimiento y enseñanzas vitales para sobrevivir y desenvolverse en sociedad. Nuestro cerebro es social y aprende más fácilmente a cuando interactúa con otras personas. Además, las metáforas, son una fórmula fabulosa para generar nuevas conexiones neuronales en nuestro cerebro que se irán consolidando poco.
Los cuentos infantiles son una buena forma de crear un lazo de unión con los niños, fomentar su imaginación y su creatividad, ahuyentar los temores y en muchos casos hacerles sentir más valientes al inspirarse en sus personajes favoritos.
Lo ideal es contar cuentos antes de irse a dormir, pues es el momento en el que la mente subconsciente toma el mando y da rienda suelta a su imaginación. Lo primero con lo que soñamos es lo último en lo que pensamos. Por eso, si contamos un cuento a nuestros hijos antes de irse a la cama, les estamos ayudando a aprender mientras duermen.
Beneficios de contar cuentos a los niños


«Desde un punto de vista emocional, las historias o cuentos nos permiten inculcar en los niños valores y principios con el apoyo de ejemplos claros, les ayuda a entender mejor el comportamiento, les ofrece herramientas para la resolución de conflictos y favorece un mayor nivel de consciencia y autoconocimiento», señala Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del grupo Brains International Schools.
Contar cuentos infantiles a los niños es también una excelente herramienta pedagógica. A través de las historias de fantasía podemos inculcarles una serie de valores positivos que les serán de utilidad en el futuro. Con las historias van a aprender a escuchar, a reflexionar, a hacer preguntas y a desarrollar su sentido de la lógica.
“Los cuentos no están hechos para dormir a los niños, sino para despertar al hombre a su dimensión existencial (Anónimo)”
§  – Estimula la creatividad anticipando o prediciendo lo que viene después del cuento en lectura.
§  – Ejercita la memoria, podemos recordar durante días meses incluso años los personajes o trama de un cuento cuando este nos llama la atención.
§  – Transmite valores y principios de generación en generación con la lectura de un cuento.
§  – En las noches ayuda a conciliar el sueño, y soñar algo bonito, un cuento es ideal como analgésico luego de un machucón de dedos u otra situación.
§  – Un cuento es importante a la hora de transmitir conocimientos a través de diferentes metáforas y moralejas.
§  – Estimula el desarrollo del lenguaje, a través de la pronunciación correcta de las palabras.
§  – La lectura de cuentos ayuda a superar retos y temores muchas veces ocultos, a través de relatos donde se puedan identificar con algunos personajes del cuento.
§  – Fomenta en la escucha la atención, facilitando por ende la comunicación.
§  – Promueve el maravilloso hábito de la lectura recreativa a temprana edad.
§  – Permitir a los niños no solo leerles cuentos sino crearlos, inventarlos y diseñarlos bien sea de forma escrita u oral. Cualquier momento y lugar es oportuno para esta experiencia, por ejemplo un viaje largo en auto, una noche cuando no hay luz, durante una espera para una consulta médica. Comenzar con la frase “había una vez”, y solo con esa frase se abre un abanico de posibilidades, yo lo pongo en práctica con mi nieto Sebastián desde que aprendió a hablar y así vamos creando lindos y maravillosos cuentos, es una actividad fácil, divertida y muy económica del disfrute familiar.
§  – Los beneficios emocionales para el niño incluso para los padres son ilimitados.
§  – Por ultimo lo más importante a través del hábito de lectura le brindas a tu hijo algo muy valioso que el dinero no puede comprar, tu tiempo atención y afecto, creando un vínculo irrompible que lo llevara en su corazón y memoria y sin duda alguna lo dará a sus hijos cuando sea madre o padre y pasara ese hábito de generación en generación.
 Es de tener presente que los cuentos son una de las bases para el desarrollo intelectual del niño, ya que si se le lee estas historias cuando todavía no han aprendido a leer, con el paso del tiempo van a entender diferentes temas con rapidez. Con la lectura de textos cortos se amplía la capacidad de precepción y comprensión de los niños, la percepción se incrementa por el uso de la imaginación mientras se le está narrando el cuento y la comprensión para entender lo que en sí es el contenido del cuento. Por esta razón contar cuentos a los niños equivale a que algunos de ellos se interesen en ser escritores, dramaturgos o actores, es decir, se les está ayudando en su vida profesional, para que así cuando crezcan sepan de forma exacta a que se quieren dedicar para ser profesionales exitosos.




MAYO
Padres de familia les comparto esta página para que la visiten y ojalá les sirva de guía
https://aprendiendoaserpapaz.redpapaz.org/entornos-protectores-para-ninos-ninas-y-adolescentes/

ABRIL
TOMADO DE :IMÁGENES EDUCATIVAS


El aprendizaje es un camino que se inicia desde el mismo momento en que nacemos, cuando somos bebés.
Desde el punto de vista del lenguaje, primero emitimos sonidos, luego silabeos y palabras. Poco a poco empezamos a expresar ideas mediante frases sencillas hasta que conseguimos expresarnos de forma clara a través del lenguaje.
Una vez que dominamos los mecanismos básicos del lenguaje oral, se inicia otro gran reto: aprender a leer y escribir. Pero, ¿en qué consiste realmente el lenguaje escrito?
El lenguaje escrito es una característica típicamente humana que requiere un desarrollo intelectual elevado propio de sociedades desarrolladas.
En este proceso intervienen muchos factores sobre el que recaen diferentes influencias, como el hecho de poder transmitir mensajes, pensamientos e ideas a través de símbolos. De tal forma que dichos mensajes perduren en el tiempo sin necesidad de que emisor y receptor coincidan en el tiempo.

A qué edad se recomienda enseñar a escribir a los niños?

Muchos padres se preguntan cuál es la edad idónea para iniciar a sus hijos en el aprendizaje de la escritura. Lo cierto es que en este punto hay opiniones variadas y contrapuestas entre diferentes escuelas y metodologías.
Lo más recomendable es que en la educación infantil (3, 4 y 5 años) se tenga un primer contacto con el lenguaje escrito sin exigir a los niños que al finalizar este periodo sepan leer y escribir con normalidad.
En esta fase los niños pueden jugar con los trazos, aprender a coger los lápices, desarrollar su capacidad para dibujar, empezar a conocer algunas letras, familiarizarse con determinadas palabras, como su nombre o el de sus padres y hermanos, etc. Todo de una forma lúdica que despierte su interés por el lenguaje escrito.

Cuándo se enseña en la escuela a leer y a escribir?

La enseñanza de la lectoescritura (lectura y escritura) debería iniciarse pasada la educación primaria (6 a 12 años) o quizá en el último año de infantil (3, 4, 5 años), pero sólo si vemos que el niño tiene un buen conocimiento de todas las palabras y muestra interés por leer aquello que está escrito.
El problema que se presenta en los colegios es que se intenta llevar al mismo ritmo a todos lo alumnos de una clase, lo que resulta frustrante para los niños y causa desánimo en los profesores, ya que el nivel de maduración y desarrollo no es el mismo para todos los niños.

Qué se necesita para aprender a leer y escribir?

Para poder adquirir la habilidad de leer y escribir es imprescindible la presencia de un lenguaje, ya sea oral o de símbolos.
Poniéndonos en el caso más frecuente, es decir niños sin ninguna discapacidad que ven y oyen con normalidad, entendemos que el lenguaje oral es un modo de reflejar la realidad. Lo mismo ocurre con el lenguaje escrito, pero cambiando las coordenadas temporales (lo que se habla y se escucha se percibe en el tiempo) por coordenadas espaciales (se escribe y se lee sobre un papel siguiendo un orden en el espacio).
En el lenguaje oral el sentido más implicado es el auditivo mientras que en la lectura y escritura se añade la visión superponiéndose a la audición. Al mismo tiempo, la escritura conlleva un desarrollo muy fino de la motricidad manual que se adquiere en la edad preescolar.

Desventajas de la lectoescritura antes de los 6 años cuando el niño no está preparado

  1. Hay niños que no están preparados madurativamente y al no conseguir los objetivos se sienten frustrados y poco motivados, pudiendo desarrollar posiciones negativas frente a lectura y escritura.
  2. Que los niños lean antes no significa que después lo hagan mejor en el trascurso de los años. No ay estudios que demuestre una relación entre una lectura temprana y una posterior excelencia en la lectura.
  3. En la mayoría de los casos, iniciación a la lectoescritura no estaría recomendada antes de los 6 o 7 años.
  4. Se requieren otros aprendizajes previos antes como el desarrollo psicomotor, la comunicación lingüística, el desarrollo de los procesos cognitivos, etc. Si en niño no ha adquirido destrezas en estas otras áreas no estará preparado para empezar con la lectura y escritura.
Un niño tendrá madurez suficiente a los 6 años si ha tenido buenas oportunidades de aprendizaje (aula, casa, entorno…) y le han ofrecido buenos recursos de aprendizaje. En este sentido cabe destacar que los factores internos del niño son importantes, pero también los factores externos relacionados con su entorno más cercano. No hay que preocuparse tanto por el cuándo deben aprender a leer y escribir y sí hay que preocuparse en el cómo. Los primeros pasos en la alfabetización de los niños dependerán de sus experiencias personales y de cómo la familia y la comunidad motivan a los pequeños en este proceso para que pueda


MARZO
BENEFICIOS DE  CONTAR CUENTOS A LOS NIÑOS






Tomado de: https://www.imageneseducativas.com/como-contar-los-cuentos-para-que-tus-hijos-sean-mas-listos/
Cómo contar los cuentos para que tus hijos sean más listos
BY ACRBIO · 4 MARZO, 2019
El cuento es una de las bases para el desarrollo intelectual. Al contarles una historia podemos lograr que entiendan las cosas con más rapidez, que su cerebro trabaje con más certeza, se estimule su memoria y sus ganas de expresarse.
Los relatos populares son una buena manera de aproximarse a las raíces culturales de la humanidad. Son historias capaces de dejar pequeños mensajes en el ambiente que abren nuestra mirada a otros mundos a nuestro alrededor, que nos ofrecen la memoria de otras gentes y de otros pueblos.
¿Os habéis fijado como los niños aprecian que les contemos un cuento en cualquier momento del día? Les encantan los cuentos porque es una forma ideal de aprender. Si miramos atrás en el tiempo, podemos apreciar el gran valor que tenían los cuentos y las historias populares para transmitir conocimiento y enseñanzas vitales para sobrevivir y desenvolverse en sociedad. Nuestro cerebro es social y aprende más fácilmente a cuando interactúa con otras personas. Además, las metáforas, son una fórmula fabulosa para generar nuevas conexiones neuronales en nuestro cerebro que se irán consolidando poco.
Los cuentos infantiles son una buena forma de crear un lazo de unión con los niños, fomentar su imaginación y su creatividad, ahuyentar los temores y en muchos casos hacerles sentir más valientes al inspirarse en sus personajes favoritos.
Lo ideal es contar cuentos antes de irse a dormir, pues es el momento en el que la mente subconsciente toma el mando y da rienda suelta a su imaginación. Lo primero con lo que soñamos es lo último en lo que pensamos. Por eso, si contamos un cuento a nuestros hijos antes de irse a la cama, les estamos ayudando a aprender mientras duermen.
Beneficios de contar cuentos a los niños
«Desde un punto de vista emocional, las historias o cuentos nos permiten inculcar en los niños valores y principios con el apoyo de ejemplos claros, les ayuda a entender mejor el comportamiento, les ofrece herramientas para la resolución de conflictos y favorece un mayor nivel de consciencia y autoconocimiento», señala Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de Orientación del grupo Brains International Schools.
Contar cuentos infantiles a los niños es también una excelente herramienta pedagógica. A través de las historias de fantasía podemos inculcarles una serie de valores positivos que les serán de utilidad en el futuro. Con las historias van a aprender a escuchar, a reflexionar, a hacer preguntas y a desarrollar su sentido de la lógica.
“Los cuentos no están hechos para dormir a los niños, sino para despertar al hombre a su dimensión existencial (Anónimo)”
§  – Estimula la creatividad anticipando o prediciendo lo que viene después del cuento en lectura.
§  – Ejercita la memoria, podemos recordar durante días meses incluso años los personajes o trama de un cuento cuando este nos llama la atención.
§  – Transmite valores y principios de generación en generación con la lectura de un cuento.
§  – En las noches ayuda a conciliar el sueño, y soñar algo bonito, un cuento es ideal como analgésico luego de un machucón de dedos u otra situación.
§  – Un cuento es importante a la hora de transmitir conocimientos a través de diferentes metáforas y moralejas.
§  – Estimula el desarrollo del lenguaje, a través de la pronunciación correcta de las palabras.
§  – La lectura de cuentos ayuda a superar retos y temores muchas veces ocultos, a través de relatos donde se puedan identificar con algunos personajes del cuento.
§  – Fomenta en la escucha la atención, facilitando por ende la comunicación.
§  – Promueve el maravilloso hábito de la lectura recreativa a temprana edad.
§  – Permitir a los niños no solo leerles cuentos sino crearlos, inventarlos y diseñarlos bien sea de forma escrita u oral. Cualquier momento y lugar es oportuno para esta experiencia, por ejemplo un viaje largo en auto, una noche cuando no hay luz, durante una espera para una consulta médica. Comenzar con la frase “había una vez”, y solo con esa frase se abre un abanico de posibilidades, yo lo pongo en práctica con mi nieto Sebastián desde que aprendió a hablar y así vamos creando lindos y maravillosos cuentos, es una actividad fácil, divertida y muy económica del disfrute familiar.
§  – Los beneficios emocionales para el niño incluso para los padres son ilimitados.
§  – Por ultimo lo más importante a través del hábito de lectura le brindas a tu hijo algo muy valioso que el dinero no puede comprar, tu tiempo atención y afecto, creando un vínculo irrompible que lo llevara en su corazón y memoria y sin duda alguna lo dará a sus hijos cuando sea madre o padre y pasara ese hábito de generación en generación.
 Es de tener presente que los cuentos son una de las bases para el desarrollo intelectual del niño, ya que si se le lee estas historias cuando todavía no han aprendido a leer, con el paso del tiempo van a entender diferentes temas con rapidez. Con la lectura de textos cortos se amplía la capacidad de percepción y comprensión de los niños, la percepción se incrementa por el uso de la imaginación mientras se le está narrando el cuento y la comprensión para entender lo que en sí es el contenido del cuento. Por esta razón contar cuentos a los niños equivale a que algunos de ellos se interesen en ser escritores, dramaturgos o actores, es decir, se les está ayudando en su vida profesional, para que así cuando crezcan sepan de forma exacta a que se quieren dedicar para ser profesionales exitosos.



FEBRERO
LOS PADRES DEBEN...


FRANCESCO TONUCCI


 






AÑO 2018

BIENVENIDOS PADRES DE FAMILIA  DE LAS NIÑAS DE JARDÍN

Aquí encontraremos lecturas acerca de las buenas relaciones  y la educación con las niñas, todos los meses




OCTUBRE


                                 SEPTIEMBRE
Buenos hábitos:
Qué te comes 3
Tomado del periódico el tiempo
https://www.eltiempo.com/vida/salud/cuanta-azucar-tienen-los-jugos-de-caja-262832

                                  AGOSTO
Solidaridad   Es un valor  que debe cultivarse desde la infancia.






En mi vida he visto gente en condiciones de hambre física y problemas de salud, uno como persona del común puede sentir compasión de estas personas pero la pregunta que nos invade es ¿Cómo ayudo a las personas? ¿Será que esta persona lo necesita? ¿esta persona no será un drogadicto que pide solo para su adicción? Esto nos impulsa a ser solidarios o nos frena.

En fin la filosofía de vida de cada uno de nosotros nos arrastra a crear hábitos y uno de estos es la solidaridad , la cual es ayudar a los demás , en este aspecto fue que nació el proyecto cancan  pues nos reunimos mi sobrino (Jaime Mozos Junior)  y yo (Victor Mario Arroyave CH) para hacer algo pues no queríamos pasar como las demás personas , no queríamos darlo como diezmo a la iglesia , lo queríamos hacer nosotros, entonces comenzamos a reunir a toda la familia para traer algo de mercado cada 15 días y entregárselo a una familia que conociéramos estaba en dificultades económicas. Esta semilla de la solidaridad se ha regado con nuestros amigos los cuales se han adherido a la propuesta.
De tal forma que te doy unos consejos acerca de la solidaridad en tu hogar.
  • Ø  Hay que ser solidario desde casa, si alguien en la familia tienen dificultades enséñales a tus hijos a ayudar a esa persona.
  • Ø  Dale algo a tus hijos (dinero o comida) para que se la entregue a una persona que lo necesita.
  • Ø  De tu sueldo o ganancias aparta el 10% este lo puedes dar a casa benéfica, la iglesia o tu mismo dar en donación a una persona necesitada.
Si comienzas a practicar estos consejos tus hijos aprenderán a valorar las cosas que tienen y ayudaran a las demás personas sin interés.
El ejemplo comienza contigo y debes propiciar los momentos para ser solidario, empieza tú y luego traslada ese sentimiento y valor a tus hijos
Tomado de :  https://superacionpersonal3.wordpress.com/2011/07/03/como-ensenar-la-solidaridad-en-tu-hogar/



  JUNIO-JULIO
9 PAUTAS PARA EDUCAR CON SENTIDO



¿Su hijo no acepta un no por respuesta y se instala en el enfado constante cuando no consigue lo que quiere? Es posible que su educación esté basada en el consentimiento, la permisividad y la falta de límites o normas. Un niño consentido no nace, se hace y puede crear problemas de convivencia en casa como rabietas, agresividad o enfrentamientos y peleas habituales con personas de su entorno. “Son niños muy demandantes y caprichosos. No saben manejar el enfado y de ahí surge la rabia y consigo las rabietas. A medida que crecen, nos encontramos conductas todavía más agresivas, como peleas y conductas impulsivas”, explica Gema José Moreno, psicóloga infanto-juvenil.





















































Un niño consentido se muestra enfadado, insatisfecho, infeliz, dependiente de otras personas. “Carece de habilidad para establecer relaciones afectivas, vive en el enojo constante, por lo que al no recibir lo que quiere de los demás compañeros, suele entrar en conflicto con el resto, retarles y quedarse solo. Suele mostrarse insatisfecho la mayor parte del tiempo, es infeliz porque cuando consigue algo, pierde el interés por ello rápido y a medida que obtiene lo que quiere, su comportamiento empeora” explica la psicóloga, Gema José Moreno. Los niños consentidos se caracterizan por ser dependientes de terceros debido a que carecen de límites y no suelen tener tareas de responsabilidad, como ordenar su habitación.
Cuando el niño asimila que es él quien decide y se convierte en caprichoso e irresponsable, acaba por parecerse a un pequeño tirano, de ahí la denominación de síndrome del emperador para niños consentidos, cuyos progenitores evitan ponerles normas y límites para evitar enfrentamientos. “Los padres se centran en proveer al niño de la mayor parte de cosas materiales que demanda para compensar la falta de tiempo que se le dedica y se opta por entretenerle con la tablet o el móvil, con lo cual se deja de lado la educación en valores. Lo que el niño aprende así es que a través de una conducta negativa obtiene una consecuencia positiva, es decir, un consentimiento”, aclara Gema José Moreno.

Pautas para evitar niños consentidos en casa

Evitar errores en la educación de nuestros hijos que generen actitudes consentidoras con ellos por parte de los progenitores se puede conseguir con pautas como las que apunta, Sonia Buendía Lozano, Psicopedagoga y orientadora educativa de los colegios de la Fundación de Santamarca y de San Ramón y San Antonio (Fusara):
  1. Educar a los hijos desde la autoridad y el cariño.
  2. Tener normas coherentes, claras, realistas y adecuadas a su edad, que tengan consecuencias por su incumplimiento.
  3. Ser firmes desde el amor.
  4. Evitar ceder en las situaciones difíciles.
  5. Ofrecerles una educación rica en valores.
  6. Darles la oportunidad de tropezar, caer y equivocarse.
  7. Aceptar a los hijos de manera incondicional.
  8. Dar espacio a la comunicación, hablar de todo, compartir tiempo con ellos.
  9. Evitar rendirse en el empeño de educarlos, compartir intereses, preocuparnos por sus aficiones y gustos.

Cómo conseguir que el niño deje de estar consentido

Una vez que los progenitores detectan que su hijo es un tirano con síndrome del emperador ¿qué pueden hacer para reconducir la situación?
“Lo importante es reconocer la circunstancia en la que nos encontramos con los niños, evitar culpabilizarse por ello, establecer nuevas normas familiares e implicar al colegio para reconducir la situación. Los progenitores queremos ofrecer todo a nuestros hijos, pero también debe ir unido a unos límites claros, explicados y que el niño comprenda bien, para que sepa cuándo se excede en su comportamiento y las consecuencias de ello”, explica la psicóloga Gema José Moreno, que aclara que también puede ayudar consultar con profesionales como profesores, psicólogos o psicopedagogos.
Cuando se descubre que nuestro hijo está consentido conviene evitar culparse o cuestionarse como madre o padre y recordar que no por ello “tu hijo es malo. Es aconsejable tener en cuenta que cuidar y querer deben ir unidos, con el fin de proporcionar a los hijos una educación adecuada, pero con normas y límites concretos para que crezcan en valores como el respeto, el cariño o el esfuerzo y aprendan a considerar lo que tienen alrededor y a conseguir, por encima de todo, lo más importante, a ser felices”.


MAYO


ABRIL
EL ARTE DE SER PADRES




MARZO
Lo que no está bien hacer





FEBRERO





NOVIEMBRE



























































Los buenos modalesn los niños como enseñarlos y ponerlos en práctica


Debéis tener claro que los buenos modales van más allá de decir por favor y gracias, se trata de respetar y ser cortes con los demás, para poder ser parte de la sociedad, conseguir las metas propuestas, y poder llevar una vida tranquila y llena de buenas prácticas.

Enseñar buenos modales a los niños

Los expertos aseguran que no se nace con modales, estos deben ser enseñados. Es por eso que a los niños deben tener personas que se encarguen de explicarles y enseñarles normas de cortesía y de comportamiento.
buenos modales

Consejos para enseñarle a los niños buenos modales y ponerlos en práctica

Enseñar buenos modales:

  1. Lo primero que debéis hacer es explicarle al niño la importancia de tener buenos modales, es importante que ellos sepan por que deben ser respetuosos, cordiales, serviciales y demás.
  1. También tenéis que explicadles las consecuencias de no tener modales buenos, en lo posible, mostradle ejemplos de personas que han fracasado a causa de no tener buenos modales.
  1. Definitivamente el ejemplo es la mejor forma de enseñar, es por eso que debéis tener buenos hábitos y poner en practica a diario todo aquello que pretendéis enseñadle al pequeño.
  1. Debéis ser paciente para poder enseñadle a los niños acerca los modales.
  1. Explicadle como se espera que actúe frente a determinadas situaciones.
  1. Debéis hacer que el niño entienda que los modales no son una imposición, pero que ponerlos en práctica todos los días le entregara muchos beneficios en la vida, así los aplicara con facilidad.
  1. Tenéis que ser constante, todos los días debéis recordadle los modales que debe seguir.

Poner en práctica buenos modales:

  1. El salir de compras se convierte en un escenario perfecto para poner en práctica los buenos modales, las frases con por favor y gracias deben ser implementadas en las conversaciones. También podéis ver su reacción cuando al desear algo se dé cuenta no todo lo que quiere lo puede tener, explicadle la situación y veras como poco a poco aprende a comportarse adecuadamente frente a este tipo de situaciones.
  1. Podéis crear un sistema de recompensas, por ejemplo, un tablero donde por cada situación en la que se comporte según lo que le habéis enseñado, reciba stickers o una carita feliz, y cuando alcance cierto número podrá recibir algo que desea.
  1. Cuando salgan a comer a un restaurante podéis ponerlo a prueba, sin embargo, es importante antes de salir de casa, que debe comportarse adecuadamente y recordadle las reglas básicas como por ejemplo sentarse adecuadamente, comer con la boca cerrada, no correr, no gritar y demás.
  1. En casa a diario debéis hacer que tu hijo cumpla las reglas y tenga buenos modales, cuando se siente en la mesa dar las gracias, pedir permiso para retirarse, saludar, despedirse y demás cosas. Al poner en práctica a diario esto, pronto aprenderá que es así la forma adecuada de comportarse dentro y fuera de casa para poder estar en armonía con la sociedad
  2. Tomado de :https://www.educapeques.com/escuela-de-padres/

OCTUBRE
Para que nos informemos y tomemos la decisión.


Tomado de: http://www.magazinedigital.com/historias/reportajes/como-educar-los-ninos-digitales

Cómo educar a los niños digitales
Texto de Antonio Ortí 03/09/2017
Casi la mitad de los niños menores de dos años juega diariamente con las tabletas y móviles de sus padres. ¿Merman su imaginación? ¿Les hacen más impacientes? ¿Conviene alejar a los niños más pequeños de las pantallas táctiles? Aún hay pocos estudios, pero pedagogos y psicólogos de la educación ya han empezado a analizar qué uso de la tecnología es el más aconsejable, así como los posibles efectos.
Los bebés atrapan todo lo que hay a su alrededor y se han encontrado con unos aparatitos brillantes, con luces de colores y que cuando se tocan, hay movimiento, sonidos... En la actualidad, más de un tercio de los bebés de 6 meses ya tiene acceso de manera regular a las tabletas o teléfonos inteligentes de sus padres, según la Academia de Pediatría de Estados Unidos, pese a que apenas un 9% de los menores de 5 años sabe atarse los cordones de los zapatos, según indica otro estudio.
Aunque se diga que los nativos digitales se manejan de manera innata con la tecnología, no es así, imitan a los adultos y no saben manejarla si no están familiarizados
Pero no es la única cifra. Según el análisis “Exposure and Use of Mobile Media Devices by Young Children” (Exposición y uso de dispositivos móviles por niños pequeños), publicado en la revista Pediatrics, el 75% de los menores de cuatro años tiene su propio dispositivo. Los motivos mayoritarios citados por los padres para confiar en estos chupetes de cristal líquido son que así pueden ocuparse de las tareas domésticas (70%), mantener quietos a los bebés (65%) y dormirlos (29%).
Lo que ocurre en España no se aleja demasiado de lo que en Estados Unidos. Según el informe FAROS (Observatorio de Salud de la Infancia y la Adolescencia) del hospital barcelonés de Sant Joan de Déu, un referente pediátrico, el 40% de las niñas y los niños menores de 2 años accede de manera regular a las tabletas y móviles inteligentes de sus padres para jugar, pintar o ver dibujos animados. Un fenómeno que se ha convertido en igual de viral en otros países y que ha llevado a bautizar a los nacidos después del año 2000 generación touch, por su afición a manejar las touch screens o pantallas táctiles.
En vista de esta realidad, los expertos comienzan a estudiar qué repercusión tienen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en el desarrollo cognitivo. Sin embargo, sólo han transcurrido siete años desde que Steve Jobs presentó su iPad en sociedad, por lo que existen todavía muy pocas investigaciones. Pese a ello, varios destacados pedagogos han accedido a pronunciarse sobre los temas polémicos de este ámbito: 
¿La infancia y la tecnología no deben mezclarse?
Un teléfono de juguete, un sonajero o un rotulador también son tecnología, aclaran los expertos. “Los bebés siempre han estado en contacto con la tecnología, lo que ocurre es que ahora es muy distinta”, responde Linda Castañeda, doctora en Tecnología Educativa en la Universidad de Murcia y muy respetada en este campo. “El problema de las tecnologías actuales es que para los adultos son tan nuevas como para los bebés, cuando se supone que los padres deberían enseñar a sus crías a manejarse en este entorno”, añade. En otras palabras: muchos progenitores gatean todavía entre las nuevas tecnologías y de ahí que se sientan tan incómodos.
Los niños tienen que experimentar con su entorno y hoy en día las pantallas forman parte de su entorno, recuerda un experto
“Al final, lo importante es el uso que se hace de la tableta y no el dispositivo en sí”, interviene Antonio Bartolomé, director del Instituto de Investigación en Educación de la Universitat de Barcelona y autor de 147 artículos científicos. “También un mismo cuento puede espolear la imaginación del niño si se lo explican sus padres o generarle ansiedad y dificultarle dormir si lo lee solo”, ejemplifica este pedagogo, que ha dirigido varias investigaciones. 


¿Cuál es el mayor peligro de las pantallas táctiles?
Posiblemente, que resultan irresistibles a los niños muy pequeños. Para muestra, un botón: según un estudio realizado entre 82 padres de hijos de entre 1 y 3 años, publicado en Archives of Disease in Childhood, la mitad de los pequeños eran capaces de desbloquear la pantalla, mientras que otro 64% se las sabía ingeniar para activar las diferentes opciones de su tableta.
Las pantallas táctiles canibalizan otras actividades y dejan a los niños abstraídos, cuando lo que necesita un bebé que todavía no sabe caminar y hablar (o empieza a hacerlo) es experimentar estímulos muy diferentes y moverse mucho. Con todo, los expertos consultados no se declaran partidarios de escamotear a los niños menores de 2 años las tabletas, sino que recomiendan que las usen acompañados de sus padres y que estos estén decididamente implicados en su formación. Otra cosa es dejarlos solos con ellas, algo que desaconseja, por ejemplo, César Coll, catedrático de Psicología Educativa y de Educación. 
Más que obsesionarse con limitar el tiempo, lo que hay que hacer es que realicen actividades diversas e igual que usan la tableta, que pinten o correteen por el parque
Varios estudios también alertan de que los bebés tienden a ponerse los dispositivos electrónicos demasiado cerca de los ojos, lo que podría explicar que los casos de miopía estén aumentando entre los niños de entre 2 y 4 años. A modo de curiosidad, los niños muy pequeños, señala otra investigación, se distraen menos con los libros tradicionales, aunque esta ventaja se desvanece con la edad.


¿Realmente los niños son nativos digitales?
Aunque parece haber calado la teoría de que los bebés tienen un don innato para manejarse con las nuevas tecnologías, en realidad lo que hacen es imitar a los adultos. Al menos, esta es la conclusión de un estudio llevado a cabo por Lydia Plowman y Joanna McPake, dos investigadores británicas que durante un año visitaron periódicamente a 53 familias escocesas con hijos de entre 3 y 4 años de edad para observar el uso que hacían de diferentes dispositivos tecnológicos (ordenadores, teléfonos, sitios web, juegos interactivos, etcétera) Su trabajo, titulado “Siete mitos sobre los niños pequeños y la tecnología”, sugiere que si bien la facilidad de algunos niños para manejarse con la tecnología puede resultar sorprendente, muchos pequeños se sienten sobrepasados al enfrentarse con un sitio web desconocido o con un juego del que ignoran sus convenciones. En resumen: la interacción de las criaturas con las nuevas tecnologías no es tan natural como sugiere la expresión nativos digitales, que el educador estadounidense Marc Prensky acuñó en el 2004 para referirse a los estudiantes universitarios (y no a los preescolares) que utilizaban la tecnología con la misma soltura que su lengua materna. Los niños pequeños, en cambio, “necesitan ser apoyados hasta adquirir un nivel de familiaridad que les permita ser usuarios independientes”, aclaran Plowman y McPake en su estudio.


¿Es mejor alejar a los niños de las pantallas hasta que cumplan 3 años?
Más que hablar de mejor o peor, debería decirse que es imposible y, muy probablemente, absurdo, pues hay pantallas por todas partes. “Los niños tienen que experimentar con el entorno que les rodea. Tienen que mirar, tocar, jugar, explorar, probar y relacionarse con otras personas. Y las TIC forman parte de su entorno habitual”, responde Jordi Adell, premio Pionero de Oro de la Internet Society por poner en marcha en 1993 el primer servidor web que hubo en España, además de director del Centro de Educación y Nuevas Tecnologías de la Universidad Jaume I de Castelló, un grupo dedicado a la mejora de la calidad de la enseñanza mediante la integración de las nuevas tecnologías. Lo que no parece aconsejable es utilizar las TIC, explica Adell, “para sustituir la interacción con padres y hermanos”. 
Los menores de 3 años pasan muy rápido de estar concentrados en la pantalla a otra actividad; lo que no hay que hacer es dejarlos solos 
Sin embargo, la Academia Americana de Pediatría ha comprobado que muchos bebés de 6 meses están media hora, incluso más tiempo, delante de “niñeras pantalla”. Y que cuando alguien osa quitarles la tableta, estallan en una colosal rabieta. En vista de ello, esta reconocida entidad ha preferido pecar de prudente y, en lugar de confiar en que los adultos hablen y acompañen a sus bebés mientras interactúan con pantallas táctiles, ha recomendado minimizar (que no prohibir) en lo posible que se expongan a televisores, ordenadores, teléfonos inteligentes y tabletas hasta que los niñas y niños tengan 18 meses. 


¿Qué aprenden exactamente los niños más pequeños de las pantallas táctiles?
Todavía se sabe poco del papel que desempeñan las tecnologías digitales en el desarrollo cognitivo. Dos investigadoras norteamericanas, Silvia Lovato y Sandra Waxman, publicaron en el 2016 un estudio centrado en menores de 3 años titulado “Young Children Learning from Touche Screens: Taking a Wider View” (Niños pequeños que aprenden de las pantallas táctiles: una visión más amplia). Según este trabajo, las pantallas táctiles enseñan a los menores de 18 meses a detectar patrones de conducta “y tal vez lo más notable, a aprender palabras nuevas”.
Asimismo, se han desarrollado programas eficaces para corregir la ambliopía (u ojo perezoso) en niños de corta edad, introducir a la lectura, desarrollar habilidades motoras, incentivar la estimulación precoz... “Y también se ha trabajado mucho con tabletas –detalla Antonio Bartolomé– en niños con autismo y en los invidentes”.
“Las nuevas tecnologías digitales son herramientas poderosísimas que permiten crear entornos simbólicos que ningún otro lenguaje puede recrear. A partir del año y medio de edad, los niños asimilan que son agentes de acciones que tienen consecuencias positivas y negativas y que esto lo pueden dominar. Es decir, aprenden a ser empáticos y a ver el mundo desde el punto de vista de otros”, desvela Coll, que es autor de libros como Aprender contenidos, desarrollar capacidades.


¿Es aconsejable prescribir un tiempo de uso máximo?
De algún modo, sí, aunque conviene ser flexible, “ya que no se puede criar a un hijo mirando el cronómetro”, recalca Adell. “Cualquiera que haya tenido hijos, sabe que la capacidad de estar quieta de una niña pequeña difícilmente va más allá de los diez minutos. Y no hablo ya de estar sentada delante de una pantalla, sino de estar sentada delante de cualquier cosa”, apunta Coll tomando como referencia a Lara, su nieta de apenas dos años y medio.
También Linda Castañeda se refiere a su experiencia con Raquel, su hija de 4 años. “Hasta que cumplen 1 año, los bebés necesitan mucha atención de sus padres, lo que no significa que no les puedas poner la tableta algún ratito”, opina. “A partir del año de edad –prosigue– los niños deberían de tener un límite en función del número de actividades que realicen diariamente. Pero, además de un límite de tiempo, que debería ser flexible y adaptarse a las realidades de las casas, debería haber un límite para lo que se hace con la tableta”, advierte. “No se trata tanto de si mi hija Raquel está media hora o 40 minutos con la tableta, sino de que a lo largo del día sus actividades sean muy variadas y que el tiempo de uso de la tableta nunca sea superior al dedicado a jugar físicamente, a correr, a pintar con pinceles…”, enumera.


¿Las tabletas y los teléfonos móviles merman la imaginación? 
Algunos expertos se muestran partidarios de mantener alejados a los niños de la tecnología hasta los 3 o 4 años. Esta línea de pensamiento entronca con el mito roussoniano del “buen salvaje” y la idea de que la tecnología torpedea la fantasía y el juego libre. O si se prefiere, los más pequeños podrían estar perdiendo la capacidad de desarrollar su imaginación por haberse acostumbrado a ser entretenidos por fuentes externas.
Otros especialistas, en cambio, replican que las tecnologías actuales tanto pueden potenciar la creatividad como ahogarla. Por otro lado, “cuando dejamos al bebé en el salón, también lo ponemos en compañía de objetos que seleccionamos para él. A lo que me refiero es que el contexto familiar y social y las decisiones que tomamos como adultos condicionan que el bebé nunca sea completamente libre”, recuerda Coll.
Para los pedagogos, la clave es no acostumbrar al pequeño a un tipo de estimulación repetitiva que favorezca algunas conexiones neuronales en concreto. De ser el caso, es presumible que pierda interés por las cosas más lentas y menos intensas. Ahora bien, si el contacto con las nuevas tecnologías es esporádico y los estímulos lo suficientemente variados, no existe ninguna evidencia que señale que la imaginación de un niño muy pequeño resulta dañada.


¿La tecnología dificulta las relaciones sociales? 
La investigación de Plowman y McPake aprecia que los niños menores de 3 años pasan muy rápidamente del modo digital al analógico. Es decir, pueden querer ver dibujos animados en una tableta, pero también dejarla completamente arrinconada si algo (como hablar con sus padres o divertirse con un juguete clásico) les interesa más. Para los expertos, la clave es que no pasen mucho tiempo solos, sea con tecnología o sin ella.
Tampoco está claro que las nuevas tecnologías resten inteligencia emocional. “Depende de cómo se utilicen”, responde Rafael Bisquerra, catedrático en Orientación Psicopedagógica y director del posgrado en Educación Emocional y Bienestar de la Universitat de Barcelona. “En la dosis correcta y con juegos compartidos que aviven la inteligencia no tendrían por qué tener tal efecto”, señala el autor de libros como La fuerza de la gravitación emocional y Política y emoción. En todo caso, el principal riesgo de relacionarse en exceso con máquinas, es tratar luego a las personas como un objeto más, “sin consideración por sus emociones”, apunta Bisquerra.


¿Los niños que se familiarizan muy pronto con las nuevas tecnologías son más impacientes?
Si se trata de establecer comparaciones, los niños actuales tienen menos paciencia que los de siglos anteriores. “Son niños de nuestra época y de la tecnología actual, ni mejores ni peores que los que hubo en el pasado o de los que habrá en el futuro”, enfatiza Castañeda. Para esta experta, no se puede juzgar a los niños de corta edad con la mirada puesta en el pasado, ya que el mundo actual nada tiene que ver con el de antaño. Visto así, la cuestión es sacar el mayor provecho posible del aquí y ahora, en lugar de refugiarse en la nostalgia. “Los niños pequeños de hoy en día tienen, por ejemplo, un pensamiento superficial mucho más rápido, lo que les permite responder al instante a pequeños estímulos aunque, evidentemente, su capacidad de atención sea mucho más dispersa pues a su alrededor hay tecnologías que posibilitan hacerlo todo muy rápido”, apunta la experta.


¿Por qué los ejecutivos de Silicon Valley llevan a sus hijos a escuelas sin tecnología?
En octubre del 2011, The New York Times publicó un artículo que explicaba que los gurús de empresas como Google, Apple, Yahoo y Hewlett-Packard mandaban a sus hijos a estudiar a colegios tipo Waldorf, equipados con una metodología casi retro, con pizarras de tizas, estanterías con enciclopedias, pupitres llenos de cuadernos de trabajo y lápices del número 2. Y, por supuesto, nada de ordenadores ni tabletas.
Desde entonces, se ha extendido como una mancha de aceite la teoría de que los cerebros que inundan el mundo con nuevos softwares y aplicaciones no permiten a sus hijos utilizar la tecnología. Sin embargo, es una hipótesis que no se ajusta a la realidad. “En realidad, el contrapunto tecnológico lo tienen en casa”, señala Castañeda.
Según esta educadora, hay ahora una tendencia internacional de aplicar soluciones tecnológicas simples a problemas pedagógicos complejos para, entre otras cosas, abaratar el coste de la enseñanza. Es decir, que una herramienta muestre el mejor camino para que un estudiante aprenda una cosa. La idea subyacente es: si en el aula hay un mal profesor o una maestra deficiente, al menos que haya una herramienta que no sea tan mala. Sin embargo, “los megamillonarios de Silicon Valley saben perfectamente que es mucho mejor que sus hijos tengan una enseñanza personalizada a que sean instruidos por los algoritmos de los ordenadores. Pero es inexacto decir que apartan a sus hijos de la tecnología, pues cuando terminan las clases la utilizan en su casa”, aclara.


SEPTIEMBRE




Trucos para corregir y ayudar a niños desobedientes
Resultado de imagen para IMAGENES DE NIÑOS DESOBEDIENTES gratis


BY ACRBIO · 2 SEPTIEMBRE, 2017
La desobediencia muchas veces es parte del proceso de crecimiento de los niños, que pasan por fases en que desafían y experimentan. Algunas veces, estos conflictos son demasiado frecuentes y generan problemas en la relación entre padres e hijos. Es entonces cuando hay que consultar al psicólogo, y la terapia suele ser conveniente antes de que las relaciones entre padres e hijos degeneren.
La desobediencia se puede deber a muy diferentes causas: estrés escolar, conflictos entre los padres, divorcio, celos, dificultades en habilidades sociales, problemas con el profesor, retraso del lenguaje, trastornos del sueño, TDAH, hiperactividad, problemas de lectoescritura; incluso a respuestas irracionales del niño.s motivos pueden ser múltiples y a veces difíciles de ver por parte de los que rodean al niño. Pero si este estado se prolonga en el tiempo, los niños se pueden sentir infelices con ellos mismos, reducir su autoestima y bajar notablemente su rendimiento académico.
Es importante valorar dónde y a quién desobedece el niño, porque muchas veces esto es un claro indicador para ver los conflictos y poder darles solución de manera más eficaz. Por ejemplo, hay niños que en casa mantienen una actitud desafiante y desobedecen continuamente a los padres, pero cuando van al colegio respetan y obedecen sin problemas.

1.     Identificar a un niño desobediente es el primer paso para solucionar el problema, además es importante detectar cuando esta actitud puede suponer un problema a la larga es el primer paso para corregir a un pequeño que no obedece.
2.     Poner normas que sean claras a aquellos niños desobedientes, además de dejar también muy claro las consecuencias de ese comportamiento.
3.     Establecer límites de esta forma fijas una barrera entre lo que se debe hacer y lo que no.
4.     Motivar al niño desobediente, frente a estos comportamientos es fundamental mostrar actitudes colaborativas y motivadoras. Darán mejor resultado que conductas agresivas.
5.     Dejar que se tranquilice, si están con un berrinche es mejor esperar a que pase este momento y no entrar en una conformación directa.
6.     No intentar razonar cuando desobedece, es una estrategia para confundirnos y salirse con la suya.
7.     No caer en sus provocaciones, y en su La intención del niño desobediente es distraernos en intentar crear nuevos conflictos.
8.     Intentar no perder los nervios frente a los desafío. Una buena técnica es colocarse a la altura del niño, para que haya un contacto visual directo
9.     Recurrir a las rutinas, tener un horario estable es esencial para corregir a un niño desobediente.
10. Premiar los buenos comportamientos, los refuerzos positivos motivan a los niños desobedientes y son fundamentales para que el niño repita comportamientos deseados.
Si ya has aplicado todas estas pautas con persistencia y tu hijo sigue mostrando un patrón de conducta desafiante, habrá que analizar más a fondo qué está ocurriendo. Puede ser que la conducta continuamente desobediente venga dada por una mala relación entre sus padres, conflictos familiares en el hogar, bullying en el colegio, etc.
En cualquiera de los casos debe ser tratado por un profesional lo más pronto posible.





AGOSTO








JULIO





JUNIO

Fragmento de Artículo  CÓMO EDUCAR ESTABLECIENDO LÍMITES Y CONSECUENCIAS
del libro de Jane Nelsen  "Disciplina Positiva" (Editorial Oniro, Barcelona 2002) 



Herramientas de Acción:
1- Asegúrate que el niño recibe el mensaje de amor y respeto.
El niño con mal comportamiento es el que más necesita oír que se le quiere. 

2- Permite al niño desarrollar percepciones de que es significante y aceptado.
A través de las reuniones familiares y de clase se  puede ayudar a los niños a que descubran sus capacidades y se valoren. 

3- No hagas cosas por los niños que puedan hacer solos.Así les ayudarás a ser más capaces. 

4- Formula preguntas del tipo "qué" y "cómo".Por ejemplo. ¿Qué ha ocurrido?, ¿Cómo te sientes con lo que ha pasado?, ¿Qué has aprendido  con esto?, ¿Cómo puedes utilizarlo para la próxima vez? 

5- Formula preguntas de curiosidad.Hacer preguntas para que el niño observe sus propios sentimientos. 

6- Implica a los niños en las soluciones.Así el niño aprenderá a solucionar problemas y se animará a participar en las soluciones diseñadas. 

7- Celebra reuniones familiares o de clase con regularidad. En ellas los niños aprenden a solucionar conflictos y problemas y a ayudarse los unos  a los otros. 

8- Resuelve los problemas en parejas.Deja a dos niños que hayan tenido un problema o una pelea resolver ellos solos el conflicto, con estas normas: no echarse la culpa y centrarse en las soluciones. 

9- Marca líneas de resolución de problemas:Los pasos a seguir ante un conflicto serían: No responder a la provocación, dialogar con respeto sobre lo sucedido, elegir una solución consensuada, pedir ayuda si no se 
encuentra solución.

10- Establece rutinas con los niños.Si conjuntamente con el niño se establecen los pasos de cualquier actividad (por ejemplo, la hora de acostarse) el niño tendrá más voluntad de llevarlo a la práctica sin 
problemas ya que ha participado en su diseño.

11- Ofrece opciones limitadas.Cuando proponemos opciones  (por ejemplo: ¿Quieres  bañarte antes o después de hacer los deberes?) damos al niño la libertad de elegir, lo que le motivará a actuar. 


12- Reorienta el poder.Dejar que los niños participen y ayuden les permite también ejercer poder, no solo obedecer. 

13- Di: "Me doy cuenta".Si ves que el niño no ha hecho algo, p. ej.: recoger los juguetes, es mejor decir: "Me doy cuenta de que no has recogido tus juguetes", en vez de "¿Has recogido tus juguetes?" 

14- Céntrate en las soluciones.Proponer a los niños que planteen soluciones a los  problemas o dificultades cotidianas: "¿Cómo podríamos solucionar las discusiones sobre la hora de salir de la bañera? 

15- Crear una rueda de opciones.A la hora de encontrar soluciones a los problemas se le pueden ofrecer diferentes opciones y que el elija. 

16- Utiliza las emociones honestamente.Hablar sobre las propias emociones y sentimientos es un buen ejemplo para los niños. Una fórmula adecuada sería: "Me siento___________ cuando___________, 
porque__________, y me gustaría___________". 

17- Enseña las diferencias entre lo que los niños sienten y lo que hacen.Hay que dejar que los niños expresen sus sentimientos (esos son reales y no debemos negarlos), aunque desaprobemos su conducta ( esta sí se puede evitar o corregir). Por ejemplo, ante un ataque de celos entendemos los sentimientos, pero evitamos que el niño pegue a su hermano. 

18- Asume las responsabilidades que tienes en el conflicto.Si aceptamos nuestra parte de culpa en el conflicto, facilitamos igualmente que el niño asuma su parte de culpa. 

19- Dale un cronómetro.Un cronómetro puede ayudar al niño a decidir cuándo empezar con los deberes o cuándo apagar la televisión. 

20- Adéntrate en el mundo de los niños.Preguntarse qué hay detrás de la conducta de los niños. 

21- Escúchale reflexivamente:A la hora de escuchar es bueno parafrasear las palabras del niño. 

22- Escucharles activamente:En la escucha activa, escuchamos los sentimientos escondidos entre las palabras haciéndole ver que entendemos sus sentimientos. 

23- Supervisa, supervisa, supervisa.Es una herramienta necesaria sobre todo para niños más pequeños 

24- Distrae y/o reorienta:En vez de prohibirles hacer algo es preferible decirles u orientarles sobre lo que pueden hacer. 

25- Utiliza las 4 R para recuperarse de los errores:  Reconocer que se ha cometido un error,Responsabilizarse de lo que se ha hecho mal, Reconciliarse (pidiendo perdón) y Resolver (buscar una solución conjuntamente). 

26- Mantente al margen de las peleas.Es una herramienta inicial para abordar las peleas  ya que uno de los principales motivos de éstas es involucrar a los padres. 

27- Pon a todos los niños en el mismo barco.No dar la razón a ninguno de los contendientes de una pelea (aunque se esté seguro de quién es el culpable). La solución al problema la han de encontrar entre los dos. 

28- Tómate un tiempo para enseñar.Una herramienta muy útil es la de enseñar a los niños a hacer juegos de rol. 

29- Decide lo que vas a hacer.Es bueno decidir cómo se va a comportar uno ante un conflicto y hacérselo saber al niño. Por ejemplo, aparcar y dejar de conducir si los niños se pelean en el coche. 

30- Sigue hasta el final.Hay que ser amable pero firmes y llegar hasta el final en el uso de las estrategias positivas.

31- Menos es más.Cuanto menos se hable más eficaz se es. Hay que dejar que las acciones hablen más alto que las palabras. 

32- Utiliza señales no verbales.El uso de señales no verbales (p. ej.: un vaso bocabajo en la mesa indicaría que hay que lavarse las manos antes de comer), sobre todo si participan los niños en su elección, puede aumentar la motivación para realizar las tareas cotidianas. 

33- Di: " Cuando......, entonces".Es más eficaz decir: "Tan pronto como acabes los deberes verás la TV", que "Si acabas los deberes, verás la TV". 

34- Enseña consecuencias naturales.Es bueno que el niño experimente las consecuencias  naturales de sus actos. Una consecuencia natural es algo que sucede debido a lo que el niño ha elegido, sin que el adulto haya hecho nada. 

35- Enseña consecuencias lógicas. Para que una consecuencia lógica no sea un castigo  deben cumplirse las 3 R: Las consecuencias lógicas deben ser Relativas (deben estar relacionadas con el comportamiento), Respetuosas(deben aplicarse sin cólera, fuerza ni humillación) y Razonables (deben parecer razonables al adulto y al niño). 

36- Anima en lugar de dar recompensas o elogios.Animar a los niños les lleva a la autoconfianza mientras que elogiar les hace dependientes de los demás. 

37- Las pagas no se relacionan con las tareas.Las pagas se deben dar sin relacionarlas con las tareas. 

38- Haz que los niños se impliquen en las tareas domésticas.Los niños deben participar en las tareas de la casa y una buena manera de planificarlas es en las reuniones familiares. 

39- Abrázale.Esto puede por sí solo cambiar la actitud tanto del padre como del hijo. 

40- Dedícale tiempo.Dedicar todos los días unos minutos extra hace que los niños se sientan aceptados e importantes y les permite compartir experiencias y sentimientos.

Tomado de:http://escueladepadresymadresupz.blogspot.com.co/2013/02/disciplina-positiva.html?m=1





MAYO
Estos son apartes de la GUIA para padres ¿QUIÉN TE QUIERE A TÍ?




El niño y la niña de 3 a 6 años 
• Aunque empiezo a darme cuenta de cómo se sienten otros y a comprender que tienen sus propias intenciones y deseos distintos a los míos (tiene que ver con el desarrollo de la empatía), aún me cuesta entender otros puntos de vista y tiendo a imponer mis deseos. Puede parecer que soy egoísta, cabezota y tiendo a decir “no”, pero es parte de mi desarrollo psicológico. Estoy experimentando mi propia autonomía y juego a marcar los límites de mi “poder”, por eso puedo tener rabietas si no consigo lo que quiero.
 • Me encanta jugar y es la mejor manera de aprender y relacionarme con los demás. Mi vocabulario crece muy rápido. 
• Con 4 años soy muy activo. Me encanta saltar, correr y soy muy observador. Quiero ayudar y hacer lo mismo que los adultos: cocinar, limpiar, ir a la oficina o conducir. 
• A partir de los 5 años disminuyen mis pataletas y me gusta mucho que los demás se enorgullezcan de mí, sobre todo mis padres. 
• Empiezo a tener miedo a muñecos extraños o ciertas melodías. Todo lo que pasa por mi imaginación creo que puede ser real. Me gusta crear personajes imaginarios e invento historias y diálogos. 
• Desde que llegué tengo curiosidad por las cosas que me rodean, pero ahora que puedo hablar, no paro de preguntar por todo: ¿por qué? Hago preguntas que ponen nerviosos a los adultos y muchas veces me responden con “ya te explicaré esto cuando seas mayor”, pero, ¿por qué? ¿Cómo responder adecuadamente a sus necesidades? En esta etapa los padres y madres podéis agotaros con el alto nivel de energía de los hijos. Es muy importante no censurar su curiosidad, interesarse por sus dudas y tratar de contestar a sus preguntas. Esta actitud le motivará a aprender, a comprobar que conocer cosas es divertido, a buscar información y a saber que no siempre tenemos respuestas para todo. El niño y la niña en esta etapa quiere ayudar, pero su coordinación motora fina aún no está del todo desarrollada, por lo que derrama las cosas y ensucia mucho. Debemos dejarle colaborar, enseñarle cómo hacer las cosas y tener paciencia, no regañarle o impedir que haga cosas por sí mismo que no sean peligrosas (servirse alimentos, vestirse).  - También es fundamental poner límites y normas para que entienda que no puede conseguir todo lo que quiere, cuando quiera. De esta manera, desde muy pequeño le enseñamos a tolerar sus frustraciones. Es importante también que entienda que sus padres están interesados en él o ella, pero no siempre pueden estar disponibles, también necesitan descansar. Enseñarle autocontrol es un proceso lento en el que el niño, poco a poco, aprenderá a aceptar desilusiones y a posponer recompensas. Puede empezar a desarrollar miedo a muchas cosas: a la oscuridad, a monstruos imaginarios, a que le abandonen, etc. Necesita saber que le mantendrás a salvo; que si te ausentas, volverás. No debes avergonzarle por sus miedos o quitarles importancia: esto sólo le hará sentirse más vulnerable. Cuando tenga miedo, escúchale y reconfórtale, ofrece protección y evita exponerle a películas, imágenes o sonidos que puedan provocarle pesadillas.

Si les interesa leer más , les publico el enlace, es un PDF.

ABRIL
Tomado de: http://difundir.org/2014/10/04/los-5-errores-mas-graves-que-cometen-los-padres-de-hoy-al-criar-a-sus-hijos/
Los 5 errores más graves que cometen los padres de hoy al criar a sus hijos

“Cuando afirmo que la crianza moderna está en apuros, en crisis incluso, espero que me escuchen, y que me escuchen bien. He trabajado con niños y padres en dos continentes y durante dos décadas, y lo que he visto en los últimos años me alarma”.
Así de categórica es Emma Jenner, especialista en desarrollo y comportamiento infantil, quien es conocida por su papel como anfitriona en el programa de TLC “Take Home Nanny” y se ha desempeñado ayudando a familias con problemas en este ámbito, tanto en Estados Unidos como Reino Unido.
Para Jenner, existen errores graves que cometen los padres de hoy y que la mayoría ni siquiera los nota. El problema, según ella, es que si no se corrigen a tiempo, los niños se convertirán en “adultos arrogantes, egoístas, impacientes y maleducados”.
“No será su culpa, sino la nuestra. No les hemos enseñado otra cosa, nunca hemos esperado nada más de ellos”, manifiesta.
A continuación te mostramos los 5 comportamientos erróneos de los padres actuales, de acuerdo a Jenner.
1. Le tienen miedo a sus hijos

“Suelo hacer una prueba por las mañanas en la que observo cómo un padre da el desayuno a su hijo. Si el niño dice: ‘¡Quiero la taza rosa, no la azul!’ aunque la madre ya haya echado la leche en la azul, trato de observar con cuidado la reacción de la mamá”, explica.
“La mayoría de las veces, se pone pálida y vierte el contenido en la taza que el niño prefiere antes de que le dé un berrinche”, comenta.
Pero para Jenner esto es un tremendo error. “¿De qué tienes miedo? ¿Quién manda de los dos? Deja que llore si quiere, y vete de ahí para no escuchar el llanto. Pero, por favor, no trabajes de más sólo para agradar al niño. Y, lo más importante, piensa en la lección que le estás enseñando si le das todo lo que quiere sólo por ponerse a llorar”, expresa.
2. Justifican el mal comportamiento de sus hijos bajo la premisa “así son los niños”

La especialista afirma que muchas veces ve que cuando los niños se portan mal en público (o incluso en privado), sus padres los justifican con el clásico “así son los niños”. “Te aseguro que no tiene por qué ser así”, manifiesta.
“Los niños son capaces de mucho más de lo que los padres normalmente esperan de ellos, en cuanto a sus modales, al respeto por los mayores, las tareas del día a día, la generosidad o el autocontrol. ¿Crees que un niño no puede quedarse sentado durante la cena en un restaurante? Nada de eso. ¿Crees que un niño no es capaz de quitar la mesa sin que se lo pidan? De nuevo, no es así. La única razón por la que no se portan bien es porque no les has mostrado cómo hacerlo y porque no esperas que lo hagan. Así de simple. Aumenta la exigencia y tu hijo sabrá cómo comportarse”, asegura.
3. No dejan que otras personas le llamen la atención a sus hijos

“Antes, los conductores de autobús, los profesores y otros padres solían tener carta blanca para corregir a un niño maleducado. Actuaban como ojos y oídos de la madre y el padre si los niños estaban fuera de su vista, y todo el mundo colaboraba por un interés común: criar de forma adecuada a niños y niñas”, explica.
Jenner dice que en cambio, “en la actualidad, si a alguien que no es padre del niño en cuestión se le ocurre regañarlo, a los padres no les hace ninguna gracia. Quieren que su hijo parezca el niño perfecto, y por eso no aceptan que los profesores u otras personas digan lo contrario. Se enfurecerán e irán a hablar con el profesor antes que con su hijo por haberse portado mal en clase. Sienten la necesidad de proyectar una imagen perfecta al mundo y, por desgracia, su inseguridad se ve reforzada porque muchos padres se juzgan entre sí”.
“Si un niño hace un berrinche, todas las cabezas se girarán hacia la madre con una mirada reprobadora. En su lugar, debería ser respaldada, porque hay muchas posibilidades de que el berrinche haya tenido lugar por no haber cedido ante alguna de las exigencias de su niño. Más bien, esos observadores deberían decirle: ‘Buen trabajo. Sé lo difícil que resulta poner límites’”, añade.
4. Abusan de los “atajos”

Los padres actuales, según Jenner, recurren a una serie de “atajos” para evitar que sus hijos se aburran y armen un berrinche.
“Cuando descubres lo bien que Caillou entretiene al niño en un avión, que no te tiente la idea de ponerle los dibujos en un restaurante. Los niños también tienen que aprender a ser pacientes. Tienen que aprender a distraerse ellos solos. Tienen que aprender que no toda la comida va a estar siempre caliente y lista en menos de tres minutos y, si es posible, también tienen que aprender a ayudar en la cocina”, argumenta.
Asimismo, ella señala que “los bebés tienen que aprender a tranquilizarse solos; no hay que sentarlos en una silla vibradora cada vez que se pongan quisquillosos. Los niños tienen que aprender a levantarse cuando se caen, en vez de subir los brazos para que mamá y papá los recojan. Enseña a los niños que los atajos pueden servir de ayuda, pero que resulta muy satisfactorio hacer las cosas por la vía lenta”.
5. Siempre ponen las necesidades de los hijos por encima de las suyas

“Naturalmente, los padres tienden a cuidar de sus hijos en primer lugar, y esto es bueno para la evolución. Yo defiendo la idea de crear un horario que se ajuste a las necesidades del niño, y que la alimentación y la ropa del niño sean prioritarias”, afirma.
“Sin embargo, los padres de hoy en día han ido demasiado lejos, sometiendo sus propias necesidades y salud mental a las de sus hijos. Cada vez con más frecuencia veo a mamás que se levantan de la cama a cada rato para satisfacer los caprichos del niño. O a papás que lo dejan todo y se recorren el zoológico de punta a punta y a toda prisa para comprarle a la niña una bebida porque tiene sed”, manifiesta.
“No pasa nada por no levantarte en mitad de la noche para darle otro vaso de agua a tu hijo. No pasa nada si el papá dice: ‘Claro que vas a beber agua, pero vamos a tener que esperar hasta llegar a la próxima fuente’. No pasa nada por utilizar la palabra ‘no’ de vez en cuando, ni hay nada malo en pedirle a tu hijo que se entretenga solo unos minutos porque mamá quiere usar el baño en privado u hojear una revista”, afirma.
Jenner dice que es mejor corregir estos errores, ya que por evitar que los niños se sientan incómodos, luego cuando sea inevitable que sientan alguna molestia, no estarán preparados para ello.
“Pido por favor a todos los padres y cuidadores del mundo que exijan más a los niños. Que esperen más de ellos. Que les hagan partícipes de sus luchas. Que les den menos. Que les pongan retos y que, juntos, les preparemos para que tengan éxito en el mundo real, y no en el mundo protegido que hemos creado para ellos”, concluye la experta

MARZO

La sobreprotección evita el desarrollo de los hijos. O cómo los padres deciden todo por ellos

Todo padre desea lo mejor para sus hijos. Sin embargo, a veces cae en el error de sobreprotegerlos. ¿De qué manera la sobreprotección afecta el desarrollo de los hijos? Aquí hay tres ideas que te pueden ayudar a evitarla.

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  • ¿Puedes pensar, por un momento, en la primera vez que sostuviste a tu hijo en los brazos? Un hecho como ese marca el comienzo de nuevas etapas para cada padre, así como la adquisición de nuevas responsabilidades. Si bien es esencial preocuparse por lo que los hijos aprenden, sienten y cómo se desenvuelven en cada etapa, es importante no caer en el peligro de la sobreprotección, porque evita el desarrollo de los hijos.
  • Protección vs. sobreprotección

    Primeramente, es esencial entender la diferencia entre la protección y la sobreprotección. Según la Real Academia Española, la primera definición del término “proteger” es “amparar, favorecer, defender”. Se trata de un atributo humano que desarrollamos en calidad de padres. Por ejemplo, al ver que nuestros hijos se dirigen hacia una zona peligrosa o que están en riesgo de sufrir daños físicos, psicológicos o emocionales, queremos hacer todo lo que esté al alcance para ayudarles a evitar eso. Sin embargo, al mismo tiempo, podemos caer en el error de sobreprotegerlos, lo cual no les permite crecer y desarrollar aptitudes que podrían prepararlos para la vida.
    El prefijo “sobre” indica que algo se hace en exceso. Por lo tanto, ¿cómo entender lo que esto significa para nuestros hijos? A continuación describo algunas de las principales maneras en que la sobreprotección impide su desarrollo. Esta información te puede ser útil para reflexionar sobre las decisiones parentales que tomas, y cómo puedes enfocar tus acciones hacia su crecimiento pleno como individuos.
  • La sobreprotección

  • Los priva de la oportunidad de tomar decisiones

    Si eres un padre que asume la responsabilidad por cada consecuencia que podría sucederle a tu hijo por estar solo o en determinada situación, podrías estar sobreprotegiendo. En los asuntos temporales, que no indican riesgos físicos, morales y emocionales profundos, debemos permitir a nuestros hijos experimentar lo que sucede cuando deciden hacer lo contrario a lo que se les ha pedido. Por ejemplo, si le has advertido reiteradas veces a tu hijo pequeño que tenga cuidado y sostenga tu mano al descender los escalones o de lo contrario podría caer, y no lo hace, entonces deberías dejarle ver lo que sucede. Si es un adolescente y ya has impuesto consecuencias por ser irresponsable en los estudios, por ejemplo, debes ser consistente con dichas consecuencias y permitir que él aprenda de estas lecciones. A veces caemos en el error de justificar estas acciones asumiendo toda la culpa, cuando en realidad necesitamos dejarlos que experimenten las consecuencias inmediatas. No olvides que es importante que reflexionen sobre el hecho, y explicarles por qué hay reglas y precauciones que deben atender.
  • Afecta el concepto que tienen de sí mismos

    La autoestima de una persona es fundamental, y a fin de motivar a tu hijo a desarrollar un valor personal debes protegerlo en lugar de sobreprotegerlo. Esto quiere decir que podrías evitar hacer comentarios que le hagan sentir abrumado por las decisiones empobrecidas que ha tomado. Cuando tu hijo haya hecho algo equivocado, asegúrate de disponer de tiempo para hablar sobre el hecho (cuando esté listo, o al invitarlo a hablar) y reflexionar sobre cómo podría hacer algo diferente. Muchas veces pasa que cuando nuestros hijos cometen errores, la parte esencial para que sientan el deseo de cambiar no radica solamente en tener una segunda oportunidad, sino en cómo reaccionan los padres. Tú tendrás mejores posibilidades de influenciar a tu hijo y protegerlo si compartes con él los aspectos positivos que has visto en su persona y le ayudas a entender cómo los puede utilizar para tomar decisiones prudentes.
  • Limita la habilidad de solucionar problemas

    Los padres sobreprotectores toman casi toda decisión a favor de sus hijos, en particular cuando se generan conflictos que podrían afectar directamente a alguno de ellos. A pesar de que creen que favorecen a sus hijos, en realidad los perjudican, porque una vez que están fuera de la presencia paternal o maternal carecen de las habilidades necesarias para resolver sus problemas en la escuela o en la comunidad. Puedes evitar esto al intervenir como guía (en la manera en que sea posible) para ayudar a tu hijo a solucionar sus conflictos. Si logras desarrollar una buena relación de confianza, es probable que acuda a ti para recibir consejo en el futuro.
    El entendimiento de que la sobreprotección afecta a nuestros hijos es fundamental. Existe un límite ínfimo entre la sobreprotección y la permisividad, y como padres podemos caer en el error de afectar el desarrollo de nuestros hijos al estar en alguno de estos extremos. Sin embargo, es posible hallar el equilibrio apropiado al hacer tu mejor esfuerzo en proteger de modo adecuado a tu hijo, comenzando con enseñanzas en el hogar. Con respecto a esto, el doctor Terry Brazelton, médico pediatra, ha dicho que cuando la familia está fortalecida la comunidad, por consecuencia, también se fortalece. En la medida en que los padres apoyan a sus hijos (en lugar de sobreprotegerlos) y les proveen la enseñanza que necesitan, lograrán establecer vínculos afectivos con ellos; esto conduce al éxito en muchos aspectos individuales y colectivos. Por último, el siguiente enlace te permitirá entender cómo ayudarles a confiar en sí mismos al tomar decisiones acertadas desde pequeños.
Tomado de :https://familias.com/2103/la-sobreproteccion-evita-el-desarrollo-de-los-hijos-


FEBRERO








                                AÑO 2016


DICIEMBRE
COMO HACER HIJOS RESPONSABLES


tomado de:https://www.youtube.com/watch?v=6KbQ4CR4uxU#t=23

NOVIEMBRE 
CULTIVANDO LA FELICIDAD DEL ENTORNO

Si amas a alguien, solo quieres verle feliz

Si amas a alguien, solo quieres verle feliz



¿Quién puede decir que ama a alguien y desearle algún mal? Nadie ¿Hay una forma de querer a otra persona y no desear con todas tus fuerzas el verla siempre feliz y alegre? Yo diría que no.
En ocasiones, la vida puede ser muy dura. Hay infinidad de hechos que pueden provocar debacles vitales de las que no es fácil salir airoso. Sin embargo, si amas a alguien, solo querrás verle feliz, cueste lo que cueste.

La felicidad de la persona amada

La felicidad de la persona amada es una máxima que todo ser debería tener claro. De hecho, es algo que no se ha de pensar, simplemente se siente. En tu corazón no hay mayor deseo que ver a quien quieres vivir con alegría.
Una persona que ama con intensidad, y se siente feliz, no desea el mal a nadie, especialmente a aquella gente que hace que su vida sea especial y esté llena de cariño y esperanza. Una persona feliz es una persona viva, amable, cariñosa y que vela por el bien de todos cuantos hacen que su existencia sea especial y esté plena.

Si no quieres ver feliz al ser amado…

Si no quieres ver feliz al ser amado, tal vez debas replantearte tus sentimientos, porque es evidente que el amor no es pleno y tal vez no la quieras como tú crees que haces.

Piensa siempre sobre ti mismo. Reflexiona sobre tus sentimientos, emociones y capacidades. Siempre debes autoevaluarte para ser consciente de quién eres y qué es lo que buscas en la vida.
Ante todo, preocúpate de llegar hasta el fondo de tu corazón para conocer con exactitud los anhelos que éste alberga y las necesidades reales que siente. De lo contrario, no podrás hacer feliz a nadie, y por tanto, tampoco podrás serlo tú.

Un ser feliz y amado

Ten en cuenta que la persona a la que ames, no será perfecta. De hecho, serán muchas las imperfecciones que encontrarás en ella. Tantas como las que tienes tú mismo.
Sin embargo, si le amas con sinceridad, querrás verle feliz. Tanto, que las imperfecciones serán algo muy secundario, no te importarán en absoluto, e incluso pueden llegar a transformarse en perfecciones.
Una persona enamorada no necesita tener a su lado al ser perfecto que sabe en todo momento cómo compensar, cómo entender o cómo querer. Tan solo necesita ser amado, sentirse único en el mundo, y ser feliz con cuanto ha logrado en su vida, que es mucho.















































































Si la persona que está a tu lado es única para ti, tan solo tendrás una prioridad en la vida, y es verla feliz, plena y contenta. Darle todo el amor que necesita para que jamás se baje de su nube.

Encontrar la felicidad en los demás

Pareja abrazándose
Muchos dicen que puedes conocer a una persona por sus amistades, familiares y seres afines. No es una idea falaz, pues nuestra tendencia siempre es buscar la comprensión y las gentes que se nos parecen y nos complementan.
En este sentido, una persona que se rodea de gente feliz, porque tú haces por verla alegre y jovial, ya que les amas, descubrirá una forma más de encontrar un fuerte punto de apoyo que le permita vivir la vida con mayor plenitud.















































































No se trata únicamente de amar a tu pareja. Puedes querer con toda tu alma y corazón a tus amigos, a tus familiares, y a cualquier persona que signifique algo en tu vida y te haga mejor.
El hecho de ser capaz de hacer feliz a los demás te puede completar, y es una ventaja más para ti, para que seas mejor y vivas la vida con total plenitud, y todo ello por el simple hecho de amar a los demás.
Así que no es un mal ejercicio el plantearse qué desea uno para cuantas personas le rodean. Todo el que quiera ver feliz al amado, sin duda tiene una gran ventaja, pues sabe que esa persona es única y le va a dar una existencia maravillosa.
Tomado de :https://lamenteesmaravillosa.com/si-amas-a-alguien-solo-quieres-verle-feliz/


OCTUBRE















































































Señales que delatan a los padres tóxicos


La importancia de tener relaciones saludables con los hijos


Padres toxicos caracteristicas
La mayoría de los padres hacen todo lo posible para proporcionar a sus hijos una infancia feliz y saludable, pero incluso los padres con las mejores intenciones del mundo pueden cometer errores que pueden dar lugar a problemas emocionales severos en los niños. Desafortunadamente, algunos padres van más allá del error ocasional y pueden convertirse en padres tóxicos con graves consecuencias para el desarrollo de sus hijos.
SEPTIEMBRE
EN FAMILIA

POR FAVOR LÉANLO.

Escuela: los 12 errores de los padres

·         La mayoría de padres y madres da mucha importancia a los estudios de sus hijos y aspira a convertirlos en jóvenes brillantes. Pero no siempre tienen claro su papel en el aprendizaje escolar y a menudo adoptan conductas erróneas para la educación del hijo
Algunos errores que cometen los padres 

Hay varios comportamientos que pueden causar daños emocionales y también mentales a los niños y que puede afectarles en gran medida en su vida adulta. Si has experimentando algunas de las siguientes situaciones en tu infancia, existen probabilidades de que uno o tus dos padres fuesen padres tóxicos. Pero es deber de los padres darse cuenta de sus propios comportamientos para poder identificar si se trata o no de un comportamiento tóxico


Ser demasiado crítico

Los padres en ocasiones critican, pero un padre tóxico lleva esto al extremo y se convierte en alguien demasiado crítico sobre todo lo que su hijo hace. Los padres pueden cometer el error de creer que lo que hacen es algo bueno para evitar que sus hijos cometan errores. Pero por desgracia, lo que realmente están haciendo cuando critican a sus hijos es forzarles a tener una baja autoestima y que desarrollen una crítica interna demasiado dura en su interior, algo que les limitará notablemente en la vida adulta.

No proporcionar seguridad a sus hijos


Algunas personas creen que se demuestra amor asegurándose de que sus hijos serán capaces de cuidarse por sí mismos en el futuro. Pero los niños necesitan sentir la cantidad adecuada de seguridad y apoyo desde que nacen e incluso en la vida adulta mientras sus padres estén a su lado. La mano dura podría funcionar a veces, pero no puede ser el único objetivo en la educación de los hijos si 
quieren que sus hijos sean adultos equilibrados.

No dejar al niño su propio espacio

Los padres tóxicos a menudo requieren la atención de sus hijos de forma exagerada. Desde fuera puede parecer una bonita unión entre padre e hijo, pero la realidad es que es una relación parasitaria por parte del padre (o madre) que exige demasiado tiempo del niño cuando debería estar aprendiendo otras habilidades. Unos padres equilibrados permitirán a sus hijos el espacio suficiente para crecer y ser niños, sin exigir una interacción constante y asfixiante con la única intención de satisfacer sus propias necesidades.

Hacer bromas pesadas

De vez en cuando los padres se meten con sus hijos “de broma” y hacen chistes de ellos mofándose y se escudan diciendo que sólo es humor. Este comportamiento no es aceptable en  ningún caso, no importa si la broma es de la altura, del peso o de cualquier otra característica.Esto puede hacer que los niños se sientan muy mal y que les afecte negativamente en su desarrollo emcional. Un padre debe ser honesto pero no crítico y mucho menos hablar a sus hijos en tono burlesco.

No permitir que sus hijos expresen las emociones

Hay padres que no permiten que sus hijos expresen las emociones, sobre todo las negativas. Esto es una negación a satisfacer las necesidades emocionales de sus hijos y en un futuro el niño será incapaz de expresar sus sentimientos, repercutiendo muy negativamente en su autoestima, identidad y comportamiento. Los sentimientos positivos está bien tenerlos en cuenta, pero los sentimientos negativos también son importantes y si ellos no aprenden a entenderlos y a poner palabras a sus emociones, puede repercutir en depresión y en convertirse en personas negativas e incluso tóxicas.

Además, los padres que manipulan a sus hijos para satisfacer sus propias necesidades, aquellos que usan la culpa como arma para conseguir sus objetivos, los padres que siempre ponen sus sentimientos o necesidades antes que los de sus hijos, dejan de hablar a sus hijos para castigarles (abandono emocional), no ponen límites saludables o hacen responsables a sus hijos de su propia felicidad… son sin duda también padres tóxicos y pueden causar graves problemas emocionales a sus hijos. Los niños necesitan crecer en un ambiente equilibrado, lleno de cariño y amor entre todos.







En la sociedad actual se concede mucha relevancia a la formación y a las calificaciones académicas y a menudo se relacionan la implicación y actuación de los padres en los estudios de sus hijos con los resultados escolares que estos obtienen. La consecuencia es que muchos padres y madres se vuelcan en la educación de sus hijos e invierten en ella ingentes cantidades de dinero, tiempo y emociones. Sin embargo, los resultados no siempre son los esperados, como evidencian las elevadas tasas de fracaso escolar. Según los expertos en educación, la ausencia de recompensa a tanto esfuerzo a menudo tiene que ver con la desorientación de los padres sobre cuál ha de ser su papel en el aprendizaje de los hijos, que les lleva a cometer errores que lastran su educación.

En unos casos son conductas que no tienen que ver específicamente con los estudios sino con el estilo educativo de la familia, con comportamientos tan recurrentes a la hora

 de educar como la sobreprotección, la falta de límites, la negatividad o los malos ejemplos otros fallos muy reiterados están relacionados con el desconocimiento de la respuesta más adecuada a preguntas como: ¿han de estudiar los padres con los hijos? ¿Y ayudarles con los deberes? ¿Preguntarles la lección? ¿Revisar y corregir los trabajos escolares antes de que los entreguen? ¿Premiar las notas? ¿Poner tareas extras si el maestro exige poco? ¿Buscar profesores particulares? ¿Controlar sus agendas escolares? ¿Hablar con el profesor? ¿Estimularles con actividades extraescolares?

A partir de sus experiencias profesionales, Joan Domènech, director del colegio Fructuós Gelabert de Barcelona; Benjamí Montenegro, del Equip Psicológic del Desenvolupament de l’Individu, y Ángel Peralbo, responsable del área de adolescentes del centro de psicología Álava Reyes, consideran que los desaciertos más habituales de los padres vinculados con el aprendizaje y la educación escolar de los hijos son los siguientes:

1. Ejercer de maestros Son muchos los padres que ayudan a sus hijos a hacer los deberes, que estudian con ellos y les explican la lección, que corrigen sus trabajos. Sin embargo, psicólogos, pedagogos y profesores coinciden en que es un error pretender ser padre y maestro a la vez, entre otras razones porque acostumbra a provocar situaciones conflictivas prácticamente a diario y el tiempo de estudio se convierte en una tortura para padres e hijos. Ángel Peralbo explica que, además, "si los niños se acostumbran desde pequeños a tener a alguien por encima de ellos para trabajar se vuelven dependientes y en lugar de desarrollar la necesaria proactividad en los estudios, se relajan y esperan, y acaban necesitando a alguien que les tutorice constantemente".

Benjamí Montenegro subraya que "el papel de los padres es
 el de auditores: han de controlar que el trabajo esté hecho, que la letra es correcta, que se respetan las reglas de presentación, que no se dejan cosas sin hacer, pero no entrar en el contenido porque las tareas escolares son para que los hagan los alumnos solos y así trabajar su autonomía". Advierten los expertos que eso no significa que si un niño pregunta a sus padres algo que no sabe o no entiende, no le ayuden facilitándole pistas o herramientas para que busque la respuesta. Y en los casos de chavales que tienen dificultades, que necesitan un refuerzo o que les vuelvan a explicar los contenidos, su consejo es recurrir a un profesor particular o a un psicopedagogo.

Joan Domènech cree que el papel de los progenitores 
es acompañar el aprendizaje de los hijos, pero enfatiza que hay una serie de competencias cuya enseñanza compete a la escuela y si los padres tratan de hacerlo, interfieren en el aprendizaje. "Los padres no tienen que enseñar a los hijos a multiplicar ni comprarles cuadernos para practicar multiplicaciones porque eso es cosa de la escuela; lo que compete a los padres es compartir con sus hijos situaciones cotidianas en que las operaciones matemáticas deban utilizarse, como ir a la compra, hacer cálculos aproximativos de si tienen bastante dinero para comprar algún artículo, etcétera".

2. Querer Einsteins "Un rasgo muy habitual en las familias actuales es el afán de sobreestimular a los niños, desde bebés, para que desarrollen rápidamente sus capacidades, y eso se traduce en llenar la cuna de artilugios, en un abuso de los juegos didácticos, en querer que sepan leer y escribir con cuatro años o en apuntarles a un montón de actividades extraescolares para descubrir y potenciar su talento", afirma Domènech. Y explica que ese afán de que sepan muchas cosas y cuanto antes mejor provoca una sobreestimulación que, lejos de lograr una evolución cognitiva más rápida y talentos por encima de lo normal, suele tener efectos contraproducentes en forma de problemas de atención, de falta de concentración, de hiperactividad…

Esta aspiración generalizada de hijos-genios dificulta, por otra parte, que algunos padres asuman 
la capacidad real de sus hijos o acepten sus limitaciones. "Abundan los casos donde el nivel de exigencia de los padres supone un listón demasiado alto para el niño en cuestión y eso puede provocar desmotivación, crecientes resistencias e incluso una baja autoestima que haga cada vez más difícil todo lo relacionado con el estudio", advierte el psicólogo Ángel Peralbo.

Benjamín Montenegro pone como ejemplo los padres que imponen actividades extraescolares intelectuales a niños con dificultades académicas. "Hay niños que en el colegio tienen problemas con las lenguas y encima les apuntan a clases extraescolares de idiomas, y otros a los que les cuestan las matemáticas y al salir del cole han de ir a clases de música y solfeo; lo único que se consigue con eso es sobresaturar al chaval, que se aclare aún menos y que se frustre porque 
no puede cubrir las expectativas que están puestas sobre él", alerta.

3. Focalizar todo en los estudios Los educadores aseguran que una frase muy reiterada entre los estudiantes es: "Mis padres sólo se interesan por mi rendimiento escolar; lo demás no les importa nada". La queja no siempre es objetiva, pero los psicólogos aseguran que refleja fielmente lo que ocurre en algunas familias, en especial cuando surgen dificultades o los hijos no obtienen los resultados académicos esperados. "Los estudios ocupan el mayor porcentaje de las preocupaciones familiares y, por tanto, de las conversaciones del día a día, y muchos padres hacen que los estudios monopolicen la vida de los hijos; y si bien lo académico es la actividad que más tiempo les ocupa y la mayor responsabilidad de los chavales, son también esenciales otras muchas facetas de desarrollo, como los deportes, todo tipo de actividades lúdico culturales, el ocio, los planes y las responsabilidades familiares, los amigos y las relaciones sociales, la afectividad dentro y fuera del ámbito de la familia…", comenta Peralbo.

4. Premiar las notas Un recurso habitual de los padres para animar a los hijos a estudiar es prometerles grandes regalos si aprueban o si sacan buenas notas. Sin embargo, los especialistas en educación lo consideran un error. "Si buscamos estímulos de este tipo, es que algo falla, porque el niño no debería necesitar premios externos y materiales para disfrutar con el aprendizaje; su mejor estímulo debería ser descubrir cosas nuevas, plantearse retos y desarrollar sus intereses", afirma el director de la escuela Fructuós Gelabert. Los educadores consideran que las buenas notas se han de elogiar, aplaudir e incluso celebrar, pero nunca comprar, porque se convierte al niño en esclavo del estímulo material y, si a pesar de la recompensa prometida no triunfa, su sensación de fracaso y su malestar es mayor porque además de no conseguir su meta escolar se ha quedado sin regalo.

El psicólogo Benjamí Montenegro alerta especialmente sobre los premios imposibles, como prometer a un adolescente que ha suspendido siete asignaturas una moto si finalmente aprueba todo. "Es una salvajada que
genera frustración en el chico y que a menudo deja en entredicho a los padres cuando el chaval se entera de que le han ofrecido el premio después de hablar con el profesor y saber que es más que probable que repita curso", detalla. En cambio, opina que premiar las notas puede estar justificado en casos excepcionales "como el de un chaval disléxico sin adaptación curricular que consigue un bien en un examen de lengua".

En relación con las notas, Montenegro destaca otro error recurrente de los padres: 
valorarlas a bote pronto. "Llegan las notas y, con ellas en la mano, empezamos a hacer valoraciones, positivas o negativas, y eso no es correcto; hay que darse un día o dos de reflexión, enfriarse y hablar de ellas y tomar decisiones con tranquilidad", explica. Los educadores subrayan que, en lugar de abroncar por las notas, el papel de los padres debe serenseñar a tolerar la frustración y el fracaso y ayudar al hijo a que tome conciencia de la causa y adopte posibles soluciones para el futuro.

5. Disfrazar la falta de esfuerzo de trastorno Otra conducta recurrente y negativa entre los progenitores es, según los expertos, buscar siempre trastornos neurológicos detrás de los fracasos escolares de sus hijos. "Hay muchos niños que son incapaces de esforzarse en hacer los deberes o en estudiar porque son vagos, y eso es inmadurez, no un trastorno mental, y a veces se intenta disfrazar esa vaguería como intolerancia a la frustración o intolerancia al estrés cuando lo que tienen es falta de autonomía", indica Montenegro. Y añade que la prueba es que esos chavales que no son capaces de esforzarse con las tareas escolares también son incapaces de ordenar su habitación, de prepararse el bocadillo de la merienda o de calentarse la comida cuando regresan del instituto.

Ángel Peralbo subraya que, en muchos casos, "el error de los padres es no darse cuenta de que detrás de la falta de esfuerzo y motivación por los estudios lo que existe es una inversión de prácticamente todo su tiempo en ocio, especialmente en ocio tecnológico, que es el que hoy impera y dificulta su dedicación a otras tareas".

Montenegro destaca que también es una equivocación de los padres poner un profesor particular a estos chavales para controlar que hagan los deberes y estudien. "Al profesor particular hay que recurrir 
para resolver problemas concretos, no para conseguir que tu hijo haga las tareas con él, porque entonces continuará con la actitud inmadura y dependiente de que se lo solventen otros", dice.

6. Impaciencia Ángel Peralbo considera que otra actitud frecuente y perniciosa es querer ir demasiado deprisa en lo que se refiere al aprendizaje, en vez de entender la educación como un proceso a largo plazo. La impaciencia de los padres, dicen los expertos, se traduce en tratar de que hablen lenguas extranjeras cuanto antes, en que comiencen a leer y escribir sin haber llegado al colegio, en acelerar los procesos de aprendizaje de las operaciones matemáticas sin respetar los ritmos de la escuela… "Ese afán de que sepan muchas cosas y cuanto antes es un error; en Dinamarca y en los países mejor situados en los ranking educativos los niños aprenden a leer y escribir a los siete años", apunta Joan Domènech.

Peralbo explica que esa impaciencia de los padres provoca que se desesperen ante las primeras dificultades en los estudios o los primeros malos resultados, sin tener en cuenta que 
las dificultades y los errores son inherentes al aprendizaje y los niños lo que necesitan es paciencia y ánimo para continuar trabajando durante toda la etapa escolar. "Los padres no deberían considerar esos malos resultados como un fracaso, porque ello reduce la autoestima de los hijos e incapacita cada vez más a unos y otros", indica.

7. No respetar la línea de la escuela Algunos padres, movidos por la impaciencia, intentan enseñar a sus hijos a leer o a calcular por sus propios métodos, o les ponen tareas de refuerzo en casa, sin tener en cuenta que quizá están interfiriendo en el ritmo o el método pedagógico que sigue la escuela. "Los padres deben plantearse a qué escuela llevan a sus hijos, asegurarse de que comparten las mismas ideas, y luego ir trabajando en paralelo, acompañando a sus hijos en el aprendizaje pero con cierto respeto al proceso que siguen en la escuela para educar en la misma dirección y no dar al niño mensajes diferentes", indica Domènech.

8. Proyectarse en los hijos Otro error bastante reiterado de los padres es pensar que el modelo y los métodos educativos que les sirvieron a ellos van a servir a sus hijos. "La escuela ha cambiado mucho y los niños también, y lo que a ti te gustaba del colegio o lo que tú aprendías entonces no tiene por qué ser un modelo de éxito para tus hijos", alerta el director de la escuela Fructuós Gelabert. También Ángel Peralbo considera que en muchas familias "siguen prevaleciendo más las expectativas que tienen los padres sobre los estudios de los hijos que las preferencias o capacidades de estos" y hay muchos chavales que son orientados a estudiar lo que quieren o les gusta a sus padres.

9. Cuestionar a los profesores No apoyar a los maestros, mostrar constantemente el desacuerdo con el profesor en presencia de los hijos, es otra conducta errónea de algunos padres. "Los profesores han reducido su capacidad para imponer la necesaria disciplina de los alumnos en el aula y no ayuda precisamente que tengan a los padres enfrente o en contra en vez de al lado, pues el alumno, aprovechándose de esa situación, consigue manipular y poner en contra a unos y otros cuando el objetivo que persiguen es exactamente el mismo", comenta Peralbo. Añade que los profesores tienen una visión privilegiada de los alumnos que en ocasiones no se corresponde con su comportamiento y su actitud en casa, y que a los padres les conviene conocer. "La complicidad entre padres y profesores, el compartir información, puede ayudar a que el chaval progrese adecuadamente tanto a nivel académico como en lo que se refiere a su actitud y comportamiento", enfatiza.

10. Hacer de Sherlock Holmes Benjamí Montenegro opina que otra conducta equivocada en la que caen padres y madres es acabar convertidos en Sherlock Holmes. "Hay padres que rastrean los deberes, los trabajos, las fechas de los exámenes a través de las redes sociales o de los padres de otros niños para ver si el hijo hace o no sus tareas, y eso provoca un boquete de desconfianza y no resuelve nada", explica. Su consejo es revisar con el niño la agenda y las tareas realizadas en cada asignatura y, si no se lo apunta para evitar el seguimiento, hablar con el tutor "que es el jefe (en términos laborales) del chaval" para estas cuestiones. Los expertosdesaconsejan imponer un control absoluto sobre las tareas escolares, estar examinando al hijo constantemente sobre lo que ha leído o ha estudiado, y aseguran que es mejor un acompañamiento lejano, dejándole que sea autónomo. Y si el padre o madre opta por preguntar la lección para preparar un examen, Montenegro aconseja no hacerlo oralmente, sino poner tres o cuatro preguntas por escrito "porque normalmente no hay exámenes orales y aunque el chaval se sepa la lección hablando, igual luego se expresa mal por escrito o comete muchas faltas" de ortografía.

11. Solventarles los problemas Otro comportamiento habitual y erróneo de los padres, según los educadores, es solventar los problemas de organización de sus hijos. "A las siete de la tarde el niño dice que falta tinta para imprimir el trabajo que ha de entregar al día siguiente y mandamos al abuelo que vaya corriendo a comprar un cartucho o que nos deje el suyo", ejemplifica Montenegro. Y enfatiza la importancia de dejarque los hijos afronten esos problemas solos "aunque eso suponga entregar un trabajo tarde y que le bajen la nota, porque si de mayor entrega tarde la declaración de la renta le aplicarán un recargo, por mucho que diga que el banco se retrasó en enviarle el extracto de sus cuentas; así es la vida, y han de aprender a organizarse y solucionar sus problemas desde pequeños".

Los educadores también rechazan la conducta permisiva de algunos padres que justifican los fracasos o errores de los hijos ante el maestro y la escuela alegando siempre una causa exterior o bien cuestionando la dificultad de la tarea o la idoneidad de los libros, de la materia o del propio profesor.

12. Vincular las tareas a castigos "Castigado a hacer los deberes" o "hasta que no acabes de leer no podrás ver la televisión" son frases habituales en muchas casas pero que, según los educadores, deberían erradicarse. En primer lugar, explican, porque el tiempo de realizar las tareas escolares debería ser un tiempo de tranquilidad y sosiego para trabajar, no de regañinas. En segundo lugar, porque el objetivo debe ser educar a los niños en el placer de la lectura o del estudio y no convertir esas actividades en un castigo. Y, por último, porque tampoco interesa que consideren la lectura o los deberes un peaje necesario para ver la televisión, jugar a la consola o salir con los amigos.
Tomado de la vanguardia.
http://www.lavanguardia.com/estilos-de-vida/20130927/54388049724/escuela-los-12-errores-de-los-padres.html.



AGOSTO
Julia Tort.
·         Consecuencias de educar con castigos:
1. Cuando condicionas, restas seguridad
Imaginemos que alguien le dice a su hijo: “Si no obedeces, ya no te voy a querer”, o: “Te voy a regalar.” Cuando condicionas el amor, sin darte cuenta estás mermando la confianza y una parte muy importante de su seguridad e identidad personal.
2. Al usar condicionales, amenazas con un castigo
Honestamente evalúa cuántas veces mencionas “Si haces… te doy”, “si tú… entonces yo…” o “Si no… entonces no...”, “¡Te lo advierto!” y observa cómo siempre va de por medio la amenaza de un castigo, prohibiciones, retiro de privilegios o agresiones físicas, psicológicas y/o verbales.
3. Detienes la formación de tu hijo
Los castigos entrenan a tu hijo a “obedecer” y mientras haya reglas severas y “manipuladoras” qué seguir, mutilas su poder de decisión.
4. Dañas a tu hijo
Los castigos no son edificantes. Tal vez pienses que los castigos son “por el bien del niño”. Sin embargo estos métodos no edifican: La presión extrema en el castigado, genera violencia que puede ser expresada hacia los demás o hacia uno mismo (maltratos físicos, intento de suicidio o suicidio). Cuando un ser humano vive cuadros de impotencia a niveles altísimos de manera recurrente, pueden generarse trastornos mentales (psicosis, esquizofrenia, paranoia, etc.), debido a una desorganización neuropsicológica compleja, la cual altera la percepción de la realidad: causa ansiedad y despersonalización. Entonces, la conducta que deseas “corregir” se irá haciendo cada vez más compleja y negativa.
5. Ese daño es a corto, y a largo plazo
Los castigos traen consecuencias psicológicas nefastas, porque golpean directo a la identidad personal, de esta manera nacen paradigmas que limitan el poder de crear, de ejecutar y de atreverse a Ser: Cuando castigas severamente a tu hijo, éste podría enfrentar trastornos emocionales crónicos y en aumento, desde los más simples hasta los más graves pudiendo incluso requerir atención psiquiátrica.
·         ¿De qué manera los castigos dañan la personalidad?
El castigo puede poner al infante en polos opuestos, con efectos secundarios que dañan la personalidad profundamente:
1) Desafiante. Estado de rebeldía constante ante la autoridad.
2) Sumiso. Persona que está en la indefensión aprendida. En cualquiera de los dos casos, siempre el sujeto tiende a pensar: “hago algo que no está bien”, “soy inadecuado”, “me lo merezco y lo acepto (sumiso)”, o bien, “Soy de lo peor, lo acepto y además lo reafirmo constantemente (desafiante)”
·         Consecuencias de educar con premios
1. Inseguridad
Al ser tú quien decida —según tu juicio— qué es lo que tu hijo puede ser, hacer o tener, le traerá dificultades en su edad adulta porque siempre buscará la aprobación social para ejecutar acciones e irá en detrimento de su valoración interna.
2. Manipulable
Los premios son una manera de dominar. Eso puede ser una condicionante para regresar a castigar, porque el niño al recibir una recompensa, será vulnerable a ser nuevamente manipulado.
3. Falta de automotivación
Premiar, condiciona las respuestas. Por lo tanto, tu hijo siempre estará esperando recibir primero para después dar y si no hay recompensa entonces no habrá respuesta (esto es totalmente contrario a las leyes del éxito en la vida). Cuando el niño dentro de la tarea encuentra satisfacción, no es necesario condicionar con premios o amenazar con castigos.
Dentro del lenguaje que utilizas debe existir el “reconocimiento” que es distinto a la “recompensa”, lo que dices y la manera de hacerlo, marca contundentemente la diferencia entre guiones psicológicos de éxito o fracaso que tu hijo graba para el resto de su vida. Es opuesto que digas “gracias por guardar tus juguetes en su lugar” (reconozco tu trabajo y esmero) que bajo la misma experiencia digas, “¡Muy bien, guardaste tus juguetes en su lugar!” (Obedeciste – cumpliste con mis expectativas).
http://familias.com/ser%20padres/padres-conductistas-el-dano-que-causan-a-sus-hijos?Miriam





padre e hijo
JULIO

¡Qué duro es ver nuestros errores como padres desde otra perspectiva!

Historia para Reflexionar.




DePeru.com | Reflexiones


Era miércoles, 8:00 a.m., llegué puntual a la escuela de mi hijo. 

- No olviden venir a la reunión, es obligatoria - fue lo que la maestra escribió en el cuaderno del niño. 

- ¡Pues qué cree la maestra! ¿cree que podemos disponer del tiempo a la hora que ella diga? si supiera qué importante era la reunión que tenía a las 8:30 a.m., de aquí dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla!...

Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar.


No recuerdo qué dijo, mi mente estaba pensando cómo resolver lo de ése negocio, probablemente podríamos comprar una nueva televisión con el dinero que recibiría. 


Juan Rodríguez!... escuché a lo lejos. ¿no está el papá de Juan Rodríguez? dijo la maestra. 


- Sí, sí, aquí estoy!! contesté pasando a recibir la boleta de mi hijo.


Regresé a mi silla y me dispuse a verla. 


- ¿Para esto vine? ¿Qué es esto?... 


La boleta estaba llena de rojos 08 y 07. guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones de mi hijo.


De regreso a la casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba...., ¡si le doy todo! ¡nada le falta ¡ahora sí le va a ir muy mal!... 


Me estacioné y salí del carro, entré a la casa, tiré la puerta y grité:  


- Ven acá Juan!!! 


Juan estaba en su recámara y corrió a abrazarme.


- ¡Papi!... 


- ¡Qué papi, ni que nada! - lo retiré de mí, me quité el cinturón y no sé cuantos latigazos le di, al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. 


¡¡¡¡ Y te me vas a tu cuarto!!! - terminé.


Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba. 


Mi esposa no dijo nada, solo movió la cabeza negativamente y se fue... 


Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa me entregó otra vez   la libreta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco y me dijo: léela despacio y después toma tu decisión... 


Ésta decía así: 


Boleta de calificaciones para el papá  
ItTiempo que le dedica a su hijo
Calificación
de 0 a 20 
1En conversar con él a la hora de dormir08
2En jugar con él07
3En ayudarlo a hacer la tarea08
4En salir de paseo en familia07
5En contarle un cuento antes de dormir08
6En abrazarlo y besarlo07
7En ver la televisión con él08

él me había puesto ochos y sietes, a mí!!! Yo me hubiese calificado con menos de cinco... 

me levanté y corrí a la habitación de mi hijo, al verlo quise llamarlo y se me hizo un nudo en la garganta y dos gruesas lágrimas rodaron por mi mejilla en ese instante lo abracé y lloré...quería regresar el tiempo, pero era imposible... 


Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por sus lágrimas, me   sonrió, me abrazó y me dijo: ¡te quiero papi! cerró sus ojos y se durmió.  


¡Que duro es ver nuestros errores como padres desde esta perspectiva!.... 


démosle el valor a lo que realmente es de valor para nosotros: nuestra familia!!! 


Hay muchas personas que desean un hijo y no lo tienen, Dios te dio una familia apreciala, amala, compréndela.  
El día de mañana el señor te pedirá cuentas por tu familia y ¿qué le vas a responder?
Tomado de:http://www.deperu.com/historias-reflexion/que-duro-es-ver-nuestros-errores-como-padres-desde-otra-perspectiva-1244


JUNIO
Lectura interesante para que nos ayude a ubicar el ciclo inicial.

Siete colores para pintar el cuadro de la educación inicial

José Antonio Fernández Bravo es un maestro de maestros. Su doctorado en Ciencias de la educación con especialidad en didáctica lo respalda. Pero escucharlo hablar de los diálogos que establece con los niños y de su preocupación por que los adultos cambien la mirada con respecto a la educación infantil, es lo que verdaderamente confirma dicho título.
Para este español, todo proceso educativo debe empezar por preguntarse cómo se aprende para así definir cómo se enseña. Esto implica escuchar a los niños y “preguntarse por qué hacen lo que hacen y por qué dicen lo que dicen”, no con el ánimo de juzgar y determinar qué está bien y qué está mal en función de los ojos del adulto, sino para comprender que en sus acciones hay también un razonamiento totalmente lógico que a veces desconocemos.
“No entiendo cuál es el afán de querer hacer que procesos cognitivos se desarrollen de la misma manera en el cerebro del niño que en el cerebro del adulto. Nos empeñamos mucho, sobre todo con los niños pequeños, en que distingan cosas que habría que discutir si científicamente son o no válidas. Nos preocupamos mucho porque sepan pensar pero yo me preocupo mucho por pensar el saber, afirma José Antonio.
Para explicar cómo es eso de pensar el saber, este profesor de Educación infantil, primaria y secundaria nos presenta siete colores con los que quiere pintar el cuadro de la educación, siete saberes que se deben combinar en un todo y convertirse en el fin de todas las actividades que se les propongan a los niños; siete conceptos -cada uno acompañado de una historia en audio- expuestos en el Primer Congreso Internacional Buen Comienzo realizado en 2014, en Medellín.
El objetivo es distinguir “las necesidades del que aprende de los deseos del que enseña” y pintar de blanco las paredes para ponerlas a disposición de los niños, para que los maestros las dibujen con ellos y las construyan con ellos:
Rojo: Creer en sí mismos
Es fundamental que con los niños y las niñas las primeras actividades se dirijan a que permitamos que crean en sí mismos. ¿Cómo se hace esto? Con criterio, el criterio aporta valor, da firmeza y canaliza acciones.
Naranja: Querer hacer
A mí algunas veces me dicen: ‘Los pasos para resolver problemas son: primero, comprender el problema; segundo, planificar…’ y yo digo que no es verdad. El primer paso no es comprender el problema, el primer paso es querer resolverlo. No tiene sentido que dediques muchas horas a que comprendan el problema, dedícate muchas horas a que quieran resolverlo. ¿Cuánto tiempo dedicamos a hablar con los niños?, ¿cuántas preguntas hacemos cuya respuesta desconocemos? o ¿hacemos preguntas esperando la respuesta?
Amarillo: Descubrir, conquistar, investigar, indagar
Una vez le pregunté a un niño: ¿Qué ves?


El niño miró y dijo: Dos dedos

Yo le dije: ¿Quieres mirar bien?

El niño empezó a decir: Un brazo de para arriba

Yo le pregunté: ¿Pero estás seguro que ves un brazo de para arriba?

¿Sabes que al final el niño terminó diciendo lo que yo quería que dijera?, ¿sabes que lo que respondió con la pregunta ‘qué ves’ yo no lo tuve en cuenta?, ¿sabes que la lección que yo le di fue terrorífica?, ¿sabes que la primera respuesta que él dio –dos dedos– se debe a su razonamiento y todas las demás son fruto de la adivinación forzada por mí a través de la intimidación?, ¿qué lección le estás dando? “Cuando te pregunten por lo que ves no tienes que decir lo que ves, tienes que decir lo que yo quiero que veas”. ¿Crees que alguien va a desarrollar su pensamiento con estas lecciones?
A mí lo que me importaba era que niños tan pequeños vieran que a todos se les aplaudía pero que no se les aplaudía como en el 90% de situaciones en el entorno educativo: porque coincide la respuesta. No, no se les aplaude porque coincida la respuesta, es más, veían que sus respuestas eran diferentes y todas se aplaudían. Lo que se aplaude es la capacidad de explicación, de argumentación, el que tú puedas decir qué has hecho y por qué lo has hecho. Las operaciones del pensamiento no son la adición ni la sustracción, son la capacidad de explicación, de argumentación. Esto es por lo que la vida te va a aplaudir. La vida no te va a aplaudir porque tus respuestas coincidan con las de tus compañeros. No será cuestión de investigar qué respuesta nos da a todos sino qué respuesta me da a mí que yo sepa explicar.
Verde: Conocimiento
Hoy nos asombra a todos el conocer, pero yo quiero que distingamos entre contenido y conocimiento. Contenido es lo que se enseña y conocimiento es lo que se aprende, es una diferencia grande que debemos tener en cuenta. Con el contenido jamás se enseñará a pensar, con el conocimiento sí. Las asignaturas son medios para desarrollar el pensamiento, no son fines en sí mismas, y algunos de nosotros creemos que subir el nivel consiste en adelantar contenidos, y eso no es verdad. Muchas veces creemos que si dividen con cinco años, mejor, es mejor escuela. No, el conocimiento se va, el conocimiento huye cuando hay un contenido exagerado al que no le corresponde.
Azul claro: Comprensión
La pregunta fundamental no es cómo de bien realiza el niño el ejercicio que hace, la pregunta fundamental es cuánto de bien le hace al niño el ejercicio que realiza. Por eso hay que pensar el saber. Muchas veces me dicen: “Dame ejercicios para llevarlos al aula, dame problemas para llevarlos a la clase, para que no me falten, dame”. Y yo digo: “Llenas el aula de tantas cosas que ya no cabes tú y ya no cabe el niño. ¿Por qué no vas tú?, ¿por qué no te das cuenta que más que llevar al aula lo que tienes que hacer es ver lo que tienes dentro que hay que sacar de ella?”
Es el niño, es la niña a los que hay que aprender a escuchar y esa escucha es la que me va a dar el conocimiento y la comprensión que yo quiero para ellos.
Azul oscuro: Encontrarse a sí mismo y encontrarse con los demás
Hay que abrir la mirada para encontrarse con el mundo, para encontrarse con sí mismos, para dialogar con el universo. La diversidad, la pluralidad, no se deben solo a la forma de ser de un niño sino a las metodologías adoptadas para producir ese aprendizaje.
Violeta: Crear
Para crear hay que creer en sí mismos, creer en sí mismos es el contenido previo que me va a permitir querer hacer, buscar conocimiento, encontrarme conmigo mismo y con los demás, comprender. Todo eso me va a permitir alcanzar el más alto nivel del ser humano: crear.
Crear es jugar con posibilidades de acción, permitir que haya muchos “también”. Habitualmente en el entorno educativo se les dice a los niños: “Así se suma, así se resta, así se calcula el área”. Yo quiero que se les diga: “Así se multiplica y también así y así también”. Hay muchos “también” y esa grandeza de muchos “también” va a contribuir a que nuestros niños y nuestras niñas sean capaces de crear. La fiabilidad de lo que un profesor enseña se representa en la validez de lo que un alumno es capaz de crear.
José Antonio Fernández Bravo recuerda que cada acción que hagamos debe estar destinada a desarrollar a la persona, y concluye: “Creer en sí mismo para querer hacer, para indagar y conquistar, para obtener conocimiento, para comprender, para encontrarme con el mundo, para poder crear. Ahí están los saberes. Pero no son materias, no pueden ser asignaturas, no pueden ser estancos, no tiene sentido que el martes yo descubra y el miércoles yo indague. Esto hay que combinarlo adecuadamente, esto hay que integrarlo en un todo”.

MAYO


¿Qué hay detrás de los niños indisciplinados?

¿Qué hay detrás de los niños indisciplinados?

Indisciplina. Gran dilema y gran problema. En ocasiones no nos damos cuenta de estas actitudes hasta cuando ya es demasiado tarde, cuando las reacciones de nuestros niños ya no nos arrancan una sonrisa sino una mueca de preocupación o enfado. Una negativa, una rabieta, una reacción desafiante que ataca nuestra autoridad o de los educadores. ¿Cómo resolver estos problemas? o más aún… ¿Qué provoca estos comportamientos en los más pequeños? Veámoslo.

LO QUE HAY DETRÁS DE UN NIÑO INDISCIPLINADO

Los educadores y profesionales en materia educativa nos lo advierten: detrás de un niño indisciplinado hay, efectivamente, un modelo educativo incorrecto. Hemos de tenerlo claro, a medida que los niños crecen van buscando nuestros límites y a querer disponer de su propia autonomía, sin comprender aún las reglas de la sociedad. Pueden volverse exigentes y autoritarios, incapaces de resistir la frustración, demandantes continuos de atención, objetos, complacencias y autoderechos
.Son niños a los que no se les ha controlado ni establecido un límite. La indisciplina, es en esencia una falta de control y orientación por parte de quienes tienen la responsabilidad de educar. Bien es verdad que cada niño es único, que dispone de una personalidad propia y de un carácter que, seguramente, no sea igual a la del hermano, por ejemplo.
Pero es tarea de todos nosotros, bien como padres, madres, abuelos, maestros o psicólogos, encauzar cada comportamiento a esos límites donde hemos de aprender a vivir en sociedad respetándonos los unos a los otros. En armonía. Si un niño no ve los límites, no dejará de encontrar más y más frustración, porque jamás verá cumplidas sus necesidades y deseos. No sabrá respetar a los demás, ni tampoco a sí mismo.
En ocasiones podemos ver a muchos padres y madres, ligeramente despreocupados de aquello que es importante para el niño. Son modelos educativos demasiado permisivos, a veces incluso poco afectivos, nerviosos, incoherentes en sus normas… dimensiones que poco a poco van modelando a esos niños indisciplinados que todos conocemos y hemos visto alguna vez.

EDUCACIÓN CONSCIENTE Y DISCIPLINADA

Para educar niños disciplinados, es necesario que asumamos una serie de ideas básicas:
-Hemos de asumir nuestra autoridad. Pero ojo, con autoridad no se asocia en absoluto el levantar la voz, gritar, aplicar normas inflexibles o castigos severos. Disponer de autoridad significa que como padres, tenemos la responsabilidad -y la obligación- de educar personas que han de vivir en sociedad. Personas que comprenden las normas, que aprenden a ser independientes a tomar responsabilidades y a respetar a los demás. Nuestras órdenes deberán ser coherentes y lógicas.
-Aprender a poner límitesSon esenciales a la hora de educar. Los niños deben saber lo que está bien y lo que está mal, lo que se espera de ellos en cada situación y lo que pueden hacer y lo que no. Si estos límites son coherentes y se mantienen en el tiempo, los niños serán capaces de asumirlos y crecerán comprendiendo las normas. Si no saben donde están los límites, educaremos jóvenes con poca resistencia a la frustración, personas en esencia infelices e insatisfechas.

-Educación democrática. Es básica. Toda norma habrá de negociarse, explicando también qué finalidad tienen. Hay que mostrar cercanía y comprensión a los niños, que sepan que siempre van a ser escuchados, que sus palabras tienen importancia y que, nuestras reglas, tienen como finalidad instruirles para enseñarles que la sociedad en la que viven, también está a su vez, formada por normas. Hay que poner ejemplos, establecer una comunicación abierta, fluida donde no hayan chantajes ni dobles sentidos.
Debemos ir con cuidado. Los niños indisciplinados son en ocasiones el reflejo de una educación errónea, permisiva y poco interesada. Como padres, como educadores, entendemos que tener hijos supone una gran responsabilidad. Supone esforzarnos y servir a su vez como modelo, como orientadores hacia una sociedad en la que aprender a ser feliz. Y para ser felices debemos saber respetar, valorar, escuchar, ceder, asumir y emprender... todo ello nos lo enseña la disciplina.
Cortesía imagen Nicoletta Ceccoli




ABRIL
LOS ZAPATOS NUEVOS

Bonita reflexión

MARZO

AUTOESTIMA




TOMADO DE IMAGENES GOOGLE.COM.CO

En Psicología, la autoestima, también denominada sinamatogria del latin simato amor propio o auto apreciación, es la percepción emocional profunda que las personas tienen de sí mismas. Puede expresarse como el amor hacia uno mismo. Es un aspecto básico de la inteligencia emocional.
La percepción emocional puede fácilmente llegar a sobrepasar en sus causas a la racionalización y la lógica del individuo. Por ello, tener una buena autoestima implica ser conscientes de las virtudes y defectos propios (autoconcepto) así como de lo que los demás realmente dicen de uno (heteroconcepto) y sienten hacia uno (heteroestima), aceptando
todo ello en su justa medida, sin amplificarlo ni reducirlo, sabiendo y afirmando que en cualquier caso uno es valioso y digno. Implica, por lo tanto, el respeto hacia uno mismo y consecuentemente hacia los demás.

La autoestima es el requisito indispensable para las relaciones interpersonales
y humanas sanas. El amarse así mismo permite que puedas amar y respetar a los demás. (es.wikipedia.org)

Tipos de Autoestima
La autoestima se puede desarrollar en las personas de tres formas
- Autoestima Alta (Normal): La persona se ama, se acepta y se valora
tal cual es.
- Autoestima Baja: La persona no se ama, no se acepta y no se
valora en sus cualidades.
- Autoestima Inflada: La persona se ama más que a los demás y
valora exageradamente sus cualidades

Componentes:
• Autoconcepto: Qué piensas de tí mismo.
• Autoimagen: Qué tanto te gustas.
• Autoestima: Qué tanto te quieres.
• Autoeficacia: Qué tanta confianza te tienes.
Formación de la Autoestima. Siguiendo a Campos y Muños, (1992) podemos explicar la formación de la autoestima a partir de los siguientes elementos:
Elementos Forjadores de una autoestima alta
El niño y la niña desde
- Pequeño es tratado con amor- Se le da seguridad,
- Se le aplican normas conductuales firmes, no violentas
- Se le enseña a respetar a las personas
- Se le enseña que puede soñar
- Que logrará todo lo que se proponga
- Se le llama la atención con amor
- Se le cuida su salud, en forma normal
- Se le ayuda a ser independiente

Valores Primordiales De la Autoestima
Nuestra valía: Queda demostrada por el sencillo hecho de que, si nos
lo proponemos, somos capaces de mejorar, aprender y progresar en todos
los sentidos.

Autoestima, Sentimientos y Conexión Todos somos genios en potencia, según el campo o el entorno nos motive o interese lo suficiente, tenemos la posibilidad de empezar a serlo en cualquier momento o etapa de nuestra valía.

Nuestra importancia: Todos somos únicos e irrepetibles; ser consciente nuestra importancia, significa darnos cuenta de que, por ser personas y seres creados a semejanza de Dios, tenemos la capacidad de marcar una diferencia tanto en nuestra vida como en nuestras relaciones con los demás y en cualquier momento de nuestra existencia. Nuestra responsabilidad: Nuestra valía e importancia no reside sólo en ser como somos, implica nuestra capacidad y disposición para asumir la responsabilidad de nuestro crecimiento, evolución, actuación en la vida y los resultados que consigamos de la misma. Ser responsable significa tener la disposición de crear en nuestra vida y en nuestras relaciones
unas situaciones que nos permitan actuar de la forma más beneficiosa para nosotros y los demás. Si sabemos que somos importantes, con valía, con capacidad suficiente, estamos actuando desde un espacio de libertad, autonomía y responsabilidad.
Test de autoestima
1. Cuando alguien te pide un favor que no tienes tiempo o ganas de
hacer...
a. Pese a todo lo hago, no sé decir que no.
b. Doy una excusa por tonta que sea para no tener que hacer ese
favor.
c. Le digo la verdad, que no me apetece o no puedo hacer lo que me
pide.
2. Viene alguien a interrumpirte cuando estás trabajando o haciendo
algo que consideras importante ¿qué haces?
a. Le atiendo, pero procuro cortar cuanto antes con educación.
b. Le atiendo sin mostrar ninguna prisa en que se marche.
c. No quiero interrupciones, así que procuro que no me vea y que
otra persona diga que estoy muy ocupado.

3. ¿Cuando estás en grupo te cuesta tomar decisiones?
a. Depende de la confianza que tenga con la gente del grupo, me
cuesta más o menos.
b. Normalmente no me cuesta tomar decisiones, sea donde sea.
c. Sí, me suele costar mucho tomar cualquier decisión cuando estoy
en grupo.
4. Si pudieras cambiar algo de tu aspecto físico que no te gusta...
a. Cambiaría bastantes cosas para así sentirme mucho mejor y estar
más a gusto con la gente.
b. Estaría bien, pero no creo que cambiara nada esencial de mi vida.
c. No creo que necesite cambiar nada de mí.

5. ¿Has logrado éxitos en tu vida?
a. Sí, unos cuantos.
b. Sí, creo que todo lo que hago es ya un éxito.
c. No.

6. En un grupo de personas que discuten ¿quién crees que tiene razón?
a. Normalmente la razón la tengo yo.
b. No todos, sólo algunos. Generalmente la mayoría da versiones
válidas de la realidad.
c. Todas las personas aportan puntos de vista válidos.

7. Tu superior protesta o te regaña en voz bastante alta por un trabajo
tuyo diciendo que está mal hecho...
a. Le escucho atentamente, procurando que la conversación se des
víe a una crítica constructiva y poder aprender de mis errores.
b. Que eleve la voz no se justifica en ningún caso. No tiene ningún
derecho a tratarme así, por lo que no puedo escuchar lo que me
dice hasta que no baje su tono de voz.
c. Me molesta que me regañe y lo paso mal.

8. Te preocupa mucho la impresión que causas sobre los demás, si
caes
bien o no...
a. Mucho, no soporto que alguien me tenga mal considerado.
b. No siempre, sólo cuando me interesa especialmente la amistad
de
la otra persona.
c. Lo que los demás piensen de mí no influirá en mi forma de ser.

9. ¿Preguntas, indagas, averiguas lo que la gente prefiere de ti y lo que
no?
a. Sí, aunque me llevo algunos disgustos.
b. Sí y disfruto conociéndome a mi mismo a través de los otros.
c. No pregunto nada, por si acaso me encuentro con respuestas que
hubiera preferido no escuchar.

10. ¿Crees que podrías lograr cualquier cosa que te propusieras?
a. Sólo algunas cosas de las que pienso son posibles.
b. Me cuesta conseguir lo que quiero, no creo que pudiera.
c. Con trabajo, suerte y confianza, seguro que sí.

11. ¿Estás convencido de que tu trabajo tiene valor?
a. No estoy convencido, hago lo que puedo porque tenga un valor.
b. No, más bien pienso que muchas veces no tiene valor ninguno.
c. Estoy convencido de que tiene mucho valor.

12. Me considero una persona tímida...
a. Depende del ambiente en que me mueva puedo ser más o menos
tímido/a.
b. No me cuesta hacer amigos ni relacionarme en cualquier situación
c. Creo que soy una persona especialmente tímida.

13. ¿Qué sientes cuando alguien recién conocido descubre por primera
vez algún defecto que estabas ocultando?
a. Esta pregunta presupone que oculto mis defectos, en cualquier
caso mi respuesta es que no me importa y que prefiero que los
conozca cuanto antes.
b. Me siento muy mal y desde ese momento mi relación con esa per
sona ya no es la misma.
c. Me resulta incómodo, pero procuro no darle mayor importancia.

14. ¿Te has sentido herido alguna vez por lo que te ha dicho otra per
sona?
a. Sí, me he sentido herido muchas veces.
b. No hay nada que puedan decir que pueda herirme.
c. Sí, pero sólo por palabras dichas por personas muy queridas.

15. Si pudieras cambiar algo de tu carácter, ¿qué cambiarías?
a. Nada.
b. No lo sé, son muchas cosas.
c. Alguna cosa.

16. Cuando has tenido algún fracaso amoroso, ¿de quién has pensado
que era la culpa?
a. Mía, normalmente.
b. Del otro, normalmente.
c. Cada fracaso es distinto, a veces uno a veces otro.

17. Si realizas un gran trabajo, ¿no es tan gran trabajo si nadie lo reconoce?
a. Efectivamente, si nadie reconoce el valor de mi trabajo no
merece tanto la pena.
b. El valor de cualquier trabajo es independiente del juicio de quien
sea.
c. El valor de mi trabajo soy yo el único que puede juzgarlo.

18. ¿Alguna vez sientes que nadie te quiere?
a. No es que lo sienta, es que es verdad que nadie me quiere.
b. Si, a veces siento que nadie me quiere.
c. No, sólo en alguna ocasión siento que no me comprenden, pero
no es lo mismo.
d. Las personas a las que todo el mundo quiere no valen nada, sólo los grandes generan odios y enemigos.
e. Nunca me siento así, las personas que me rodean me aprecian.

19. Si repetidamente en reuniones de trabajo o grupos de estudio tus
ideas no se tienen en cuenta...
a. Pienso que no merece la pena el esfuerzo porque mis ideas no
son tan buenas como creía y procuro atender a las ideas de los
otros, dejando en adelante de ofrecer más ideas.
b. Lo considero una estadística desfavorable, pero continúo apor
tando mis ideas si se me ocurre alguna interesante.
c. Abandono el grupo, ya que mis ideas no son tenidas en cuenta y
procuro formar otro en el que soy el líder o ir en solitario.

20. ¿A dónde crees que te lleva tu forma de ser?
a. Hacia una mejora constante.
b. Al desastre.
c. A la normalidad.
Las respuestas están en http://www.psicoactiva.com/tests/test4.htm

                              FEBRERO

10 tips para lograr buenos hábitos alimenticios en los niños

Por: Nathaly Marcus/ Miriam Schievenini
Tomado de imagenes gifs de google.com




Consejos para lograr que tus hijos se acostumbren a comer bien y de todo. ¡Adiós a los remilgos!

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El rol que juegan los padres en la formación de buenos hábitos de alimentación y estilo de vida de sus hijos es muy importante para que ellos puedan gozar de una vida saludable. Aquí les damos algunos consejos que pueden seguir cuando implementen reglas y hábitos de alimentación en sus hijos.

Consejos básicos1) Es importante que los niños tengan tiempo suficiente para comer sin prisa o ansiedad, no sólo para que se logre una buena masticación y con ello una digestión adecuada, sino también para que las comidas sean un momento placentero, de comunicación y convivencia con la familia.

2) Acostúmbralos a que realicen 5 comidas al día, es decir, tres comidas mayores (desayuno, comida, cena) y dos refrigerios, uno a media mañana y otro a media tarde.
3) Establece horarios de comidas. Evita que se salten sobre todo los comidas principales.

4) Recuerda que los padres son responsables de la calidad de los alimentos, y  son los encargados que los alimentos que tengan en casa sea de un alto valor nutritivo para sus hijos.
5) Se debe de evitar la mala costumbre de comer mientras se ve la televisión, están en la computadora o jugando video juegos; ya que se pierde la noción de cuánto y qué se está comiendo.
6) En relación con el consumo de golosinas, refrescos, pastelitos, dulces, se recomiendarestringir su consumo, pero sin llegar a prohibirlos pues de cualquier forma estos estarán a su alcance. Tampoco deben ser utilizarlos como premios, pues adquieren mayor importancia de la que tienen y el niño lo apetecerá aún más. Se pueden incluir ocasionalmente como parte de refrigerios.
7) La dieta debe de ser completa, es decir que incluya los 3 grupos de alimentos en cada comida principal (frutas y/o verduras, cereales, proteína). No tienes que servir una poción grande en su plato, la idea es que siempre tengan color y variedad en cada platillo para que así puedan cubrir sus requerimientos de vitaminas y nutrimentos.
8) Evita ofrecerles alimentos fritos o empanizados, acostúmbralos a que disfruten del sabor original de los alimentos.
9) Evita que consuman refrescos, éstos sólo les aportan calorías vacías (azúcar), que carecen de nutrimentos. Mejor sustitúyelos por agua natural o de frutas con muy poca azúcar.
10) Haz que las actividades físicas, deportivas o recreativas sean parte de su rutina diaria: natación, karate, bici, esto además de ayudarles a su crecimiento les ayudará a ser disciplinados.
La base de una vida saludable está en casa y en lo que los padres transmitan a sus hijos. Miriam Schievenini - Nutrióloga



BIENVENIDOS NIÑAS Y PADRES 2015





DICIEMBRE
Agradecimiento a todos los padres de familia por su colaboración en el 2015.


NOVIEMBRE
NORMATIVAS DE PREESCOLAR.
Es importante que como padres conozcan desde que normativas nos regimos en preescolar, 
1-Existen  LOS LINEAMIENTOS CURRICULARES DE  MEN.
http://bibliotecadigital.magisterio.com.co/node/4106?section=4202.Según el ministerio esto debe aprender un niño en esa edad.

 Y en el distrito nos basamos en los lineamientos pedagógicos de BIENESTAR SOCIAL

En el distrito existe un trabajo por ciclos conformados así:
1- CICLO  conformado por .
Preescolar, primero y segundo 
2- CICLO . tercero, cuarto.
3-CICLO. Quinto,sexto, séptimo
4-CICLO.Octavo ,noveno
5-CICLO. décimo y once.
Todos los procesos del primer ciclo se inician en preescolar y culminan en segundo de primaria, todo este tiempo es donde los niños aprenden a leer y escribir , contar restar sumar y multiplicar , los enlaces que publico sirven para que los lean y tengan un criterio más profundo acerca de lo que las niñas deben aprenden en preescolar,los Colegios Públicos  nos regimos por la ley . 



OCTUBRE

Para que estemos informados.










































































































































































































Educación inicial o preescolar?

En buena hora el Ministerio de Educación está liderando la reglamentación de la educación inicial.
No hay que atravesar la mar incógnita o mandar naves a Marte para transformar los límites del mundo, y los científicos de este milenio nos han revelado hallazgos que teníamos casi en nuestras narices. Me refiero al cerebro humano, esa tierra incógnita con tantas zonas sin explorar, y, específicamente, al reino de la posibilidad, situado en el cerebro infantil. Gracias a las neurociencias, hoy sabemos que durante la primera infancia, entre los cero y los seis años, se construye la arquitectura cerebral y que nuestras formas de aprender, de expresarnos, de pensar y de sentir se ubican en ese tiempo fértil, que se va y no vuelve y que permanece en lo que somos.
Los hallazgos sobre la plasticidad cerebral, sobre el desarrollo colosal de los primeros años y sobre el impacto de la intervención en primera infancia han sido documentados también por economistas como James Heckman, premio nobel de Economía, cuyas investigaciones muestran que los bebés nacen con capacidades similares y que la calidad de la intervención en los primeros años los discrimina y crea brechas que se mantienen durante el resto de la vida.

De ahí que la atención integral entre cero y seis años se haya convertido en un imperativo político que garantiza el derecho a la educación, en un ahorro que evita gastos remediales y en una oportunidad para cambiar el curso del desarrollo, no solo de los niños y sus familias, sino de los países. Este “descubrimiento” sobre el poder de la primera infancia ha transformado la política educativa, pues ahora es forzoso reconocer que lo “básico” para aprender en igualdad de condiciones se construye mucho antes de llegar a la educación básica. El reto educativo del milenio, por consiguiente, busca las bases de la educación en ese punto cero donde se forman los cimientos de la vida.
La educación inicial es ese punto cero y, por dirigirse a la primera infancia, tiene una identidad propia, unos propósitos y unas propuestas específicas, relacionadas con las características de esos niños. En ese sentido, cabría revisar el nombre mismo de educación “preescolar”, que parece sugerir una especie de antesala: una “preparación” para antes de la escuela, como si bastara con añadir un prefijo a las disciplinas escolares –prelectura, preescritura, prematemáticas– y hacer lo mismo de la básica primaria, pero “encogido” a una talla menor.
Si bien esa idea de los “prerrequisitos” escolares ha sido superada en las orientaciones pedagógicas nacionales y regionales de Colombia, hay algo instalado en nuestra cultura, quizás producto de la forma como fuimos preeducados, que confunde educación inicial con precocidad y que aburre a los más pequeños “enseñándoles” cosas que ya saben (listas de frutas, de animales, de colores), condenándolos a hacer planas sin sentido y saltándose procesos necesarios como correr, saltar, jugar, explorar el medio, embadurnarse y disfrutar el arte y la literatura.
En buena hora el Ministerio de Educación está liderando la reglamentación de la educación inicial, a partir del trabajo intersectorial realizado en el país, para establecer un marco que regule esta educación tan reciente y la articule con la educación básica. El día en que un examen de admisión a los 4 años se considere tan violatorio de los derechos de los niños como el trabajo infantil, y en el que todo el sistema educativo se comprometa a facilitar el tránsito armónico de un ciclo al siguiente, brindando la educación que se requiere en cada momento vital, la reglamentación estará instalada en la cultura. Entre tanto, el primer paso es establecer lo que se puede (y lo que no se puede hacer) para educar a los que habitan en ese reino de la posibilidad, donde todo sucede aquí y ahora.
YOLANDA REYES
Por ahora La educación inicial se está rigiendo por los lineamientos pedagógicos y curriculares de Bogota.





































































































SEPTIEMBRE




AGOSTO 2015


LA HIPERXESUALIDAD DE LAS NIÑAS: ARREBATO LA INFANCIA.

Como muñecas de trapo, vestidas como adultas, con las uñas apenas crecidas pero pintadas y make up... Así ‘sueñan’ verse “arregladas” muchas niñas. También nenes, con sus minúsculas chombitas “haciendo juego”. Looks atravesados por la proyección de sus propios padres. 

Las nenas suelen ser las más perjudicadas en este sentido por la vulnerabilidad a las que las expone el propio género. No se puede generalizar claro está, pero desde los medios (realities de reinas de belleza, niñas que dejan de estudiar por ser modelos, etc.) a la realidad misma, se pueden ver ejemplos concretos de este tipo de  casos. Un análisis con la psicopedagoga Mónica Coronado para proteger lo más preciado que tienen los niños: su infancia.

“Mi mamá...me mi...metiza”
Una proyección permanente, un modo de superar las propias frustraciones y lograr la mímesis de la hija, una manera de lograr el reconocimiento ajeno... Tantas razones como la psiquis adulta pueda generar, para atravesar negativamente las vidas de sus hijas.

“Los padres las tratan como pequeñas adultas, reemplazan juegos o introducen nuevos con elementos de estética, cargando sobre la niña la necesidad de tener una imagen y ‘gustar’. Esta necesidad de gustar y agradar es la clave. Entonces si no son bellas, dulces y dóciles, no se las quiere”, cuenta Coronado.

- ¿Qué implica la denominada ‘hipersexualidad’ en las niñas?

-  Es un manejo mercantilizado del cuerpo, en donde el valor de alguien pasaría por su capacidad de gustar. Si bien a todos nos agrada arreglarnos y vernos bien, el matiz cambia cuando se sexualiza o se usan poses, ropa o arreglos que enfatizan atributos que no corresponden a una edad tan temprana.

- ¿Qué lleva a los padres a actuar de esta manera?

- Ganarse el afecto y reconocimiento a través del aspecto y de actitudes falsamente “femeninas”.

¿Se da más en niñas que en niños?

- Sí, porque se las cría como “princesas”; aunque he visto últimamente muchos varoncitos vestidos como si fueran la fantasía del novio de la mamá... Tengo ejemplos concretos en este sentido de un nene de 3 añitos al que visten como si fuera Iván de Pineda, con anteojos Ray Ban incluidos.

- ¿Cuál es precio para esos chicos ‘hipersexualizados’ cuando llegan a adolescentes?

- Vivir pendientes de algo que para ellos no tiene significado (la moda), estar atados a la aprobación ajena y tener una pobre imagen de sí mismos como seres humanos pensantes y con valores.
En la escuela se ve el correlato en las relaciones con los demás y quizá el rendimiento. El precio es altísimo: hablamos de una identidad construida sobre lo mas frágil, el juicio ajeno; la pérdida de espacios de juegos creativos, preocupaciones adultas. 

- ¿Qué le dirías a esos padres que no saben cuál es el límite respecto a este tipo de crianza? 

- Un desarrollo sano tiene barreras generacionales funcionales. Implica dejar de lado el narcisismo e internalizar que un niño no es una versión mejorada de uno mismo, sino un ser humano cuya actividad fundamental es el juego.
Que una nena juegue con el maquillaje de la mamá es lógico, pero no lo es que viva preocupada por cómo se ve,  o si está bonita. Todas las niñas lo son. No necesitan más que su alegría. El límite es una cuestión de lógica sin llegar a los extremos.
TOMADO DE:http://www.losandes.com.ar/article/la-hipersexualidad-en-las-ninas-arrebato-a-la-infancia


JULIO 2015



5 heridas emocionales de la infancia que persisten cuando somos adultos





Los problemas vividos en la infancia vaticinan cómo será nuestra calidad de vida cuando seamos adultos. Además, estos pueden influir significativamente en como nuestros niños de hoy actuarán mañana y en como nosotros, por otro lado, afrontaremos las adversidades.
Así, de alguna forma, a partir de estas 5 heridas emocionales o experiencias dolorosas de la infancia, conformaremos una parte de nuestra personalidad. Veamos a continuación cuáles son nuestras heridas definidas por Lisa Bourbeau.

1- El miedo al abandono


La soledad es el peor enemigo de quien vivió el abandono en su infancia. Habrá una constante vigilancia hacia esta carencia, lo que ocasionará que quien la haya padecido abandone a sus parejas y a sus proyectos de forma temprana, por temor a ser ella la abandonada. Sería algo así como “te dejo antes de que tú me dejes a mí”, “nadie me apoya, no estoy dispuesto a soportar esto”, “si te vas, no vuelvas…”.
Las personas que han tenido experiencias de abandono en la infancia, tendrán que trabajar su miedo a la soledad, su temor a ser rechazadas y las barreras invisibles al contacto físico.
La herida causada por el abandono no es fácil de curar. Así, tú mismo serás consciente de que ha comenzado a cicatrizar cuando el temor a los momentos de soledad desaparezca y en ellos empiece a fluir un diálogo interior positivo y esperanzador.

2- El miedo al rechazo 

Es una herida muy profunda, pues implica el rechazo de nuestro interior. Con interior nos referimos a nuestras vivencias, a nuestros pensamientos y a nuestros sentimientos.
En su aparición pueden influir múltiples factores, tales como el rechazo de los progenitores, de la familia o de los iguales. Genera pensamientos de rechazo, de no ser deseado y de descalificación hacia uno mismo. 
La persona que padece esta dolorosa experiencia no se siente merecedora de afecto ni de comprensión y se aísla en su vacío interior por el miedo de ser rechazado. Es probable que, si hemos sufrido esto en nuestra infancia, seamos personas huidizas. Por lo que debemos de trabajar nuestros temores, nuestros miedos internos y esas situaciones que nos generan pánico.
Si es tu caso, ocúpate de tu lugar, de arriesgar y de tomar decisiones por ti mismo. Cada vez te molestará menos que la gente se aleje y no te tomarás como algo personal que se olviden de ti en algún momento.

3- La humillación


Esta herida se genera cuando en su momento sentimos que los demás nos desaprueban y nos critican. Podemos generar estos problemas en nuestros niños diciéndoles que son torpes, malos o unos pesados, así como aireando sus problemas ante los demás; esto destruye la autoestima infantil.
El tipo de personalidad que se genera con frecuencia es una personalidad dependiente. Además, podemos haber aprendido a ser “tiranos” y egoístas como un mecanismo de defensa, e incluso a humillar a los demás como escudo protector.
Haber sufrido este tipo de experiencias requiere que trabajemos nuestra independencia, nuestra libertad, la comprensión de nuestras necesidades y temores, así como nuestras prioridades.
Captura

4- La traición o el miedo a confiar


Surge cuando el niño se ha sentido traicionado por alguno de sus padres principalmente, no cumpliendo sus promesas. Esto genera una desconfianza que se puede transformar en envidia y otros sentimientos negativos, por no sentirse merecedor de lo prometido y de lo que otros tienen.
Haber padecido estos problemas en la infancia construye personas controladoras y que quieren tenerlo todo atado y reatado. Si has padecido estos problemas en la infancia, es probable que sientas la necesidad de ejercer cierto control sobre los demás, lo que frecuentemente se justifica con un carácter fuerte.
Estas personas suelen confirmar sus errores por su forma de actuar. Requiere trabajar lapaciencia, la tolerancia y el saber vivir, así como aprender a estar solo y a delegar responsabilidades.

5- La injusticia


Se origina en un entorno en el que los cuidadores principales son fríos y autoritarios.En la infancia, una exigencia en demasía y que sobrepase los límites generarásentimientos de ineficacia y de inutilidad, tanto en la niñez como en la edad adulta.
Las consecuencias directas en la conducta de quien lo padece será la rigidez, pues estas personas intentan ser muy importantes y adquirir un gran poder. Además, es probable se haya creado un fanatismo por el orden y el perfeccionismo, así como la incapacidad para tomar decisiones con seguridad.
Requiere trabajar la desconfianza y la rigidez mental, generando la mayor flexibilidad posible y permitiéndose confiar en los demás.
Ahora que ya conocemos las cinco heridas del alma que pueden afectar a nuestro bienestar, a nuestra salud y a nuestra capacidad para desarrollarnos como personas,podemos comenzar a sanarlas.
Imágenes cortesía de natalia_maroz y jrcasas
Fuente de la idea: Bourbeau, L. (2003) Las cinco heridas que impiden ser uno mismo. OB Stare.







Tomado de http://educarcontraelacosoescolar.blogspot.com/2012/05/imagenes-sobre-el-acoso-escolar.htm



MAYO 2015
Tomado de :http://www.shutterstock.com/es/pic.mhtml?id=151705490


Tomado de https://www.google.com.co
EDUCACIÓN CONSCIENTE Y DISCIPLINADA


Para educar niños disciplinados, es necesario que asumamos una serie de ideas básicas:
-Hemos de asumir nuestra autoridad. Pero ojo, con autoridad no se asocia en absoluto el levantar la voz, gritar, aplicar normas inflexibles o castigos severos. Disponer de autoridad significa que como padres, tenemos la responsabilidad -y la obligación- de educar personas que han de vivir en sociedad. Personas que comprenden las normas, que aprenden a ser independientes a tomar responsabilidades y a respetar a los demás. Nuestras órdenes deberán ser coherentes y lógicas.
-Aprender a poner límitesSon esenciales a la hora de educar. Los niños deben saber lo que está bien y lo que está mal, lo que se espera de ellos en cada situación y lo que pueden hacer y lo que no. Si estos límites son coherentes y se mantienen en el tiempo, los niños serán capaces de asumirlos y crecerán comprendiendo las normas. Si no saben donde están los límites, educaremos jóvenes con poca resistencia  a la frustración, personas en esencia infelices e insatisfechas.
-Educación democrática. Es básica. Toda norma habrá de negociarse, explicando también qué finalidad tienen. Hay que mostrar cercanía y comprensión a los niños, que sepan que siempre van a ser escuchados, que sus palabras tienen importancia y que, nuestras reglas, tienen como finalidad instruirles para enseñarles que la sociedad en la que viven, también está a su vez, formada por normas. Hay que poner ejemplos, establecer una comunicación abierta, fluida donde no hayan chantajes ni dobles sentidos. 
Debemos ir con cuidado. Los niños indisciplinados son en ocasiones el reflejo de una educación errónea, permisiva y poco interesada. Como padres, como educadores,  entendemos que tener hijos supone una gran responsabilidad. Supone esforzarnos y servir a su vez como modelo, como orientadores hacia una sociedad en la que aprender a ser feliz. Y para ser felices debemos saber respetar, valorar, escuchar, ceder, asumir y emprender... todo ello nos lo enseña la disciplina.
 
Tomado de :LA MENTE ES MARAVILLOSA.


ABRIL 2015
Que tipo de padres debemos ser.


MARZO 2015
Consejos para mejorar la autoestima en los hijos.


Tomado de You tube.http://youtu.be/bXg7JR-U2sM

FEBRERO





























BIENVENIDOS PADRES 2014





DICIEMBRE

Especialistas recomiendan volver a escribir en cursiva
Argumentan que los teclados han contribuido a la desaparición de esta forma de escritura. Contribuye a la “destreza manual”.
Edición Impresa: domingo, 27 de enero de 2013

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El uso de la cursiva depende de cada docente.
Federico Fayad - ffayad@losandes.com.ar


El desafío es el siguiente. Agarre papel y lápiz -o lapicera ¿algún adulto aún usa lápiz?- e intente escribir de corrido y en cursiva un par de oraciones sobre cualquier tema que se le venga a la mente. Tarea difícil. Es que poco a poco la cursiva o manuscrita -escrita a mano- nos ha ido abandonando, o la hemos ido dejando renglones atrás, desde aquellos felices días de primaria.



Los teclados de las computadoras y de los teléfonos celulares han sido, sin dudas, elementos que han contribuido a la paulatina desaparición de esta forma de escritura. “Un factor que contribuye, además, a la despersonalización de la escritura, es el manejo excesivo de la computadora desde temprana edad”, explica Cecilia Madsen, docente y autora de los cuadernillos “Mis primeros trazos y letras”  para primer ciclo y “Trazos y letras” para segundo ciclo en la escuela Edmundo De Amicis.



La educadora indica en este trabajo que se ha comprobado que muchos niños de cinco y seis años comienzan a escribir sus primeras palabras pulsando en forma mecánica las teclas de la máquina y no afianzando la destreza motriz con el uso del lápiz. Por ello resalta que: “La escritura en imprenta es una adquisición y adaptación automática y pasiva de un modelo convencional. En cambio la letra en cursiva, más allá de que su aprendizaje parte de un modelo, cada alumno impone su estilo. Sus rasgos se van modificando conforme a su crecimiento y maduración”.



En el diario alemán Bild, el de mayor tirada en Europa, hace más de una semana destacó que a través de un estudio se llegó a la conclusión de que: “Uno de cada tres adultos no ha escrito nada a mano en los últimos seis meses según un estudio reciente y que en ese sentido la mayoría de la gente se comunica por escrito a través de SMS y correos electrónicos”.



En el mundo real



Ricardo Jaim Echeverry, educador y ensayista, hace algunos años publicó en un artículo periodístico su preocupación por la pérdida de la cursiva. En su texto afirmaba que: “Aunque el mundo adulto no está aún preparado para recibir las nuevas inteligencias de los niños producto de la tecnología, la pérdida de la habilidad de la escritura cursiva explica trastornos del aprendizaje que advierten los maestros e inciden en el desempeño escolar”.



Siguiendo esta línea basta con preguntar a los educadores cuál es el conocimiento de la letra cursiva en sus alumnos. “Se sigue enseñando, pero saberla no es condición para pasar de grado. Por eso pasa que en general, en los grados altos no se acuerdan”, indica Patricia Giménez con 23 años de experiencia en la docencia. Y agrega: “La cursiva les cuesta (a los alumnos) un montón. No se saben en grafismo y por eso mezclan las mayúsculas imprenta y cursiva. Generalmente hasta tercer grado todos la recuerdan. Después se pierde”. Por su parte Silvia de Miguel, profesora de Literatura, indicó que “80 por ciento de los chicos de la secundaria escribe en imprenta. La cursiva ya no se usa”. 



Pero las opiniones varían. Para Rosmary Baldasso, la cursiva no es muy importante en cuanto a lo funcional, ya que todo está escrito en imprenta como los libros o los carteles. Pero aclara que: “Sí sirve para la destreza manual y visual del niño cuando la aprende y practica. La cursiva se suele enseñar a partir de primer grado para que los chicos la conozcan. Ya en segundo se hace el traspaso de imprenta a cursiva y en tercero deben escribir en cursiva casi todo”, indica.

Según afirma Baldasso, la continuidad del uso de la imprenta depende después de las docentes. “A veces se hace escribir en cursiva para Lengua y en imprenta para Matemática. Aunque si les das a elegir los alumnos siempre prefieren escribir en imprenta”, explica.



La gente común, ex alumnos de primaria y secundaria, confirman este camino a la extinción de la cursiva. “Sí, recuerdo como se escribe, pero no la uso habitualmente. En la actualidad está muy dejada de lado”, reconoce Gonzalo. Diego, en tanto, contribuye diciendo: “No la uso, y si lo hiciera es como si fuera un niño de segundo grado. Cuando escribo rápido, a veces, termino escribiendo de las dos formas. Ya uso tanto la computadora que me cuesta escribir en cursiva y en imprenta. Por la compu he desmejorado en los dos sentidos”.



Claridad en las ideas



Graciela Amadio es profesora de Caligrafía en la facultad Champagnat y colaboró con su testimonio respecto de esta temática. Sobre todo, destacó la fluidez en la expresión del pensamiento que da la letra cursiva, porque ésta permite conectar una palabra con otra y de esta forma “enganchar” mejor las ideas que uno desea expresar.



“Es más rápido cuando la dominás (a la cursiva) que cuando escribís en imprenta. Porque en esta última hacés cortes, trazos individuales que deforman las letras y sumado a eso algunos instrumentos de escritura que hacen que un texto se haga ilegible”, informó.



Por otra parte, agregó que la unión de las letras es algo natural, por la forma en que escribe la mano, pero ocurre que las letras en imprenta no tienen una unión o “ligadura” natural algo que sí ocurre con la cursiva. “La importancia es que no se pierda la legibilidad de un texto”, deslizó agregando que: “La redondez o la compresión que se le da a una letra tienen que ver con la personalidad del sujeto, revelando la personalidad y eso tiene otro valor”.



Por último aseguró que la vuelta de la escritura manuscrita sería un avance muy bueno: “Cualquiera, con sacrificio, puede volver a aprender a escribir en cursiva”.



NOVIEMBRE

Video. PIENSA COMO UN NIÑO
Para ver con las niñas

OCTUBRE


Para leer detenidamnete
Tomado de: http://difundir.org/2014/10/04/los-5-errores-mas-graves-que-cometen-los-padres-de-hoy-al-criar-a-sus-hijos/
Los 5 errores más graves que cometen los padres de hoy al criar a sus hijos



“Cuando afirmo que la crianza moderna está en apuros, en crisis incluso, espero que me escuchen, y que me escuchen bien. He trabajado con niños y padres en dos continentes y durante dos décadas, y lo que he visto en los últimos años me alarma”.
Así de categórica es Emma Jenner, especialista en desarrollo y comportamiento infantil, quien es conocida por su papel como anfitriona en el programa de TLC “Take Home Nanny” y se ha desempeñado ayudando a familias con problemas en este ámbito, tanto en Estados Unidos como Reino Unido.
Para Jenner, existen errores graves que cometen los padres de hoy y que la mayoría ni siquiera los nota. El problema, según ella, es que si no se corrigen a tiempo, los niños se convertirán en “adultos arrogantes, egoístas, impacientes y maleducados”.
“No será su culpa, sino la nuestra. No les hemos enseñado otra cosa, nunca hemos esperado nada más de ellos”, manifiesta.
A continuación te mostramos los 5 comportamientos erróneos de los padres actuales, de acuerdo a Jenner.
1. Le tienen miedo a sus hijos
“Suelo hacer una prueba por las mañanas en la que observo cómo un padre da el desayuno a su hijo. Si el niño dice: ‘¡Quiero la taza rosa, no la azul!’ aunque la madre ya haya echado la leche en la azul, trato de observar con cuidado la reacción de la mamá”, explica.
“La mayoría de las veces, se pone pálida y vierte el contenido en la taza que el niño prefiere antes de que le dé un berrinche”, comenta.
Pero para Jenner esto es un tremendo error. “¿De qué tienes miedo? ¿Quién manda de los dos? Deja que llore si quiere, y vete de ahí para no escuchar el llanto. Pero, por favor, no trabajes de más sólo para agradar al niño. Y, lo más importante, piensa en la lección que le estás enseñando si le das todo lo que quiere sólo por ponerse a llorar”, expresa.
2. Justifican el mal comportamiento de sus hijos bajo la premisa “así son los niños”
La especialista afirma que muchas veces ve que cuando los niños se portan mal en público (o incluso en privado), sus padres los justifican con el clásico “así son los niños”. “Te aseguro que no tiene por qué ser así”, manifiesta.
“Los niños son capaces de mucho más de lo que los padres normalmente esperan de ellos, en cuanto a sus modales, al respeto por los mayores, las tareas del día a día, la generosidad o el autocontrol. ¿Crees que un niño no puede quedarse sentado durante la cena en un restaurante? Nada de eso. ¿Crees que un niño no es capaz de quitar la mesa sin que se lo pidan? De nuevo, no es así. La única razón por la que no se portan bien es porque no les has mostrado cómo hacerlo y porque no esperas que lo hagan. Así de simple. Aumenta la exigencia y tu hijo sabrá cómo comportarse”, asegura.
3. No dejan que otras personas le llamen la atención a sus hijos
“Antes, los conductores de autobús, los profesores y otros padres solían tener carta blanca para corregir a un niño maleducado. Actuaban como ojos y oídos de la madre y el padre si los niños estaban fuera de su vista, y todo el mundo colaboraba por un interés común: criar de forma adecuada a niños y niñas”, explica.
Jenner dice que en cambio, “en la actualidad, si a alguien que no es padre del niño en cuestión se le ocurre regañarlo, a los padres no les hace ninguna gracia. Quieren que su hijo parezca el niño perfecto, y por eso no aceptan que los profesores u otras personas digan lo contrario. Se enfurecerán e irán a hablar con el profesor antes que con su hijo por haberse portado mal en clase. Sienten la necesidad de proyectar una imagen perfecta al mundo y, por desgracia, su inseguridad se ve reforzada porque muchos padres se juzgan entre sí”.
“Si un niño hace un berrinche, todas las cabezas se girarán hacia la madre con una mirada reprobadora. En su lugar, debería ser respaldada, porque hay muchas posibilidades de que el berrinche haya tenido lugar por no haber cedido ante alguna de las exigencias de su niño. Más bien, esos observadores deberían decirle: ‘Buen trabajo. Sé lo difícil que resulta poner límites’”, añade.
4. Abusan de los “atajos”
Los padres actuales, según Jenner, recurren a una serie de “atajos” para evitar que sus hijos se aburran y armen un berrinche.
“Cuando descubres lo bien que Caillou entretiene al niño en un avión, que no te tiente la idea de ponerle los dibujos en un restaurante. Los niños también tienen que aprender a ser pacientes. Tienen que aprender a distraerse ellos solos. Tienen que aprender que no toda la comida va a estar siempre caliente y lista en menos de tres minutos y, si es posible, también tienen que aprender a ayudar en la cocina”, argumenta.
Asimismo, ella señala que “los bebés tienen que aprender a tranquilizarse solos; no hay que sentarlos en una silla vibradora cada vez que se pongan quisquillosos. Los niños tienen que aprender a levantarse cuando se caen, en vez de subir los brazos para que mamá y papá los recojan. Enseña a los niños que los atajos pueden servir de ayuda, pero que resulta muy satisfactorio hacer las cosas por la vía lenta”.
5. Siempre ponen las necesidades de los hijos por encima de las suyas
“Naturalmente, los padres tienden a cuidar de sus hijos en primer lugar, y esto es bueno para la evolución. Yo defiendo la idea de crear un horario que se ajuste a las necesidades del niño, y que la alimentación y la ropa del niño sean prioritarias”, afirma.
“Sin embargo, los padres de hoy en día han ido demasiado lejos, sometiendo sus propias necesidades y salud mental a las de sus hijos. Cada vez con más frecuencia veo a mamás que se levantan de la cama a cada rato para satisfacer los caprichos del niño. O a papás que lo dejan todo y se recorren el zoológico de punta a punta y a toda prisa para comprarle a la niña una bebida porque tiene sed”, manifiesta.
“No pasa nada por no levantarte en mitad de la noche para darle otro vaso de agua a tu hijo. No pasa nada si el papá dice: ‘Claro que vas a beber agua, pero vamos a tener que esperar hasta llegar a la próxima fuente’. No pasa nada por utilizar la palabra ‘no’ de vez en cuando, ni hay nada malo en pedirle a tu hijo que se entretenga solo unos minutos porque mamá quiere usar el baño en privado u hojear una revista”, afirma.
Jenner dice que es mejor corregir estos errores, ya que por evitar que los niños se sientan incómodos, luego cuando sea inevitable que sientan alguna molestia, no estarán preparados para ello.
“Pido por favor a todos los padres y cuidadores del mundo que exijan más a los niños. Que esperen más de ellos. Que les hagan partícipes de sus luchas. Que les den menos. Que les pongan retos y que, juntos, les preparemos para que tengan éxito en el mundo real, y no en el mundo protegido que hemos creado para ellos”, concluye la experta.


SEPTIEMBRE


Tomado de cosquillitasenlapanza2011.blogspot.com/
AGOSTO
Muy interesante el mensaje por eso les dejo dos este mes.

LOS ZAPATOS NUEVOS
http://youtu.be/YIB0-5_JC6E?list=RDlG05UEyxVX4


NADIE SE CRUZA EN TU VIDA POR AZAR
http://youtu.be/sO0xNyKDVvE



JULIO
































































































































¿Cuál es el mejor método para estimular la inteligencia de tu hijo?

123-Cual-es-el-mejor-metodo-para-estimular-la-inteligencia-de-tu-hijo

El mejor método para estimular la inteligencia de tu hijo consiste en enriquecer las experiencias con emociones.
Ellos entienden el mundo, no por los conceptos y la información objetiva como nosotros, sino a través de las emociones y el afecto, de experiencias significativas. Por lo tanto, para que entiendan una idea no basta con enseñársela, hay que hacérsela sentir.
No es lo mismo enseñarle a tu hijo los colores a través de un libro que enseñárselos mientras trasplantáis flores en el jardín. Para que aprenda, apunta a su corazón.
“La raíz de las dificultades de aprendizaje reside a menudo en la pobreza de las emociones que padres e hijos viven juntos” Howard Sharron
 Tomado de:http://www.solohijos.com/web/cual-es-el-mejor-metodo-para-estimular-la-inteligencia-de-tu-hijo/
JUNIO
REFLEXIONES ACERCA DE LA AGRESIVIDAD
¿POR QUÉ NUESTROS HIJOS APRENDEN A SER AGRESIVOS?




· Los niños aprenden a comportarse agresivamente por observación de otros modelos
agresivos.
· Los padres que castigan a sus hijos mediante violencia verbal o física se convierten en
modelos agresivos para éstos.
· El niño que está expuesto a modelos de comportamiento agresivo como la TV, el cine o
personas adultas representativas para él, tiende a ser agresivo.
· Si ante una misma conducta agresiva reaccionamos de diferente modo dependiendo de
nuestro estado de ánimo esa conducta se refuerza.
· Los padres poco exigentes que hacen siempre lo que el hijo quiere, acceden a sus
demandas y le permiten una gran cantidad de libertad están fomentando futuros
comportamientos agresivos.
· Los padres que desaprueban constantemente al hijo, que no suelen darle afecto,
comprensión o explicaciones al tiempo que nunca dan razones cuando ejercen su
autoridad, están fomentando poderosamente los comportamientos agresivos.
· Cuando el padre regaña al hijo por un comportamiento agresivo y la madre no, o viceversa,
ese comportamiento tenderá a repetirse.
· Los padres que desaprueban los comportamientos agresivos dirigidos hacia ellos pero a la
vez ignoran las conductas agresivas de sus hijos hacia otras personas, están fomentando
dichas conductas.
· Las relaciones deterioradas entre los propios padres provocan tensiones que pueden
inducir al niño a comportamientos agresivos.
· Restricciones no razonables y excesivos “haz esto y no hagas aquello” provocan una
atmósfera opresiva que induce al niño a comportamientos agresivos.
· Residir en un barrio o pertenecer a un grupo donde la agresividad es vista como un atributo
muy apreciado, tiende a potenciar la agresividad.
· Ausencia de estrategias verbales para afrontar un conflicto genera frustración lo que a
menudo conduce a conductas agresivas.
· Los niños que tienen muy poco desarrolladas las habilidades sociales básicas suelen

tender a comportamientos agresivos en sus relaciones sociales.
Tomado de:http://www.priegodecordoba.es/sites/default/files/PE_Ninos_reflexiones_agresividad.pdf

MAYO
EL SISTEMA EDUCATIVO FINLANDÉS
Para que comparemos




ABRIL
Reflexiones de ABRIL
Padres de familia en este mes quiero compartir una información muy importante acerca de los errores que cometen los padres cuando  educan a los hijos, leerlo y en la reunión de entrega de informes estaremos dialogando sobre el tema.

Escuela: los 12 errores de los padres
La mayoría de padres y madres da mucha importancia a los estudios de sus hijos y aspira a convertirlos en jóvenes brillantes. Pero no siempre tienen claro su papel en el aprendizaje escolar y a menudo adoptan conductas erróneas para la educación del hijo

A partir de sus experiencias profesionales, Joan Domènech, director del colegio Fructuós Gelabert de Barcelona; Benjamí Montenegro, del Equip Psicológic del Desenvolupament de l’Individu, y Ángel Peralbo, responsable del área de adolescentes del centro de psicología Álava Reyes, consideran que los desaciertos más habituales de los padres vinculados con el aprendizaje y la educación escolar de los hijos son los siguientes:

1. Ejercer de maestros Son muchos los padres que ayudan a sus hijos a hacer los deberes, que estudian con ellos y les explican la lección, que corrigen sus trabajos. Sin embargo, psicólogos, pedagogos y profesores coinciden en que es un error pretender ser padre y maestro a la vez, entre otras razones porque acostumbra a provocar situaciones conflictivas prácticamente a diario y el tiempo de estudio se convierte en una tortura para padres e hijos. Ángel Peralbo explica que, además, "si los niños se acostumbran desde pequeños a tener a alguien por encima de ellos para trabajar se vuelven dependientes y en lugar de desarrollar la necesaria proactividad en los estudios, se relajan y esperan, y acaban necesitando a alguien que les tutorice constantemente".



Benjamí Montenegro subraya que "el papel de los padres es el de auditores: han de controlar que el trabajo esté hecho, que la letra es correcta, que se respetan las reglas de presentación, que no se dejan cosas sin hacer, pero no entrar en el contenido porque las tareas escolares son para que los hagan los alumnos solos y así trabajar su autonomía". Advierten los expertos que eso no significa que si un niño pregunta a sus padres algo que no sabe o no entiende, no le ayuden facilitándole pistas o herramientas para que busque la respuesta. Y en los casos de chavales que tienen dificultades, que necesitan un refuerzo o que les vuelvan a explicar los contenidos, su consejo es recurrir a un profesor particular o a un psicopedagogo.



Joan Domènech cree que el papel de los progenitores es acompañar el aprendizaje de los hijos, pero enfatiza que hay una serie de competencias cuya enseñanza compete a la escuela y si los padres tratan de hacerlo, interfieren en el aprendizaje. "Los padres no tienen que enseñar a los hijos a multiplicar ni comprarles cuadernos para practicar multiplicaciones porque eso es cosa de la escuela; lo que compete a los padres es compartir con sus hijos situaciones cotidianas en que las operaciones matemáticas deban utilizarse, como ir a la compra, hacer cálculos aproximativos de si tienen bastante dinero para comprar algún artículo, etcétera".



2. Querer Einsteins "Un rasgo muy habitual en las familias actuales es el afán de sobreestimular a los niños, desde bebés, para que desarrollen rápidamente sus capacidades, y eso se traduce en llenar la cuna de artilugios, en un abuso de los juegos didácticos, en querer que sepan leer y escribir con cuatro años o en apuntarles a un montón de actividades extraescolares para descubrir y potenciar su talento", afirma Domènech. Y explica que ese afán de que sepan muchas cosas y cuanto antes mejor provoca una sobreestimulación que, lejos de lograr una evolución cognitiva más rápida y talentos por encima de lo normal, suele tener efectos contraproducentes en forma de problemas de atención, de falta de concentración, de hiperactividad…



Esta aspiración generalizada de hijos-genios dificulta, por otra parte, que algunos padres asuman la capacidad real de sus hijos o acepten sus limitaciones. "Abundan los casos donde el nivel de exigencia de los padres supone un listón demasiado alto para el niño en cuestión y eso puede provocar desmotivación, crecientes resistencias e incluso una baja autoestima que haga cada vez más difícil todo lo relacionado con el estudio", advierte el psicólogo Ángel Peralbo.



Benjamín Montenegro pone como ejemplo los padres que imponen actividades extraescolares intelectuales a niños con dificultades académicas. "Hay niños que en el colegio tienen problemas con las lenguas y encima les apuntan a clases extraescolares de idiomas, y otros a los que les cuestan las matemáticas y al salir del cole han de ir a clases de música y solfeo; lo único que se consigue con eso es sobresaturar al chaval, que se aclare aún menos y que se frustre porque no puede cubrir las expectativas que están puestas sobre él", alerta.



3. Focalizar todo en los estudios Los educadores aseguran que una frase muy reiterada entre los estudiantes es: "Mis padres sólo se interesan por mi rendimiento escolar; lo demás no les importa nada". La queja no siempre es objetiva, pero los psicólogos aseguran que refleja fielmente lo que ocurre en algunas familias, en especial cuando surgen dificultades o los hijos no obtienen los resultados académicos esperados. "Los estudios ocupan el mayor porcentaje de las preocupaciones familiares y, por tanto, de las conversaciones del día a día, y muchos padres hacen que los estudios monopolicen la vida de los hijos; y si bien lo académico es la actividad que más tiempo les ocupa y la mayor responsabilidad de los chavales, son también esenciales otras muchas facetas de desarrollo, como los deportes, todo tipo de actividades lúdico culturales, el ocio, los planes y las responsabilidades familiares, los amigos y las relaciones sociales, la afectividad dentro y fuera del ámbito de la familia…", comenta Peralbo.



4. Premiar las notas Un recurso habitual de los padres para animar a los hijos a estudiar es prometerles grandes regalos si aprueban o si sacan buenas notas. Sin embargo, los especialistas en educación lo consideran un error. "Si buscamos estímulos de este tipo, es que algo falla, porque el niño no debería necesitar premios externos y materiales para disfrutar con el aprendizaje; su mejor estímulo debería ser descubrir cosas nuevas, plantearse retos y desarrollar sus intereses", afirma el director de la escuela Fructuós Gelabert. Los educadores consideran que las buenas notas se han de elogiar, aplaudir e incluso celebrar, pero nunca comprar, porque se convierte al niño en esclavo del estímulo material y, si a pesar de la recompensa prometida no triunfa, su sensación de fracaso y su malestar es mayor porque además de no conseguir su meta escolar se ha quedado sin regalo.



El psicólogo Benjamí Montenegro alerta especialmente sobre los premios imposibles, como prometer a un adolescente que ha suspendido siete asignaturas una moto si finalmente aprueba todo. "Es una salvajada que genera frustración en el chico y que a menudo deja en entredicho a los padres cuando el chaval se entera de que le han ofrecido el premio después de hablar con el profesor y saber que es más que probable que repita curso", detalla. En cambio, opina que premiar las notas puede estar justificado en casos excepcionales "como el de un chaval disléxico sin adaptación curricular que consigue un bien en un examen de lengua".



En relación con las notas, Montenegro destaca otro error recurrente de los padres: valorarlas a bote pronto. "Llegan las notas y, con ellas en la mano, empezamos a hacer valoraciones, positivas o negativas, y eso no es correcto; hay que darse un día o dos de reflexión, enfriarse y hablar de ellas y tomar decisiones con tranquilidad", explica. Los educadores subrayan que, en lugar de abroncar por las notas, el papel de los padres debe ser enseñar a tolerar la frustración y el fracaso y ayudar al hijo a que tome conciencia de la causa y adopte posibles soluciones para el futuro.



5. Disfrazar la falta de esfuerzo de trastorno Otra conducta recurrente y negativa entre los progenitores es, según los expertos, buscar siempre trastornos neurológicos detrás de los fracasos escolares de sus hijos. "Hay muchos niños que son incapaces de esforzarse en hacer los deberes o en estudiar porque son vagos, y eso es inmadurez, no un trastorno mental, y a veces se intenta disfrazar esa vaguería como intolerancia a la frustración o intolerancia al estrés cuando lo que tienen es falta de autonomía", indica Montenegro. Y añade que la prueba es que esos chavales que no son capaces de esforzarse con las tareas escolares también son incapaces de ordenar su habitación, de prepararse el bocadillo de la merienda o de calentarse la comida cuando regresan del instituto.



Ángel Peralbo subraya que, en muchos casos, "el error de los padres es no darse cuenta de que detrás de la falta de esfuerzo y motivación por los estudios lo que existe es una inversión de prácticamente todo su tiempo en ocio, especialmente en ocio tecnológico, que es el que hoy impera y dificulta su dedicación a otras tareas".



Montenegro destaca que también es una equivocación de los padres poner un profesor particular a estos chavales para controlar que hagan los deberes y estudien. "Al profesor particular hay que recurrir para resolver problemas concretos, no para conseguir que tu hijo haga las tareas con él, porque entonces continuará con la actitud inmadura y dependiente de que se lo solventen otros", dice.



6. Impaciencia Ángel Peralbo considera que otra actitud frecuente y perniciosa es querer ir demasiado deprisa en lo que se refiere al aprendizaje, en vez de entender la educación como un proceso a largo plazo. La impaciencia de los padres, dicen los expertos, se traduce en tratar de que hablen lenguas extranjeras cuanto antes, en que comiencen a leer y escribir sin haber llegado al colegio, en acelerar los procesos de aprendizaje de las operaciones matemáticas sin respetar los ritmos de la escuela… "Ese afán de que sepan muchas cosas y cuanto antes es un error; en Dinamarca y en los países mejor situados en los ranking educativos los niños aprenden a leer y escribir a los siete años", apunta Joan Domènech.



Peralbo explica que esa impaciencia de los padres provoca que se desesperen ante las primeras dificultades en los estudios o los primeros malos resultados, sin tener en cuenta que las dificultades y los errores son inherentes al aprendizaje y los niños lo que necesitan es paciencia y ánimo para continuar trabajando durante toda la etapa escolar. "Los padres no deberían considerar esos malos resultados como un fracaso, porque ello reduce la autoestima de los hijos e incapacita cada vez más a unos y otros", indica.



7. No respetar la línea de la escuela Algunos padres, movidos por la impaciencia, intentan enseñar a sus hijos a leer o a calcular por sus propios métodos, o les ponen tareas de refuerzo en casa, sin tener en cuenta que quizá están interfiriendo en el ritmo o el método pedagógico que sigue la escuela. "Los padres deben plantearse a qué escuela llevan a sus hijos, asegurarse de que comparten las mismas ideas, y luego ir trabajando en paralelo, acompañando a sus hijos en el aprendizaje pero con cierto respeto al proceso que siguen en la escuela para educar en la misma dirección y no dar al niño mensajes diferentes", indica Domènech.



8. Proyectarse en los hijos Otro error bastante reiterado de los padres es pensar que el modelo y los métodos educativos que les sirvieron a ellos van a servir a sus hijos. "La escuela ha cambiado mucho y los niños también, y lo que a ti te gustaba del colegio o lo que tú aprendías entonces no tiene por qué ser un modelo de éxito para tus hijos", alerta el director de la escuela Fructuós Gelabert. También Ángel Peralbo considera que en muchas familias "siguen prevaleciendo más las expectativas que tienen los padres sobre los estudios de los hijos que las preferencias o capacidades de estos" y hay muchos chavales que son orientados a estudiar lo que quieren o les gusta a sus padres.



9. Cuestionar a los profesores No apoyar a los maestros, mostrar constantemente el desacuerdo con el profesor en presencia de los hijos, es otra conducta errónea de algunos padres. "Los profesores han reducido su capacidad para imponer la necesaria disciplina de los alumnos en el aula y no ayuda precisamente que tengan a los padres enfrente o en contra en vez de al lado, pues el alumno, aprovechándose de esa situación, consigue manipular y poner en contra a unos y otros cuando el objetivo que persiguen es exactamente el mismo", comenta Peralbo. Añade que los profesores tienen una visión privilegiada de los alumnos que en ocasiones no se corresponde con su comportamiento y su actitud en casa, y que a los padres les conviene conocer. "La complicidad entre padres y profesores, el compartir información, puede ayudar a que el chaval progrese adecuadamente tanto a nivel académico como en lo que se refiere a su actitud y comportamiento", enfatiza.



10. Hacer de Sherlock Holmes Benjamí Montenegro opina que otra conducta equivocada en la que caen padres y madres es acabar convertidos en Sherlock Holmes. "Hay padres que rastrean los deberes, los trabajos, las fechas de los exámenes a través de las redes sociales o de los padres de otros niños para ver si el hijo hace o no sus tareas, y eso provoca un boquete de desconfianza y no resuelve nada", explica. Su consejo es revisar con el niño la agenda y las tareas realizadas en cada asignatura y, si no se lo apunta para evitar el seguimiento, hablar con el tutor "que es el jefe (en términos laborales) del chaval" para estas cuestiones. Los expertos desaconsejan imponer un control absoluto sobre las tareas escolares, estar examinando al hijo constantemente sobre lo que ha leído o ha estudiado, y aseguran que es mejor un acompañamiento lejano, dejándole que sea autónomo. Y si el padre o madre opta por preguntar la lección para preparar un examen, Montenegro aconseja no hacerlo oralmente, sino poner tres o cuatro preguntas por escrito "porque normalmente no hay exámenes orales y aunque el chaval se sepa la lección hablando, igual luego se expresa mal por escrito o comete muchas faltas" de ortografía.



11. Solventarles los problemas Otro comportamiento habitual y erróneo de los padres, según los educadores, es solventar los problemas de organización de sus hijos. "A las siete de la tarde el niño dice que falta tinta para imprimir el trabajo que ha de entregar al día siguiente y mandamos al abuelo que vaya corriendo a comprar un cartucho o que nos deje el suyo", ejemplifica Montenegro. Y enfatiza la importancia de dejar que los hijos afronten esos problemas solos "aunque eso suponga entregar un trabajo tarde y que le bajen la nota, porque si de mayor entrega tarde la declaración de la renta le aplicarán un recargo, por mucho que diga que el banco se retrasó en enviarle el extracto de sus cuentas; así es la vida, y han de aprender a organizarse y solucionar sus problemas desde pequeños".



Los educadores también rechazan la conducta permisiva de algunos padres que justifican los fracasos o errores de los hijos ante el maestro y la escuela alegando siempre una causa exterior o bien cuestionando la dificultad de la tarea o la idoneidad de los libros, de la materia o del propio profesor.



12. Vincular las tareas a castigos "Castigado a hacer los deberes" o "hasta que no acabes de leer no podrás ver la televisión" son frases habituales en muchas casas pero que, según los educadores, deberían erradicarse. En primer lugar, explican, porque el tiempo de realizar las tareas escolares debería ser un tiempo de tranquilidad y sosiego para trabajar, no de regañinas. En segundo lugar, porque el objetivo debe ser educar a los niños en el placer de la lectura o del estudio y no convertir esas actividades en un castigo. Y, por último, porque tampoco interesa que consideren la lectura o los deberes un peaje necesario para ver la televisión, jugar a la consola o salir con los amigos.



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MARZO




FEBRERO





Cómo fomentar la responsabilidad en los niños

Una de las tareas más importantes dentro de la formación de nuestros hijos es la de enseñarles a hacer responsables. Este valor se debe inculcar desde que los niños son pequeños y no cuando empieza a tener problemas con ellos porque no ayudan en las tareas de la casa ni tampoco cumplen con sus obligaciones personales.Para lograr que los niños comprendan y pongan en práctica el sentido de responsabilidad, se requiere de información, orientación, paciencia, constancia, confianza; permitiéndole que participe en la toma de decisiones, darle oportunidad de asumir el resultado de sus acciones, comprender los fracasos y limitaciones y elogiar sus logros.
Todo esto, haciéndole saber que cuenta con el afecto y apoyo incondicional de su padre y madre, pero también no debe de olvidar un aspecto esencial, enseñarle con el ejemplo; es más fácil que el niño aprenda este valor si sus padres los practican constantemente.
Las medidas que los padres deben llevar a cabo para fomentar este valor son :


  • Establecer normas que sirvan como punto de referencia, las cuales el niño asumirá conforme vaya creciendo.
  • Comience por ponerle tareas simples para luego y poco a poco ir pidiéndole otras más complejas.
  • Sea muy claro al decirles a sus hijos lo que usted espera de ellos.
  • Dígale paso a paso lo que los niños deben hacer.
  • Enséñele a valerse por si mismo, de enfrentarse las dificultades, de conocer el valor de las cosas, etc. Hágales ver que su esfuerzo es algo natural, no un medio para conseguir una meta.
  • Aunque los niños sean pequeños, debe haber algo en la casa que puedan hacer como recoger sus juguetes, poner la mesa, hacer el agua, sacudir, etc. De igual manera la responsabilidad esta presente cuando los hace conscientes de que deben cumplir con los reglamentos de alguna actividad extra escolar que realicen, incluyendo las dificultades que esta conlleve. Acuérdese las tareas deben tener una dificultad moderada y progresiva, y sobre todo adecuarlas a la edad y capacidad del niño.
  • Nunca se responsabilice de las tareas que los hijos deben cumplir, se les puede ayudar, orientar, asesorar, pero no asumir esas responsabilidades de forma que el niño se desentienda. Manténgase firme y no pierda la paciencia.
  • TOMADO DE http://www.peques.com.mx/como_fomentar_la_responsabilidad_en_los_ninos.htm
BIENVENIDOS PADRES 2013




GRACIAS PADRES 2013




DICIEMBRE
EVALUACIÓN BLOG
Gracias padres de familia por sus comentarios, estos me permiten evaluarme y seguir adelante con este proyecto. 


NOVIEMBRE

DECÁLOGO PARA MALCRIAR HIJOS



  1. Comience desde la infancia a dar al niño o niña todo lo que quiera. Cuando crezca, creerá que el mundo tiene la obligación de mantenerlo.

  2. Si aprende malas palabras, ríanse de ello. Esto lo inducirá a enorgullecerse de sus hazañas y a usar expresiones cada vez peores.

  3. No insista en que su hija o hijo tenga buenos modales, total ya aprenderá cuando sea grande y, será demasiado tarde.

  4. No le enseñe a distinguir entre el Bien y el Mal, para no formarle complejos de culpabilidad. Más tarde; cuando la justicia lo busque, creerá que la sociedad le tiene odio y se sentirá perseguida o perseguido.

  5. Recojan del suelo todas las cosas que dejen tirada, hagan ustedes lo que debiera hacer ella o él, para acostumbrarlos a descargar sobre otros sus responsabilidades.

  6. Riñan a menudo en presencia de sus hijos. Así ellos no  se sorprenderán si más tarde el matrimonio de ustedes se terminó.

  7. Permítale mirar cualquier clase de programas de televisión y la lectura de revistas inapropiadas.

  8. Descuiden vigilar el alimento con que se nutre su imaginación.

  9. Denle a sus hijos todo el dinero que piden. No le permitan ganárselo. ¿para qué hacerle la vida tan difícil?   Satisfaga todos sus deseos de comer y beber, y denle toda clase de comodidades. Así evitara que se desanime y se sienta incomprendido.

  10. Denle siempre la razón frente a los vecinos, profesores y autoridades, pues todos ellos están llenos de prejuicios contra sus hijos.
Si usted sigue todos estos “SABIOS” consejos sus hijos e hijas les darán sufrimientos, sobresaltos y lo que es peor no serán nada en la vida.
Si toma el control a tiempo serán unos padres satisfechos de ver a sus hijos convertirse en honestos y responsables ciudadanos de los cuales se sentirán orgullosos y tranquilos del deber cumplido en la difícil tarea de educarlos.
Tomado de; http://focusxd.com/padres/1decalogo-para-malcriar-hijos.html

OCTUBRE

¿CÓMO HACER HIJOS RESPONSABLES?




Hoy en día el desarrollar esta virtud en los hijos, se ha convertido en el verdadero reto para los padres; sin embargo es difícil creer que desde los primeros años se debe de ir realizando acciones como padres para desarrollarlo y que se ve reflejado cuando ellos abren camino en una sociedad tan demandante como es el de ahora, porque la responsabilidad es sinónimo de madurez, esa madurez emocional que se va cultivando con la ayuda de los padres.

Es por eso señores padres de familia que debemos juntos trabajar en esa responsabilidad que se evidencia en cada acto de nuestros hijos, sin esperar que sean grandes porque el forjar esta virtud es tarea desde el principio.

Entre los tips a considerar y que puedo compartir con ustedes por más que sus hijos tengan dos o tres años, se debe de:

• Enseñarle hacer la maleta desde temprana edad
• Inculcarle que es capaz de hacer muchas cosas
• Enseñarle a guardar sus materiales desde temprana edad
• Evitar acusar o señalar sin antes investigar situaciones que le pasan en su entorno y solo quedarse con la versión de su hijo.
• Bajar la intensidad de la sobreprotección, recuerde que ellos crecen y lo que vamos guardando en su mente, será imborrable
• Tratemos de ver más allá, sin vendas en los ojos, comparándolo con sus iguales, solo así puedo determinar si mi hijo está creciendo físicamente y emocionalmente
• Recuerde que la parte emocional es lo más esencial en el ser humano y este desarrollo se lo da en el entorno familia, en el día a día, dejándolo crecer con sus aciertos y errores
• Ser firmes ante un no cuando así amerite
• Retirarlo de la habitación matrimonial lo más pronto posible
• No dar regalos ni premios sin ningún motivo
• Dejar que tomen unas cucharadas de comida a solas, que escojan la ropa para vestirse, que tomen pequeñas decisiones, etc, que lo hagan solo
• Que cumplan encargos
• Aceptar sus errores, con los errores, aprenderán a rectificar. Dice el dicho castellano: "Nadie escarmienta en cabeza ajena".
• La administración del dinero. ¿Qué tenemos que hacer para que comprendan que las cosas cuestan y que los dineros se han de saber administrar? Es probable que a 7 o 8 años hayan comprado algo para nosotros, o bien para ellos mismos: lápices, golosinas, un juguete... Parece interesante que más o menos a esta edad, o como áximo a los 10 o 11 años tengan asignada una cantidad periódica y fija para estos pequeños gastos.



SEPTIEMBRE


Padres de familia en la reunión pasada se presentaron inquietudes de algunos padres respecto a la desautorización de los padres frente a las niñas; para complementar el tema  y ayudarles a clarificar un poco más, he traído este artículo que tome de la página La razón.com-

gentileza de 5- es.123rf.com

EL PADRE DE MI HIJO ME DESAUTORIZA FRENTE A ÉL

Tomado de  La Razón / La Paz
00:02 / 02 de mayo de 2013
Si contradices a tu pareja delante del hijo que tienen en común, estás dando herramientas al menor para que pueda manipularlos más adelante, además de que le causas confusión al no saber a quién debe obedecer o  a quién debe dar la razón.
Educar a un hijo es tarea de dos. Padre y madre deben participar activamente en la formación de sus hijos  y ninguno debe ser más que el otro. Su imagen de autoridad debe ser equitativa y complementaria.
Los hijos deben ver a sus progenitores como una unidad; desautorizarse frente a los pequeños es un mal hábito que puede traer terribles consecuencias a futuro.
Si como padre o madre del menor no estás de acuerdo con lo que el otro ha determinado, lo peor que puedes hacer es decirlo delante del niño. “Debes conversar a solas, plantear tus argumentos y escuchar los del otro progenitor para llegar a los mejores acuerdos”, sugiere el psicólogo Alexis Olivares.
Muchos niños saben bien cómo manipular a los adultos y un ambiente de confusión es perfecto para ello. “Lo importante es conseguir lo que quieren y, si los padres lo facilitan, mejor para ellos”, manifiesta la psicóloga Patricia Tellería.
Según la especialista, entrar en contradicciones tiene que ver muchas veces con la relación de pareja. “Si están molestos el uno con el otro y uno dice que algo es blanco, sólo por contradecir, el otro dirá que es negro. Cada uno buscará tener al hijo a su favor”.
Olivares aconseja que pese a que uno de los padres no esté de acuerdo con cierta orden que se haya dado, debe tratar de aceptarla siempre y cuando ésta no dañe al menor.
La crianza de los hijos es como una ramificación de lo que los dos padres son como pareja. “Su buena educación y disciplina depende de ambos, ninguno puede pretender hacer el papel de bueno sólo por querer ganar puntos con el niño. Si es necesario se debe ser firme, incluso con alguna determinación que ya asumió tu pareja y la dio a conocer frente al pequeño”, subraya Olivares.
Tellería señala que muchas veces, cuando la pareja está molesta entre sí, la mejor forma que encuentra para atacar es contradecir las órdenes del otro, involucrando a los hijos. “La peor forma de actuar es desaprobando lo que dice el otro. Puede llegar a ser un indicador para darse cuenta de que la relación no está  yendo bien”.
La imagen de autoridad de los padres está relacionada con el amor que como esposos o pareja se profesan. “Este amor para los hijos es vital, por eso la desautorización no debe darse. La primera consecuencia es que los menores piensen que sus padres no se aman tanto, pues no se apoyan. Se confunden, se les baja la autoestima y su educación se deforma”, explica el psicólogo Rigoberto Bermeo, especialista en asesoramiento educativo familiar, en el portal www.semana.ec.
Acuerdos
Es primordial que se pongan de acuerdo sobre la educación de su hijo para no tener que enfrentar ideas a último momento. Esto evitará generar resentimiento, falta de entendimiento, pérdida de respeto y desunión. Sólo hace falta conversar muy claro.
Ejemplo
Conoce bien a tu hijo para poder ejercer la autoridad eficazmente. Ésta debe estar respaldada con el ejemplo de rectitud y la coherencia que día a día le enseñes.
Desconfianza
Desautorizando consigues que tu niño sea desobediente, generas rebeldía y lo conviertes en manipulador. Así fomentas también la incredulidad. Los hijos necesitan confiar en sus padres para ser educados.



AGOSTO


 TOMADO DEhttp://es.doblaje.wikia.com/wiki/Pinocho_(personaje)

¿Por qué los niños mienten?


¿Qué hacer cuando sabemos que nos están mintiendo?
Todos los niños mienten en algún momento de su vida, aunque no siempre lo hacen por las mismas razones, veamos en el presente artículo por qué los niños mienten y lo que debemos hacer para enfrentar esta situación.

¿Por qué los niños mienten?
Para los padres es muy difícil aceptar las mentiras de sus hijos ya que no saben por qué los niños mienten, si esto denota inseguridad, falta de confianza, vergüenza, miedo, entre otras o problemas aún más graves que acarrea la falta de autoestima. Para evitar esto lo primero que debes hacer es no mentir delante de él.
Los niños menores de 3 años no mienten, aun cuando dicen cosas que no son ciertas, ya que para ellos sí lo son.
Por otra parte los niños entre los 3 y los 5 años no son conscientes de sus mentiras sino que estas forman parte de los juegos y fantasías naturales de su edad y por esto no debe dárseles mucha importancia, a excepción de que se formen parte de su comportamiento habitual o se conviertan en la manera de lograr todo lo que desean.
También pueden hacerlo para evitar un castigo, de eso aprenden que los adultos no lo saben todo y esto les ayuda a manejar su tolerancia a la frustración, llegando incluso a llamar la atención de este modo.
Finalmente mienten en ocasiones porque imitan lo que ven o bien porque el nivel de exigencia de los padres es tan elevado que los niños no logran cumplirlo y estos deben mentir para evitar defraudar a sus padres, evadiendo así el nivel de tensión que causa la derrota.
  • Después de los 5 años los niños empiezan a mentir de manera consciente puesto que ya conocen la diferencia entre la verdad y la mentira, no obstante no tienen claro que mentir sea algo incorrecto; factores como la inseguridad y la falta de autoestima son la respuesta perfecta a por qué los niños mienten a esta edad.
También suele suceder que los niños quieran probar las reacciones de los adultos y ver hasta donde pueden llegar, puede ser un medio para ganar afecto, gracias a sus problemas emocionales no resueltos y que en la edad adulta sirve de medio para ocultar problemas más graves.
¿Qué debo hacer cuando mi hijo miente?
Trata de averiguar la razón por la cual está mintiendo tu hijo y así corregir lo que sucede, si la situación es extrema, acude a un profesional que te oriente sobre la solución más adecuada. Veamos a continuación unas pautas básicas para controlar esta situación:
Da ejemplo: es completamente ilógico pedir a nuestros hijos que no mientan cuando nosotros normalmente lo hacemos.
Dale confianza a tu hijo: dale a tu hijo la seguridad de que puede contarte cualquier cosa con plena tranquilidad y sin miedo.
Explica a tu hijo la diferencia entre la verdad y la mentira: esto es fundamental especialmente en edades tempranas.
Felicita  a tu hijo cuando diga la verdad: especialmente si esta acarrea el riesgo de ser castigado, aprende a separar los comportamientos erróneos, siempre aclarando a tu hijo que le amas por lo que es y no por su conducta.
No reacciones desproporcionadamente ante la mentira.


JUNIO - JULIO

PADRES DE FAMILIA, ENCONTRÉ ESTE ARTÍCULO QUE ME PARECIÓ MUY INTERESANTE, PUESTO QUE ESTOS SON ALGUNOS DE LOS OBJETIVOS QUE HE PRETENDIDO AL CREAR ESTE BLOG.

internet
MAYO
TEST DE AUTOESTIMA
Para que los hagan y lo compartan a las niñas
Autoestima
En Psicología, la autoestima, también denominada sinamatogria del latin simato amor propio o auto apreciación, es la percepción emocional profunda que las personas tienen de sí mismas. Puede expresarse como el amor hacia uno mismo. Es un aspecto básico de la inteligencia emocional.
La percepción emocional puede fácilmente llegar a sobrepasar en sus causas a la racionalización y la lógica del individuo. Por ello, tener una buena autoestima implica ser conscientes de las virtudes y defectos propios (autoconcepto) así como de lo que los demás realmente dicen de uno (heteroconcepto) y sienten hacia uno (heteroestima), aceptando
todo ello en su justa medida, sin amplificarlo ni reducirlo, sabiendo y afirmando que en cualquier caso uno es valioso y digno. Implica, por lo tanto, el respeto hacia uno mismo y consecuentemente hacia los demás.

La autoestima es el requisito indispensable para las relaciones interpersonales
y humanas sanas. El amarse así mismo permite que puedas amar y respetar a los demás. (es.wikipedia.org)

Tipos de Autoestima
La autoestima se puede desarrollar en las personas de tres formas
- Autoestima Alta (Normal): La persona se ama, se acepta y se valora
tal cual es.
- Autoestima Baja: La persona no se ama, no se acepta y no se
valora en sus cualidades.
- Autoestima Inflada: La persona se ama más que a los demás y
valora exageradamente sus cualidades

Componentes:
• Autoconcepto: Qué piensas de tí mismo.
• Autoimagen: Qué tanto te gustas.
• Autoestima: Qué tanto te quieres.
• Autoeficacia: Qué tanta confianza te tienes.
Formación de la Autoestima. Siguiendo a Campos y Muños, (1992) podemos explicar la formación de la autoestima a partir de los siguientes elementos:
Elementos Forjadores de una autoestima alta
El niño y la niña desde
- Pequeño es tratado con amor- Se le da seguridad,
- Se le aplican normas conductuales firmes, no violentas
- Se le enseña a respetar a las personas
- Se le enseña que puede soñar
- Que logrará todo lo que se proponga
- Se le llama la atención con amor
- Se le cuida su salud, en forma normal
- Se le ayuda a ser independiente

Valores Primordiales De la Autoestima
Nuestra valía: Queda demostrada por el sencillo hecho de que, si nos
lo proponemos, somos capaces de mejorar, aprender y progresar en todos
los sentidos.

Autoestima, Sentimientos y Conexión Todos somos genios en potencia, según el campo o el entorno nos motive o interese lo suficiente, tenemos la posibilidad de empezar a serlo en cualquier momento o etapa de nuestra valía.

Nuestra importancia: Todos somos únicos e irrepetibles; ser consciente nuestra importancia, significa darnos cuenta de que, por ser personas y seres creados a semejanza de Dios, tenemos la capacidad de marcar una diferencia tanto en nuestra vida como en nuestras relaciones con los demás y en cualquier momento de nuestra existencia. Nuestra responsabilidad: Nuestra valía e importancia no reside sólo en ser como somos, implica nuestra capacidad y disposición para asumir la responsabilidad de nuestro crecimiento, evolución, actuación en la vida y los resultados que consigamos de la misma. Ser responsable significa tener la disposición de crear en nuestra vida y en nuestras relaciones
unas situaciones que nos permitan actuar de la forma más beneficiosa para nosotros y los demás. Si sabemos que somos importantes, con valía, con capacidad suficiente, estamos actuando desde un espacio de libertad, autonomía y responsabilidad.
Test de autoestima
1. Cuando alguien te pide un favor que no tienes tiempo o ganas de
hacer...
a. Pese a todo lo hago, no sé decir que no.
b. Doy una excusa por tonta que sea para no tener que hacer ese
favor.
c. Le digo la verdad, que no me apetece o no puedo hacer lo que me
pide.
2. Viene alguien a interrumpirte cuando estás trabajando o haciendo
algo que consideras importante ¿qué haces?
a. Le atiendo, pero procuro cortar cuanto antes con educación.
b. Le atiendo sin mostrar ninguna prisa en que se marche.
c. No quiero interrupciones, así que procuro que no me vea y que
otra persona diga que estoy muy ocupado.

3. ¿Cuando estás en grupo te cuesta tomar decisiones?
a. Depende de la confianza que tenga con la gente del grupo, me
cuesta más o menos.
b. Normalmente no me cuesta tomar decisiones, sea donde sea.
c. Sí, me suele costar mucho tomar cualquier decisión cuando estoy
en grupo.
4. Si pudieras cambiar algo de tu aspecto físico que no te gusta...
a. Cambiaría bastantes cosas para así sentirme mucho mejor y estar
más a gusto con la gente.
b. Estaría bien, pero no creo que cambiara nada esencial de mi vida.
c. No creo que necesite cambiar nada de mí.

5. ¿Has logrado éxitos en tu vida?
a. Sí, unos cuantos.
b. Sí, creo que todo lo que hago es ya un éxito.
c. No.

6. En un grupo de personas que discuten ¿quién crees que tiene razón?
a. Normalmente la razón la tengo yo.
b. No todos, sólo algunos. Generalmente la mayoría da versiones
válidas de la realidad.
c. Todas las personas aportan puntos de vista válidos.

7. Tu superior protesta o te regaña en voz bastante alta por un trabajo
tuyo diciendo que está mal hecho...
a. Le escucho atentamente, procurando que la conversación se des
víe a una crítica constructiva y poder aprender de mis errores.
b. Que eleve la voz no se justifica en ningún caso. No tiene ningún
derecho a tratarme así, por lo que no puedo escuchar lo que me
dice hasta que no baje su tono de voz.
c. Me molesta que me regañe y lo paso mal.

8. Te preocupa mucho la impresión que causas sobre los demás, si
caes
bien o no...
a. Mucho, no soporto que alguien me tenga mal considerado.
b. No siempre, sólo cuando me interesa especialmente la amistad
de
la otra persona.
c. Lo que los demás piensen de mí no influirá en mi forma de ser.

9. ¿Preguntas, indagas, averiguas lo que la gente prefiere de ti y lo que
no?
a. Sí, aunque me llevo algunos disgustos.
b. Sí y disfruto conociéndome a mi mismo a través de los otros.
c. No pregunto nada, por si acaso me encuentro con respuestas que
hubiera preferido no escuchar.

10. ¿Crees que podrías lograr cualquier cosa que te propusieras?
a. Sólo algunas cosas de las que pienso son posibles.
b. Me cuesta conseguir lo que quiero, no creo que pudiera.
c. Con trabajo, suerte y confianza, seguro que sí.

11. ¿Estás convencido de que tu trabajo tiene valor?
a. No estoy convencido, hago lo que puedo porque tenga un valor.
b. No, más bien pienso que muchas veces no tiene valor ninguno.
c. Estoy convencido de que tiene mucho valor.

12. Me considero una persona tímida...
a. Depende del ambiente en que me mueva puedo ser más o menos
tímido/a.
b. No me cuesta hacer amigos ni relacionarme en cualquier situación
c. Creo que soy una persona especialmente tímida.

13. ¿Qué sientes cuando alguien recién conocido descubre por primera
vez algún defecto que estabas ocultando?
a. Esta pregunta presupone que oculto mis defectos, en cualquier
caso mi respuesta es que no me importa y que prefiero que los
conozca cuanto antes.
b. Me siento muy mal y desde ese momento mi relación con esa per
sona ya no es la misma.
c. Me resulta incómodo, pero procuro no darle mayor importancia.

14. ¿Te has sentido herido alguna vez por lo que te ha dicho otra per
sona?
a. Sí, me he sentido herido muchas veces.
b. No hay nada que puedan decir que pueda herirme.
c. Sí, pero sólo por palabras dichas por personas muy queridas.

15. Si pudieras cambiar algo de tu carácter, ¿qué cambiarías?
a. Nada.
b. No lo sé, son muchas cosas.
c. Alguna cosa.

16. Cuando has tenido algún fracaso amoroso, ¿de quién has pensado
que era la culpa?
a. Mía, normalmente.
b. Del otro, normalmente.
c. Cada fracaso es distinto, a veces uno a veces otro.

17. Si realizas un gran trabajo, ¿no es tan gran trabajo si nadie lo reconoce?
a. Efectivamente, si nadie reconoce el valor de mi trabajo no
merece tanto la pena.
b. El valor de cualquier trabajo es independiente del juicio de quien
sea.
c. El valor de mi trabajo soy yo el único que puede juzgarlo.

18. ¿Alguna vez sientes que nadie te quiere?
a. No es que lo sienta, es que es verdad que nadie me quiere.
b. Si, a veces siento que nadie me quiere.
c. No, sólo en alguna ocasión siento que no me comprenden, pero
no es lo mismo.
d. Las personas a las que todo el mundo quiere no valen nada, sólo los grandes generan odios y enemigos.
e. Nunca me siento así, las personas que me rodean me aprecian.

19. Si repetidamente en reuniones de trabajo o grupos de estudio tus
ideas no se tienen en cuenta...
a. Pienso que no merece la pena el esfuerzo porque mis ideas no
son tan buenas como creía y procuro atender a las ideas de los
otros, dejando en adelante de ofrecer más ideas.
b. Lo considero una estadística desfavorable, pero continúo apor
tando mis ideas si se me ocurre alguna interesante.
c. Abandono el grupo, ya que mis ideas no son tenidas en cuenta y
procuro formar otro en el que soy el líder o ir en solitario.

20. ¿A dónde crees que te lleva tu forma de ser?
a. Hacia una mejora constante.
b. Al desastre.
c. A la normalidad.
Las respuestas están en http://www.psicoactiva.com/tests/test4.htm

ABRIL


http://youtu.be/Mkdg77n2uCQ

MARZO
Padres
EL PEQUEÑO CANGURITO
http://es.scribd.com/doc/63894310/Reflexion-Para-Padres



FEBRERO

Padres de familia les sugiero que lean la publicaciones que se han realizado los años anteriores.
Me gustaría que opinaran acerca de  la temática que les gustaria ver en el blog.









 BIENVENIDOS PADRES 2012



OCTUBRE
SOLO PARA PAPITOS

Simbología de el cuento de ALICIA EN EL PAIS DE LAS MARAVILLAS 

Padres de familia esto es para que reflexionemos un poco si  desean compartirlo con sus hijas, eso queda a criterio de ustedes  


-Alicia representa a una persona que desea despertar.
-Alicia está en el mundo y el mundo le exige cosas.
-Ella está en conflicto con ese mundo, con su madre, con su entorno que la obliga a casarse, vive un momento de indecisión, no tiene nada claro en su vida. En ese momento cuando ella esta viviendo su vida normal, hay algo que la hace recordar.. “Estás perdiendo tu tiempo”… “Estás perdiendo tu tiempo”… ella intenta descubrir lo que es.
-Alicia dice a los demás: “mira el conejo..” pero sólo ella ve al conejo. El conejo le muestra que hay algo dentro de sí misma que debe despertar.

El conejo simboliza “El recuerdo de su origen divino”. Cuando Alicia sale corriendo porque necesita pensar ya que está en conflicto, no tiene nada claro, va corriendo al bosque y lo que sucede es que allí cae en un enorme agujero.

El agujero es el inconsciente. Cae y ve muchísimas cosas inconexas. Consigue controlar su inconsciente y todo para. Llega a un lugar con muchas puertas cerradas.
¿Qué son esas puertas? ¿Qué simbolizan?
-Son las puertas de la mente qué sólo pueden ser abiertas con la herramienta correcta, necesitan una llave. Ella ve la llave pero necesita transformarse para poder servirse de ella, tiene que transformarse en el modo correcto, no sirve cualquier transformación, no sirve ser muy pequeña, sentirse muy pequeña o muy grande. Aprende el juego. Está dentro de la mente aprendiendo sus juegos. Consigue encontrar el equilibrio y salir por la puerta a un nuevo mundo. Cuando sale los primeros seres que encuentra son los dos niños gorditos y una rata ciega con espada.

La rata muestra un defecto psicológico, es la valentía o el coraje inconscientes, espontáneos que pueden funcionar o no, porque actúan movidos por la emoción.

Los dos niños son la duda. Llevan a Alicia a ver a la oruga.

La oruga es el maestro interior, la oruga pregunta a Alicia:
“¿Quién eres tú?”.
-La oruga busca el grado de identificación de Alicia con su ego. Como la oruga es el maestro interior le explica lo que va a ocurrir… “tendrás que enfrentarte al dragón”, que es el EGO, con EL VALOR que es la espada y el pergamino muestra el camino esotérico, (interno o exotérico fuera del sistema conocido por la mayoría, sin la influencia de las religiones, los que mantuvieron la ruta), el camino correcto para matar al Ego. Alicia dice, que ella no sabe nada de todo eso y que no puede luchar y matar al dragón. No puede creer que ella es el guerrero que matará al monstruo, tiene que vivir el proceso de preparación. El maestro le hace bromas diciendo que ella estará preparada cuando llegue el momento.
-Los gorditos, la duda. Esta puede ser peligrosa para el orden establecido, puede se buena para Alicia, por lo que ellos serán de los primeros en ser encarcelados por el ejercito de la reina roja que simboliza al sistema bloqueador de todo lo que no va a su favor, aunque el primero en capturado es el conejo, “El recuerdo de su origen divino”, necesitan hacerlo prisionero así ya no podrá ayudar más.
Alicia encuentra al gato que sonríe.

¿Qué es el gato? Humo, pensamientos que no se concluyen, ensoñaciones, indica el camino pero no es real. El gato le enseña el camino hacia el sombrerero. Cuando el sombrerero ve a Alicia él no tiene la más mínima duda de que es la auténtica Alicia.
El sombrerero personifica a la mente, la mente sabe que es Alicia.

El sombrero del sombrerero simboliza la capacidad de centrarse, es por esto que el gato se enamora del sombrero, porque como es humo quiere ser consistente. El sombrero centra a la mente. Cuando Alicia vuela sobre el sombrero lo hace centrando su mente, acallando los pensamientos para llegar donde quiere.
Cuando todos son capturados y Alicia va hacia el castillo de la reina con la cabeza grande, la cual simboliza a su intelecto, tanta soberbia que lo que le rodea son los sentidos falsos, los aspectos físicos falsos, nariz falsa, oreja falsa, barriga falsa… quiere decir que ellos están a favor del intelecto, los sentidos son falsos, engañan a la reina.

La reina con todo su intelecto cree a Alicia, ella es tan inteligente, tiene tanto poder que la soberbia la puede, es boba a la vez, no ve más alla de lo que quiere ver, es cabezota, presumida, prepotente, egoísta, tonta, no ve que su mayor enemiga está sentada a su lado. La reina roja es la personalidad dominada por el ego aunque parezca ser al revés.
Cuando el sombrero llega demuestra su habilidad, la habilidad de la mente para adaptarse, él puede engatusar a la reina a través de la vanidad de esta. Se adapta trabaja para ella y para el sistema.
Tras la reina viven los conejos atemorizados. Los conejos, ellos son el miedo, el temor. Se esconden detrás del humo, el gato, las ensoñaciones, el miedo se esconde siempre detrás de pensamientos que no pueden ayudar, el gato desaparece y quedan vulnerables, al descubierto.
Después de que todo se descubre y llegando al desenlace de la película el gato visita al sombrero en la prisión y vemos como un pensamiento que se concreta en algo real… el gato se transforma en el sombrerero, cuando le cortan la cabeza desaparece. Engañó a la reina el sombrerero escapa… y cuando el sombrerero está escapando se lleva a todos sus amigos, que simbolizan a todos los valores del ser humano, para unificar todas la partes, la mente unifica las partes. Los lleva a todos a ver a la reina blanca, que es la conciencia.
La reina blanca es la consciencia.
Alicia necesita valor, el primer paso es luchar contra el miedo, luchar contra el sistema, para conseguir el valor, simbolizado por la espada, Alicia debe enfrentarse a ese animal monstruoso del sistema, que custodia la espada, el valor. Alicia llega al valor por medio del ojo que un acto de valor de la ratita había sido sustraido. El ojo es devuelto y el animal se vuelve agradecido permitiendo a Alicia dormir tras él. Para vencer un obstáculo de esta magnitud ha empleado todas sus fuerzas, toda su energía, su sabiduría, cae en el inconsciente, duerme. Una vez despierta el monstruo la cura y le da el valor, la espada, con la que matará al dragón, el Ego.
Ese animal simboliza el miedo al sistema.
Cuando el sombrerero está saliendo del castillo con todos sus amigos van a ver a la reina blanca, la conciencia. La reina blanca prepara a Alicia una pócima para ayudarla. La conciencia sabe todo de todos los mundos y la poción asquerosa es perfecta para mostrar la capacidad de la conciencia de no juzgar. Alicia no duda y bebe la pócima. Alicia pregunta a la conciencia por qué no lucha ella contra el dragón, la conciencia explica que esa no es su naturaleza, no matará el dragón, el Ego, es Alicia quien debe matarlo. El mediador en la lucha será el conejo “El recuerdo de si” él pone todo en su lugar y explica las reglas.

Cómo podemos ver el gran parecido que tenemos los seres humanos que estamos en este camino de consciencia y despertar.
Gabi Caccia

SEPTIEMBRE






ALGUNAS IDEAS SOBRE EL PROCESO DE LECTURA Y ESCRITURA


Consideraciones previas


Los niños y las niñas de tres, cuatro y cinco años no deben estar todo el día pegados al pupitre, escribiendo y leyendo. La Educación Infantil posee unas características propias: el juego, la comunicación oral y corporal, la relación afectiva, los hábitos de cuidado personal, etc.


Cada niña y cada niño tienen un desarrollo madurativo propio que tenemos que respetar, y mediante el proceso de aprendizaje de la lectoescritura con el que queremos trabajar se favorece el atender a cada uno de los distintos ritmos de desarrollo.


Todos hemos dicho a veces frases como “mi hija ya sabe leer”, pero ahora estamos inmersas en otro proceso de educación distinto, y contamos con que las niñas y los niños saben leer y escribir desde un principio, independientemente de que a las personas adultas nos cueste entenderles.
Debemos estimularles, ofrecerles la posibilidad de acceder al lenguaje escrito, pero no atormentarles, ni clasificarles, ni exigirles a todos unos conocimientos iguales.


Los niños y las niñas comprenden que el utilizar la escritura y la lectura sirve para comunicar, para gozar y disfrutar con ella, la rechazan cuando se les impone y se les desmotiva con calificativos negativos.


Papel de los padres y las madres


SÍ a:


Manejar mucha cantidad y variedad de material impreso: revistas, propagandas, libros, periódicos, recetas, poesías, prospectos médicos, cuentos, carteles de la calle,...


Facilitar las iniciativas en las que les pidan material o ayuda para escribir y leer, dibujar, pintar,...


Leer con nuestros hijos o hijas las producciones que hayan realizado (notas informativas, poesías, trabajos o proyectos,...) valorando siempre positivamente su esfuerzo.


Hablarles muy claro y correctamente.


Aceptar las producciones de los niños y niñas como su forma de comunicarse desde el momento lectoescritor en el que se encuentran y no como errores que han cometido.


Continuar leyéndoles aunque veamos que son capaces de hacerlo por si mismas.


NO a:


Las valoraciones negativas, o bajo el punto de vista adulto, de sus producciones escritas.
Presionar o a comparar las producciones de nuestras hijas o hijos, siempre hay que respetar el proceso natural e individual en el que se encuentran.


Agobiarnos con el aprendizaje de la lectoescritura, y no a agobiar a nuestros hijos o hijas.
TOMADO DEL BLOG EDUCANDO Y JUGANDO




AGOSTO
El gusano y el escarabajo
Había una vez un gusano y un escarabajo que eran amigos, pasaban charlando horas y horas.
El escarabajo estaba consciente de que su amigo era muy  limitado en movilidad, tenía una visibilidad muy restringida y era muy tranquilo comparado con los de su especie.

El gusano estaba muy consciente de que su amigo venía de otro ambiente, comía cosas que le parecían desagradables y era muy acelerado para su estándar de vida, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.


Un día, la compañera del escarabajo le cuestionó la amistad hacia el gusano.
- ¿Cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro del gusano?
A lo que él respondió que el gusano estaba limitado en sus movimientos.
- ¿Por  qué seguía siendo amigo de un insecto que no le regresaba los saludos efusivos que el escarabajo hacía desde lejos?

Esto era entendido por él, ya que sabía de su limitada visión, muchas veces ni siquiera sabía que alguien lo saludaba y cuando se daba cuenta, no distinguía si se trataba de él para contestar el saludo, sin embargo calló para no discutir.

Fueron muchas las respuestas que en el escarabajo buscaron para cuestionar la amistad con el gusano, que al final, éste decidió poner a prueba la amistad alejándose un tiempo para esperar que el gusano lo buscara.

Pasó el tiempo y la noticia llegó: el gusano estaba muriendo, pues su organismo lo traicionaba por tanto esfuerzo, cada día emprendía el camino para llegar hasta su amigo y la noche lo obligaba a retornar hasta su lugar de origen.

El escarabajo decidió ir a ver sin preguntar a su compañera qué opinaba.
En el camino varios insectos le contaron las peripecias del gusano por saber qué le había pasado a su amigo. Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a dónde él se encontraba, pasando cerca del nido de los pájaros. De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.

Llegó el escarabajo hasta el árbol en que yacía el gusano esperando pasar a mejor vida. Al verlo acercarse, con las últimas fuerzas que la vida te da, le dijo cuánto le alegraba que se encontrara bien. Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado.

El escarabajo avergonzado de sí mismo, por haber confiado su amistad en otros oídos que no eran los suyos, había perdido muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban. Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería no tanto por la especie a la que pertenecía sino porque le ofreció su amistad.


El escarabajo aprendió varias lecciones ese día. La amistad está en ti y no en los demás, si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.

También entendió que el tiempo no delimita las amistades, tampoco las razas o las limitantes propias ni las ajenas.
Lo que más le impactó fue que el tiempo y la distancia no destruyen una amistad, son las dudas y nuestros temores los que más nos afectan. Y cuando pierdes un amigo una parte de ti se va con él. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías e ilusiones compartidas en el capullo de la confianza se van con él. 

El escarabajo murió después de un tiempo. Nunca se le escuchó quejarse de quien mal le aconsejó, pues fue decisión propia el poner en manos extrañas su amistad, solo para verla escurrirse como agua entre los dedos.
Si tienes un amigo no pongas en tela de duda lo que es, pues sembrando dudas cosecharás temores. No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues estarás poniendo en una vasija rota tu confianza.

  Tomado de :http://www.leonismoargentino.com.ar/IndiceReflex.htm 



JULIO
 Cómo crecer?.

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.

El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el Pino.

Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid. Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.

La Rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el Roble. Entonces encontró una planta, una Fresia, floreciendo y más fresca que nunca.

El rey preguntó:

¿Cómo es que creces saludable en medio de este jardín mustio y sombrío?

No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías fresias. Si hubieras querido un Roble o una Rosa, los habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Fresia de la mejor manera que pueda".


Ahora es tu turno. Estás aquí para contribuir con tu fragancia. Simplemente mirate a vos mismo.

No hay posibilidad de que seas otra persona.

Podes disfrutarlo y florecer regado con tu propio amor por vos, o podes marchitarte en tu propia condena...

Jorge Bucay - Cuentos



JUNIO
QUE DESEAN HACER LAS NIÑAS?



Qué hacer en Vacaciones? 

¿Qué hacer con los niños y jóvenes durante el extenso período de descanso escolar? ¿Cuál es la manera más eficiente de organizarles su tiempo? ¿Es necesario que mantengan una mínima rutina de estudio o repaso de trabajo escolar? ¿Qué hacer para que no se aburran? Estas dudas asaltan a los padres al comienzo de las vacaciones.
Al empezar las vacaciones escolares, la mayoría de los padres no hemos podido aún –o no podremos- salir de vacaciones. Nuestros hijos han estado esperando ansiosamente este período de descanso, mientras que para los padres la idea de que los niños tengan todo el día libre en la casa es angustiante aún desde antes de su inicio.
Nuestro temor –muchas veces fundado- es que este receso escolar se transforme en una época de descontrol, en la que los niños duermen hasta muy tarde, miran televisión por largas horas o se pasan todo el día frente al computador. Si a esto le agregamos el temor de muchos padres que sus hijos olviden parte o gran parte de lo que aprendieron durante el año escolar -y muchas veces con tanto esfuerzo- las vacaciones de los niños se transforman en un período que no es fácil de manejar.
Para comenzar, conviene tener presente que vacaciones no debe ser para los niños sinónimo de hacer lo que quieran y cuando quieran. Siempre es importante que los padres mantengan un control sobre los horarios de sueño y comidas, aunque no sean tan rigurosos como durante el período escolar. Lo mismo corre para los permisos para las salidas de los hijos mayores y ciertas rutinas mínimas de ayuda en las tareas de la casa.
Tres aspectos son necesarios a tener en cuenta al momento de planificar u organizar actividades para las vacaciones, no importa si vamos a estar la mayor parte del tiempo en la casa o podremos salir fuera de nuestra ciudad:
En primer lugar, el aspecto físico. Las vacaciones son muy apropiadas para el ejercicio físico y el contacto con la naturaleza. El niño debe moverse, salir y no permanecer pasivo en la casa. Aún cuando no siempre es posible enviarlo de campamento o pagarle un curso deportivo, andar en bicicleta, caminar en familia por las tardes o ir a la piscina será imprescindible. No se trata de hacer todo el ejercicio que no se ha practicado durante el año, pero sí una rutina que les permita mantenerse activos y evitar el aburrimiento.
En segundo lugar, las relaciones sociales. Es importante mantener y cuidar el contacto de los niños con otros amigos o compañeros de colegio durante las vacaciones. Las actividades lúdicas con otros niños son la mejor forma de establecer lazos de amistad y camaradería. Pero también hay más tiempo para la familia y las vacaciones serán un buen momento para establecer relaciones con algunos miembros de la familia con los que normalmente no compartimos, como los abuelos, tíos y primos.

 Tomado de: colombiaaprende.edu.co/



MAYO


La magia de la aceptación.



 


En una pequeña aldea de la India vivía un aguador que tenía sólo dos grandes vasijas para alimentar a su mujer y a sus hijas. A diario, el hombre las colgaba en los extremos de un palo que llevaba sobre los hombros. El aguador iba con sus vasijas hasta el río, allí las llenaba de agua fresca para poderla vender en la aldea y así iba subsistiendo.

Una de las tinajas tenía varias grietas por las que se escapaba el agua, de modo que al final del camino sólo conservaba la mitad, mientras que la otra era perfecta y mantenía intacto su contenido. Esto sucedía diariamente.

La vasija sin grietas estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía idónea para los fines para los que había sido creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba avergonzada de su propia imperfección y de no poder cumplir correctamente su cometido. Y cuando pensaba en la pobreza de la familia del aguador se sentía aún más triste por no poder ayudarlo, a pesar de que en los últimos tiempos éste había mejorado algo sus ingresos, ya que recogía las flores del camino que después también vendía.

Así que al cabo de dos años le dijo al aguador:

-Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo, porque debido a mis grietas sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir por tu trabajo.

El aguador le contestó:

-Cuando regresemos a casa quiero que te fijes en las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino.

Así lo hizo la tinaja y, en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo de su camino de vuelta a la aldea, pero siguió sintiéndose apenada porque -como siempre-, al final sólo guardaba dentro de sí la mitad del agua que el aguador le había metido en el río.

El aguador le dijo entonces:

-¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Quise sacar el lado positivo de tus grietas y sembré semillas de flores. Todos los días las has regado y durante dos años yo he podido recogerlas y venderlas. Si no fueras exactamente como eres, con tu capacidad y tus limitaciones, no hubiera sido posible crear esta belleza. 



Del blog de Enriqueta Olivari.




ABRIL
amistades...

ORACIÓN PARA LOS PADRES


AYUDAME: A comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que tengan que decir, a contestar con cariño todas sus preguntas.
HAZME: Tan amable con ellos, como quisiera que lo fueran conmigo.
No me permitas interrumpirlos, hablándoles de mal modo, si no enseñándoles con amor.
DAME VALOR: De confesar mis faltas para con mis hijos, no permitas que me burle de sus errores, ni que los humille o avergüence delante de sus amigos o hermanos como castigo.
NO PERMITAS: Que induzca a mis hijos ha hacer cosas indebidas por seguir mi mal ejemplo.
TE PIDO: Que me guíes todos las horas del día, para que pueda demostrarles, por todo lo que diga y haga, que la honestidad es fuente de felicidad.
REDUCE: Te lo ruego el egoísmo que hay dentro de mi. Haz que cese mis críticas de las faltas ajenas, que cuando la ira trate de dominarme, me ayudes, Oh Señor, a contener mi lengua.
HAZ: Que tenga siempre a flor de labios una palabra de estímulo.
AYUDAME: A tratar a mis hijos, conforme a sus edades, y no me permitas que de los menores exija el criterio y normas de vida de los adultos.
NO PERMITAS: Que les robe las oportunidades de actuar por si mismos con responsabilidad, de pensar, escoger y tomar su decisiones de acuerdo a su edad.
PROHIBEME: Señor que los agreda física o verbalmente, con el pretexto de corregirlos, por el contrario que siempre tenga para ellos: TIEMPO, ABRAZOS, TE AMO Y BESOS. Cuatro pasos que como ángeles de la guarda debo yo regalarles.
PERMITEME : El poder satisfacer sus deseos JUSTOS, pero dame valor siempre de negarles un privilegio que sé que les causará daño.
HAZME TAN JUSTO, tan considerado y amigo de mis hijos, que me sigan por amor y no por temor.
AYUDAME: En fin, a ser un LIDER para ellos y no un JEFE.
¡ SEÑOR YO QUIERO SER COMO TU, PARA QUE VALGA LA PENA QUE MI HIJO SEA COMO YO !
AMÉN




MARZO

DIEZ MANDAMIENTOS PARA ESTABLECER RELACIONES POSITIVAS CON LOS HIJOS Y AYUDARLOS A CONSTRUIR UNA BUENA AUTOESTIMA


1-Respete a los niños y trátelos con iguales derechos. No los rotule con expresiones como mentiroso,estúpido,bruto,usted no sirve para nada.
2-Concéntrese en el comportamiento positivo del niño, tome nota de los esfuerzos, contribución y cooperación, exprésele su reconocimiento.
3-Acepte a su hijo como es, dejando a un lado las expectativas.Esto lo ayuda a sentirse a gusto consigo mismo. 
4-Ayude a su hijo a ser responsable delegándole tareas concretas y exigiéndole un comportamiento adecuado.
5-Tenga el coraje de ser imperfecto.Reconozca sus capacidades y no se exija más de lo que es posible dar.
6-Piense que usted es modelo de sus hijos. Los niños aprenden más de lo que hacen los adultos, que de lo que dicen.
7-Escuche con cuidado lo que habla su hijo. Trate de comprender sus sentimientos y emociones que exprese, como también aquellos que no manifieste.
8-tome a los hijos en serio. Interésese por las cosas que son importantes para ellos.
9-Dé a conocer claramente sus valores y creencias, pero no trate de imponerlos sermoneando y obligando. Estos se captan.
10-Dé a sus hijos lo mejor que les pueda dar . USTED MISMO.

Autor: Anónimo.


FEBRERO 2012
PATALETAS Y BERRINCHES



Olga Francisca Salazar Blanco

Pediatra - Profesora

Universidad de Antioquia

Las pataletas o berrinches son comportamientos predecibles en el proceso de desarrollo de los niños de 18 meses a 3 años. Con frecuencia anuncian el comienzo de lo que algunos llaman "los terribles dos años". Los padres y adultos que acompañan al niño en la crianza a menudo se preguntan el por qué de este comportamiento, el cómo actuar ante la situación y el cómo evitarlas. Empecemos por esbozar el origen de las pataletas, para entenderlas como una forma más de comunicación del niño y una oportunidad para favorecer su desarrollo, mediante una respuesta y comportamiento adecuados en el momento en que ocurran.
      
¿Qué son los berrinches o pataletas?

Los berrinches son una forma de protesta física de los niños, accesos de ira en los cuales se tiran al suelo, patalean y gritan. Generalmente están desencadenados por una frustración, al no poder hacer algo —como mantener en pie una torre de cubos—, no lograr algo —que le compren un juguete en el supermercado—, o por la contrariedad ante una orden que no es del agrado —no salir al parque—. Se ven favorecidas en algunos casos por el temperamento fuerte o agresivo, otras veces por límites muy severos en su crianza; además, el niño puede usarlas para saber cuando un no significa realmente no o para probar y manipular a sus padres.

Otra modalidad de berrinche es la contención de la respiración, más terrorífico y angustiante para los padres. Consiste en que el niño inspira profundamente y retiene el aire en vez de llorar; lo hacen por largo rato, se ponen rojos, luego azules y pueden finalmente caerse; no se acompaña de relajación de esfínteres, ni rigidez muscular, ni somnolencia posterior y puede ser confundido con ataques. Son más comunes en niños varones, de temperamento fuerte y agresivo y que se encolerizan fácilmente.

Las pataletas suelen ocurrir en los niños de 18 a 36 meses, etapa de desarrollo de la autonomía versus vergüenza y duda, según Erikson, en la cual el niño, mediante la interacción con los adultos va a adquirir el control de sus músculos, el control de sus impulsos y va a ser capaz de controlarse y quererse a sí mismo. Sin embargo, esto es un proceso, durante el cual pueden surgir dudas y vergüenza por sentirse dependiente, temeroso de sobrepasar los límites de su capacidad para hacer las cosas o cumplir las normas impuestas por los adultos, cuya actitud es fundamental para facilitarle el buen desarrollo de su autonomía, dándole la oportunidad de que haga todo lo que pueda y quiera hacer, a su propio ritmo, en el momento y sitio precisos y con los límites necesarios.
Las rabietas, que son tan desagradables para los padres, quienes se culpan muchas veces, resultan tanto o más incómodas para el niño, porque no las puede controlar, pero si se maneja adecuadamente la situación suelen ser suprimidas dentro de su proceso normal de desarrollo, y contribuirán a determinar la actitud del niño en el futuro hacia la frustración. Las pataletas son una forma de comunicación del niño, que a su tierna edad no maneja un lenguaje verbal fluido; así expresan en forma dramática, intensa y explosiva esa incapacidad de hacer o lograr algo que desean.

¿Que hacer cuando el niño hace una pataleta?

Lo más importante para el adulto es no perder la calma, no desesperarse y terminar golpeando o gritando al niño, o tirado en el piso haciendo el show con éste. El qué hacer depende del sitio donde haga la pataleta; si es en la casa, lo más prudente es dejarlo solo, que llore, grite o patalee hasta que se calme, pero siempre teniendo cuidado de no dejarle objetos con los que se pueda hacer daño o dañar a otros —cuchillos, objetos punzantes, o cortantes.

La actitud de ignorar la conducta parece ser la más efectiva, sin acompañarla de malas caras, enfados, gritos o sermones, amenazas o promesas; sencillamente, limitarse a continuar las actividades en el hogar —el aseo, la lectura, la televisión...—; así, el niño siente que de esa forma no consigue lo que quiere. Cuando se calme, es bueno cargarlo y abrazarlo o acercarse en cuclillas y decirle algo para consolarlo, como sé como te sientes, pero poniendo los cubos así resulta difícil mantener la torre en pie. Veamos como podemos hacer otra torre.

Cuando el niño en su rabieta alcanza altos niveles de agresión, como arrojar objetos o golpear o destruir cosas, no se debe ignorar; entonces, puede resultar más prudente retirarlo del sitio donde está haciendo la pataleta y llevarlo a un sitio aislado; así se detiene de manera inmediata el berrinche, se da tiempo al niño para que se calme y reflexione sobre ese comportamiento agresivo o violento y a los padres para controlar las emociones, de modo que no castiguen al niño con rabia.

Cuando el berrinche es en sitios públicos, como el supermercado o la calle, es más azaroso para los padres, por la vergüenza ante las otras personas; es muchas veces difícil alejarse del lugar y dejar el niño solo, así que podría ser necesario sujetarlo, sin violencia, para llevarlo a un sitio más privado, como el auto, o el baño, pero igualmente dejarlo que desahogue su furia, antes que ceder a sus caprichos.

Tan pronto termine la rabieta y sea posible la comunicación fluida, el adulto que acompaña al niño puede acercarse afectuosamente a éste e invitarlo a compartir el motivo de su ira, explicarle que ese comportamiento no es adecuado, darle razones sencillas por lo cual no debe comportarse así, tales como porque se puede hacer daño, porque así no se entiende la gente, porque con ese comportamiento no va a conseguir lo que quiere, según las normas que se tienen en el hogar. Al niño debe explicársele que se entiende como se siente, porque, por ejemplo, no pudo hacer esa construcción, pero que tirando los cubos al piso y gritando, tampoco logrará su objetivo.

¿Qué se debe evitar cuando el niño tiene un berrinche?

No se debe sermonear, dar explicaciones y tratar de dialogar. En ese momento no va a prestar atención en su estado de ira y frustración.
No ceder o no satisfacer el capricho del niño, pues el hacerlo probablemente sirva para reforzar la conducta, dado que entenderá que con la pataleta finalmente consigue lo que quiere.
No golpear ni agredir físicamente al niño, pues con esto sólo se consigue enseñarle a reaccionar con violencia, se maltrata y se atemoriza, pero no se educa.
No maltratar verbalmente; además, no se debe desaprobar al niño, sino su comportamiento.
No se le debe decir, por ejemplo, que es un gritón o un malcriado, sino que el comportamiento no corresponde a un niño educado como él.

¿Cómo disminuir y prevenir las pataletas y berrinches?

Las rabietas de los niños pueden muchas veces evitarse por medio de algunas medidas y conductas específicas. El gritarle y castigarlo mucho o ser muy estricto no eliminará la aparición de estas conductas y por el contrario, puede acentuarlas.

Lo más importante es acercarse al niño, conocerlo, estrechar su relación con él, detectar las cosas que le gustan y las que le disgustan. Una buena comunicación, con una relación de confianza y mutuo entendimiento ayudará a reconocer las circunstancias, las horas, las frustraciones que pueden desencadenar una rabieta, tales como el sueño, el cansancio o el hambre.

En el proceso de crianza se deben fijar los límites y normas y asegurarse de que el niño entiende. Todos los adultos involucrados en el cuidado del niño deben ser firmes en la aplicación de las normas que se establecen para el comportamiento del niño.

La ambivalencia e inconsistencia de las normas confunden al niño y pueden generar pataletas, porque aprende rápidamente a reconocer quienes le permiten ciertos comportamientos o le satisfacen ciertos caprichos, y qué tiene que hacer para conseguir lo que quiere. En estos casos se pueden aplicar los adagios populares el mono sabe en que palo trepa y el espanto sabe a quien le sale.

Enseñe al niño con el ejemplo. El comportamiento explosivo y las pataletas de los padres ante situaciones cotidianas son un modelo imitable ante sus contrariedades y frustraciones, porque él aprende por imitación.

Al niño debe enseñársele a expresar sus sentimientos, explicarle que enojarse es normal, pero ayudarle a encontrar formas aceptables de comunicar su ira o frustración.

Los comportamientos positivos del niño deben ser reforzados. Así, cuando no reaccione con un berrinche por el juguete que no se le compró en el supermercado, debe felicitarse y decirle el orgullo que se siente por ese comportamiento tan ejemplar, lo cual puede estimularlo a seguir reaccionando en forma más serena, porque aunque no consiguió un juguete, recibió la aprobación y una muestra de afecto, lo que resulta muy importante en el proceso de crianza.

Lecturas recomendadas

Gabriel P, Wool R. El mundo interior de los niños. Buenos Aires, Javier Vergara, 1992.

Manso M, Jordán B. Tus hijos de 4 a 5 años. Madrid, Palbre, 1994.

Marulanda Á, Creciendo con nuestros hijos. Cali, Cargraphics S.A., 1998.

Posada Á, Gómez JF, Ramírez H. El niño sano, 2ª ed., Medellín, 1998.

Schaefer CH, Digerónimo T. Enseñe a su hijo a comportarse. Buenos Aires, Javier Vergara, 1993.



BIENVENIDOS PADRES 2011





DICIEMBRE


¿Qué nos hace mejores padres?
Los buenos padres no le dan a su hijo todo lo que necesita,
Le enseñan que él es capaz de conseguir lo que quiere.

Los buenos padres no buscan hacer feliz a su hijo,
Le enseñan que la felicidad depende de cada uno.

Los buenos padres no le dan oportunidades a su hijo,
Le enseñan a buscarlas, a crearlas y a aprovecharlas.

Los buenos padres no le dan a su hijo lo mejor para que sea feliz,
Le enseñan a disfrutar y a encontrar lo mejor, aún en lo más sencillo.

Los buenos padres no le enseñan a su hijo a superar siempre a los demás,
Le enseñan a superarse a sí mismo.

Los buenos padres no le enseñan a su hijo a decir todo lo que piensa,
Le enseñan que lo que pensamos no es la verdad absoluta y que debemos
ser cautelosos al expresar nuestras opiniones, teniendo en cuenta los
sentimientos de los demás.

Los buenos padres no le resuelven los problemas a su hijo,
Le enseñan a asumir responsabilidad y a aprender de sus errores.

Los buenos padres no le enseñan a sus hijos a evitar los fracasos,
Le muestran que el fracaso es parte del camino hacia el éxito.

Los buenos padres no convencen a su hijo de su importancia en la sociedad,
Le enseñan que sirviendo se volverá importante para ella.

Los buenos padres no le enseñan a su hijo a ser crítico y resentido ante las injusticias,
Le enseñan a contribuir en paz y a construir la justicia.(ANÒNIMO)
 



NOVIEMBRE


EL HOMBRE Y EL ANIMAL

Por alguna oculta razón atribuimos a los animales defectos que sólo tenemos los seres humanos.

No es falsa la serpiente cuando repta zigzagueando en su andar; es falso el hombre que deja la rectitud y anda por caminos sinuosos.

No es sucio el cerdo que se revuelca en el barro; es sucio el hombre que enloda su espíritu con conductas inmorales.

No es cruel la hiena que ataca a su presa para alimentarse; es cruel el hombre que hiere y tortura a sus hermanos.

No es charlatán el loro que repite sonidos huecos; es charlatán el hombre que habla sin tener nada que decir.

No es cobarde la gallina que huye del enemigo por instinto; es cobarde el hombre que no afronta los riesgos de su situación.

No es astuto el zorro que se hace el dormido para atrapar a su presa; es astuto el hombre que simula para engañar.

No es mentiroso el tero que grita lejos de su nido para defender su cría; es mentiroso el hombre que oculta la verdad que debería mostrar.

Tal vez, no se hace malo el hombre cuando se parece a los animales, y se hace malo el animal cuando se asemeja a los hombres...     
autor conocido pero de incógnito
lo envió Claudia



OCTUBRE





















SEPTIEMBRE


PAPITOS COMO SE QUE HAY INQUIETUDES ACERCA DEL TIPO DE LETRA QUE ESTAMOS UTILIZANDO,  PUBLICO ESTE ESCRITO TOMADO DE INTERNET PARA QUE LO LEAN Y REFLEXIONEN






La Escritura Cursiva - Reflexiones




Sabías que...


La escritura cursiva o manuscrita es una llave maravillosa que nos permite:
FICHAS para niños gratis


*Comunicar nuestros pensamientos de manera personal a los amigos, a la familia, en los negocios ó a cualquiera que elijamos (muy diferente al correo electrónico el cual es creado por la computadora y es más impersonal).


* Escribir fluida y libremente nuestras ideas sin interrupción.
* Tener una conversación escrita con quien queramos.
* Expresarnos con un estilo agradable.
La maravilla de nuestros pensamientos y emociones salen con vida al receptor, de la manera más personal a través de la letra cursiva. Desgraciadamente y por falta de entrenamiento para escribirla, en muchos casos la letra cursiva no es fácil de leer y esto origina que no sea digna de atracción al ojo humano y peor aún, puede dar la impresión de que el escritor puso muy poco empeño y cuidado. La caligrafía deficiente con mucha frecuencia da la impresión de que el escritor no pensó que el receptor es suficientemente importante como para invertirle tiempo y cuidado al momento de escribir.
Aún en la era de las computadoras, la escritura manuscrita es aún una aptitud necesaria. Estar capacitado para escribir con legibilidad te permite comunicarte de una manera más agradable y atractiva en cualquier situación.
En Proyecto Salón Hogar, creemos que todos los estudiantes  necesitan trabajar en gramática, semántica, composición, vocabulario y en otros "bloques de construcción" del lenguaje. No obstante también pensamos que existe la necesidad de desarrollar otras habilidades como la escritura cursiva para lograr una preparación integral.
¿En esta era de la computadora y la globalización, hemos perdido a caso identidad al no saber escribir en letra cursiva?
Resulta alarmante observar que alrededor del 75% de los alumnos a nivel medio y medio superior escriben con letra de imprenta y aún más lamentable descubrir que muchos de ellos no saben hacerlo de otra forma; inclusive profesores de nivel básico (primaria) no saben escribir en cursiva.”
PROF. SUSANA B. GONZÁLEZ
Profesora de Enseñanza Media y Superior en Letras
Docente en el Nivel Secundaria y Coordinadora de Talleres de Redacción
La escritura es un proceso mecánico, una destreza psicomotriz mediante la cual se aprende a escribir palabras y oraciones, y de ese ejercicio sistemático y progresivo, depende su soltura y legibilidad.

La letra cursiva alguna vez fue la piedra angular de la enseñanza en las escuelas y hoy en día se está convirtiendo únicamente en un artefacto cultural. El uso de las computadoras y las exigencias de exámenes estandarizados definitivamente se imponen a su antigua y alta posición en la formación de los estudiantes.
Impartida por más de 100 años, la escritura cursiva es historia pasada. En muchas escuelas la escritura cursiva se ha reducido a un curso “si-tenemos-tiempo” en segundo o tercer grado. Las composiciones o escritos que le son requeridos a los alumnos en grados posteriores, cada vez se presentan con menor legibilidad, y en su lugar las impresiones de computadora cada vez son más aceptadas por los profesores.
En 2002, cuando se seleccionaron a 220 profesores de primero, segundo y tercer grado a lo largo de América se les preguntó: ¿Te sientes preparado para enseñar escritura cursiva?, y un abrumador numero de cerca del 90% contestó: – No.
¿Qué significa para nuestros niños esta falta de entrenamiento de los profesores?
Sin duda alguna la respuesta es: Una carencia de enseñanza en nuestros salones de clase, en donde el tiempo para la escritura cursiva formal se ha reducido en los últimos 30 años y a menudo desaparece al final del tercer grado.
Hace algunas generaciones la recomendación para la práctica de la caligrafía tradicional era de 75 minutos de tiempo clase a la semana y los niños practicaban la habilidad a través de ejercicios cotidianos y repetitivos.
Para los tradicionalistas, la muerte de la escritura cursiva es una atrocidad –la pérdida de una habilidad, incluso la pérdida de una forma de arte.
Las personas que solo pueden escribir con letra de molde argumentan que no tiene sentido hacer perder el tiempo a los estudiantes enseñándoles una habilidad rudimentaria cuando ya estamos en la era de las computadoras. Para los "expertos" en educación, la practicidad usualmente gana.
Existen algunos métodos de enseñanza que prometen desarrollar rápida y fácilmente la habilidad de la escritura cursiva: “D´Nealian,” “Zaner-Bloser”, y "Escritura sin lágrimas", por nombrar algunos. Cada uno de ellos argumenta que su método es el mejor y que ayudará a las pequeñas manos a adquirir rápidamente una escritura cursiva legible; sin embargo todos requieren que se les dedique tiempo para su práctica y siempre hay que tener en cuenta que la legibilidad únicamente podrá ser “criticada” por el lector.
Antes que los niños alcancen intermedia, la mayoría tienen desarrollada su versión única de letra de molde/cursiva. Para algunos, a menos que las escuelas hayan dedicado tiempo a la práctica de la escritura cursiva, ningún método simple podrá ayudarles a mejorar su caligrafía. Como resultado, muchos estudiantes nunca podrán dominar la difícil conexión de la b y la r y menos aún escribir cualquier cosa legible en letra cursiva.
Es increíble cómo, en algunas escuelas, los coordinadores de planes de estudio reciben más llamadas de padres de familia cuestionando por qué se enseña la letra cursiva y un mínimo de padres, y a veces nulo, exigiendo más tiempo de clase dedicada a ello. Lo que algunos profesores argumentan es: que la letra cursiva se está llevando acabo por tradición, no por necesidad, desconociendo la importancia que tiene el aprendizaje de la letra cursiva para el desarrollo neurológico y psicomotríz en los niños:
Se ha comprobado que muchos niños de cinco y seis años comienzan a escribir sus primeras palabras a través del teclado de la computadora y no utilizan el lápiz para desarrollar su destreza motriz.
Está probado que las personas que redactan y utilizan letra cursiva, escriben fluida y libremente sus ideas sin interrupción, mientras que las personas que tienen que redactar y utilizan la letra de molde interrumpen el flujo de ideas, tal y como se interrumpe la escritura al escribir letra por letra, es decir no hay una continuidad.
Vivimos en un mundo de globalización en el que las computadoras ocupan un lugar muy importante; sin embargo, es de suma importancia como padres y profesores el estimular a los niños en el manejo de una correcta escritura cursiva, logrando que adquieran identidad propia y rasgos bien definidos.
Por todo lo anterior te alentamos a que motives a tus hijos o studiantes a practicar esta habilidad y si es que tu tampoco la tienes, bueno nunca es tarde para empezar.
TOMADO DE :WWW.PROYECTOSALONHOGAR.COM







AGOSTO





Cómo crear hábitos de estudio


Por: Ps. Angie Pintado Negrón
Psicóloga del Colegio América
Cuando los niños comienzan con la educación en la escuela, es el momento propicio para la instauración de los hábitos de estudio. Uno de los aprendizajes más importantes es el aprender a estudiar. ¿Dónde y cómo debe hacerlo?

ALGUNAS CONDICIONES NECESARIAS
- El lugar de estudio puede ser su propia habitación o una pieza en la casa especialmente para el estudio.
- En el lugar de estudio se deben considerar algunos elementos básicos necesarios: Una mesa o escritorio de tamaño acorde al porte del niño, una silla y estantes para que guarde sus libros y cuadernos. 
- Lo importante es que este lugar sea siempre el mismo, de manera que el estudiante se acostumbre a este espacio y no existan nuevos distractores, cada vez que va a estudiar o a hacer tareas. 
- El estudio o las tareas se deberían realizar todos los días, aproximadamente a la misma hora y respetando siempre el mismo lugar, para establecer una rutina. De esta forma, el niño asociará el horario y el lugar con el hecho de estudiar o hacer tareas. 
- Si no existen obligaciones escolares, puede sentarse a la hora acordada en el mismo lugar para ordenar los cuadernos.
- Cuidar que adopte la postura correcta al sentarse.
- El lugar debe ser en lo posible silencioso, lejos de la televisión, radio, teléfono y otros ruidos.
- Evite distracciones de amigos, hermanos u otras personas.
- El lugar debería tener una ventilación adecuada e iluminación natural. Lo ideal es que provenga desde el lado posterior izquierdo de la mesa o escritorio.

RECOMENDACIONES
- Antes de sentarse a estudiar, la niña debe preparar todos los materiales que va a necesitar, como libros, lápices y borrador, para no perder tiempo buscándolos cada vez que los necesita y evitar distracciones innecesarias.
- Es necesario que el niño se distraiga o descanse un periodo corto de 10 a 20 minutos después de almorzar. En lo posible, que no salga a jugar con los amigos o vea televisión, porque es difícil interrumpirlos para iniciar el estudio. Es preferible que se cambien de ropa o prepare sus materiales antes de iniciar sus actividades escolares.
- Es aconsejable que los periodos de estudio personal no sobrepasen lo que dura un periodo normal de clases, es decir, 45 a 90 minutos. Si la niña se siente cansado, es mejor que interrumpa las tareas, descanse 15 a 20 minutos y después reinicie.
- Los padres deben apoyar al niño en sus trabajos y estudio. Esto no implica realizar las actividades con él ni por él, sino responder sus dudas, ayudarlo a recopilar material o indicarle dónde debe buscarlo. Además, ayudarle a organizar su trabajo, escuchar comentarios acerca de su lectura o estudio y preguntar acerca de ella. 
- Las tareas o el estudio deben realizarse sin interrupciones. Es importante ser consecuentes: si se valora el estudio, no se debe postergar ni interrumpir esta actividad por otra.
- Lo ideal es que el niño y los padres tengan claro que el proceso se ha terminado cuando se han guardado los materiales en la mochila, preparándolos para el día siguiente. En ese momento, y no antes, podrá ir a jugar o realizar alguna actividad que sea de su agrado.
- En niños mayores de ocho años, se debe establecer un horario en conjunto con el niño, para involucrarlo y responsabilizarlo.
- No asociar estudio con premios o castigos. Es importante generar la motivación por aprender más.

Tomado de la página del Colegio América


JUNIO
TALLER DE PADRES
EL PASADO 2 DE JUNIO SE LLEVÓ A CABO EL TALLER PARA PADRES DE FAMILIA DE PREESCOLAR, DIRIGIDO POR LA SEÑORA JACKELINE GALINDO, COMO ALGUNOS PAPITOS NO PUDIERON ASISTIR, PUBLICO ALGUNOS APARTES PARA QUE SE ENTEREN DE LA TEMÀTICA Y LA COMPARTAN EN FAMILIA.
RELFEXIÒN



Yo me preguntaría y plantearía la siguiente pregunta: ¿cómo eduqué o estoy educando a mis hijos? ¿Qué valores inculco o inculque a mis hijos? A los jóvenes de este siglo hay que llamarlos varias veces en la mañana para llevarlos a la escuela y, digo llevarlos porque no tienen que tomar el camión o caminar larguísimas distancia para llegar a ella.

Se levantan generalmente irritados
 porque se acuestan muy tarde,   viendo televisión por cable, jugando PlayStation, hablando o enviando mensajes por teléfono o chateando por la Internet. No se ocupan de que su ropa esté limpia y mucho menos en poner un dedo en nada que tenga que ver con arreglar algo en el hogar. 

Tienen los juegos y equipos digitales más modernos del mercado, Ipod, blackberry y computadora no pueden faltar, como tampoco el pago por su actualización. Hoy los hijos, muchas veces sin merecerlo, presumen el celular más novedoso, el más costoso. La Lap más equipada. Nada les costó. Si se descomponen, para eso estamos, no faltaba más, hay que pagar la reparación, a la brevedad y sin chistar.

Idolatran amigos y a falsos personajes de realitys de mtv.
 ¡Ah! pero viven encontrándole defectos a los padres, a quienes acusan a diario de que sus ideas y métodos están pasados de moda.
Se cierran automáticamente a quien les hable de moral, honor y  buenas costumbres
, y mucho menos de religión. Lo consideran aburrido. Ya saben todo y, lo que no ¡Lo consultan en internet! 
Nos asombramos, porque los sicarios cobran cuotas sin trabajar por ellas,
 cuando a nuestros hijos los acostumbramos a darles todo incluso su cuota semanal o mensual sin que verdaderamente trabajen por ella, y todavía se quejan a porque eso no me alcanza.

Si son estudiantes, siempre inventan
 trabajos de equipo o paseos de campo, que lo menos que uno sospecha, es que regresarán con un embarazo, habiendo probado éxtasis, coca,  marihuana o cuando mínimo alcoholizados
Y cuando les exiges lo más mínimo en el hogar o en la escuela,
 lejos de ser agradecidos te contestan, con desfachatez: yo no pedí nacer, es tu obligación mantenerme o quien les manda andar de calientes.

Definitivamente estamos jodidos, pues la tasa de que hagan su vida independiente se aleja cada vez más, pues aún graduados y con trabajo, hay que seguirlos manteniendo, pagándoles deudas, servicios y hasta los partos de sus hijos.

Con lo anterior, me refiero a un estudio que indica que este problema es mayor en chicos de la sociedad de clase media o media alta (o de capas medias urbanas) que bien pudieran estar entre los 14 y los 28 años, si es correcto 28 años o más ¿lo pueden creer? y que para aquellos padres que tienen de dos a cuatro hijos constituyen un verdadero dolor de cabeza.

¿Entonces en qué estamos fallando? 

Yo sé, dirán que los tiempos y las oportunidades son diferentes, pues para los nacidos en los años cuarenta y cincuenta, el orgullo reiterado era levantarse de madrugada a ordeñar las vacas con el abuelo; que tenían que ayudar a limpiar la casa; no se frustraban por no tener vehículo, andaban a pie a donde fuera, siempre lustraban sus zapatos, los estudiantes no se avergonzaban de no tener trabajos gerenciales o ejecutivos, aceptaban trabajos como limpiabotas y repartidores de diarios.

Lo que le pasó a nuestras generaciones
, es que elaboramos una famosa frase que no dio resultado y mandó todo al diablo:

¡Yo no quiero que mis hijos pasen, los trabajos y carencias que yo pasé! 
Nuestros hijos no conocen la verdadera escasez, el hambre
. Se criaron en la cultura del desperdicio: agua, comida, luz, ropa, dinero.

Muchos de los nuestros hijos, a los 10 años ya habían ido pasear a la costa, montado en avión, viajado con amigos, a nosotros nos costo mucho tener una de las tres oportunidades. 
El dame y el cómprame, siempre fue generosamente complacido convirtiendo a nuestros hijos en habitantes de una pensión,
 con sirviente (a) y todo incluido, que después intentamos que funcionara como hogar.

Es alarmante el índice de divorcios que se está generando
, van a la conquista de su pareja y vuelven al hogar, sólo unos meses más tarde, divorciados porque la cosa no funcionó; ninguno de los dos quiere servir al otro en su nueva vida. Como nunca batallaron en la pensión con sirviente incluido, en la que se les convirtió el hogar paterno, a las primeras carencias en el propio, avientan el paquete y regresan a la casa para que la mamá y el papá continúen resolviéndoles la vida.

Este mensaje es para los que tienen hijos y que pueden todavía moldearlos, edúquenlos con principios y responsabilidades. háganles el hábito del ser agradecidos. 


Háganles el hábito de saber ganarse el dinero con honestidad, la comida, la ropa, el costo de la estancia en la casa en la cual no aportan para el pago de servicios. Háganles saber lo que cuesta cada plato de comida, cada recibo de luz, agua, renta. Háganles sentir en su casa, cómo se comportarían ustedes en casa ajena cuando van de visita.

Por ese domingo o cuota semanal o mensual, edúquenlos en la cultura de la correspondencia y el agradecimiento. Que los sábados o domingos laven el carro, ayuden a limpiar la casa, NO SU CUARTOesa debe ser obligación de siempre sin pago de por medio. Háganles la costumbre de limpiar sus zapatos, de que paguen simbólicamente, por todo lo que gratuitamente reciben, implántenles la ideología de ameritar una especie de beca escolar que ustedes pagan, y  por la que ellos no pagan ni un centavo, eso puede generar una relación en sus mentes trabajo=bienestar.
Que entiendan que asistir a la escuela, es un compromiso con la vida, que no es ningún mérito asistir a ella. De la responsabilidad con que cumplan ese compromiso, dependerá su calidad de vida futura.

Todos los niños deben desde temprano aprender a lavar, planchar y cocinar, para que entiendan la economía doméstica en tiempos que podrían ser más difíciles.


Cuida lo que ven y ves con ellos en la televisión
, y evita caer en el vicio social llamado telenovelas, los videojuegos violentos, la moda excesiva y toda la electrónica de la comunicación, que han creado un marco de referencia muy diferente al que nos tocó. Cuando ocupes corregirlos, aconséjalos, platica con ellos, no los ofendas, no los reprendas en público. Si lo haces, nunca lo olvidarán. Nunca te lo perdonarán.

Estamos comprometidos a revisar los resultados, si fuimos muy permisivos, o sencillamente hemos trabajado tanto, que el cuidado de nuestros hijos queda en manos de las empleadas domésticas y en un medio ambiente cada vez más deformante.

Ojalá que este mensaje llegue a los que tienen la oportunidad de cambiar o hacer algo al respecto. Ya los abuelos pagaron. Nosotros estamos pagando con sangre la transición. 
Que cada quien tome lo que le corresponda. Que haga lo que pueda y quiera. 
Recuerda que para que triunfe el mal, solo se necesita que la gente buena lo permita... 
Saludos



MAYO

PARA QUE LOS NIÑOS TENGAN UN BUEN DESARROLLO EMOCIONAL
                               

Para que los niños tengan un buen desarrollo emocional, necesitan sentirse queridos y cuidados por sus padres; sin embargo, un exceso de protección puede traer más problemas que ventajas. 

Los estudios de la historia de la infancia destacan que hasta bien entrado el siglo XVII una de las principales causas de mortandad infantil era el infanticidio. Sin embargo, desde hace unas pocas décadas el niño ha pasado de tener un escaso valor a ser 
Su Majestad el Bebé, convirtiéndose -de este modo- en el centro de atención del núcleo familiar y generando, a nivel social, todo un mundo de consumo del que resulta difícil de escapar. Por tanto, hablar de padres sobreprotectores sólo tiene sentido en nuestras modernas sociedades industrializadas.
Es lógico que todos los padres quieran lo mejor para sus hijos: los mejores alimentos, los cuidados médicos más avanzados, la ropa más bonita y los juguetes más estimulantes, pero bajo esta premisa algunos de ellos envuelven a sus niños entre algodones sin darse cuenta de hasta qué punto pueden perjudicar con ello el desarrollo de su personalidad.


Este tipo de padres, viven tan pendientes de sus vástagos que ponen un celo desmesurado en sus cuidados y atenciones, ven peligros donde no los hay y les ahorran todo tipo de problemas, pero a su vez les privan de un correcto aprendizaje ya que no les dejan enfrentarse a las dificultades propias de su edad de donde podrían extraer recursos y estrategias que les servirían para su futuro.
Muchos son los indicadores que pueden servirnos de ayuda a la hora de pensar si no les protegemos en exceso, algunos de los más evidentes son:
·                                 Observar si cuando cometen algún error o tienen algún tropiezo tendemos a disculparles y proyectamos su responsabilidad en compañeros y maestros, o bien si hablamos con ellos de sus conductas y sus resultados.
·                                 Analizar si tendemos a evitarles situaciones que pensamos pueden resultarles conflictivas o difíciles de resolver o, si por el contrario, procuramos prepararles para ellas.
·                                 Ver si nos anticipamos a sus demandas procurándoles a menudo lo que aún no han pedido, como juguetes, golosinas, distracciones, etc.
·                                 Pensar si estamos fomentando en ellos conductas más infantiles de las que corresponden a su edad porque quizá nos resulta difícil aceptar que están creciendo.
Una relación padres-hijos basada en la sobreprotección tiene más efectos negativos que positivos ya que a los niños les costará mucho llegar a alcanzar su madurez.
Además, impedir que un niño aprenda por sí mismo y responda espontáneamente a las situaciones que surjan a lo largo de su proceso evolutivo puede provocar:
·                                 La disminución en su seguridad personal.
·                                 Serias dificultades a la hora de tolerar las frustraciones y los desengaños.
·                                 Un mayor apego hacia sus padres que más adelante puede generalizarse en cualquier tipo de conducta dependiente.
·                                 Niños insaciables que no saben valorar nada de lo que tienen y que más que desear las cosas las piden de una forma compulsiva y sin sentido.
·                                 Un retraimiento o inhibición en su conducta que dificultará sus relaciones sociales: no les gusta ir de campamentos, les cuesta jugar o conversar con otros niños de su edad, no pueden afrontar situaciones nuevas.
Por tanto, si no queremos convertir a nuestros hijos en criaturas inseguras, inhibidas y dependientes, hemos de prestar atención a su desarrollo evolutivo para saber qué podemos exigirles que hagan por sí solos.
En cualquier caso, hay que ser conscientes de que van creciendo y deben ir separándose – como nosotros de ellos – para conseguir una identidad propia.
En muchas ocasiones, conviene aplicar el refrán y dejarles tropezar dos veces en la misma piedra. De los errores siempre es posible aprender.

Lourdes Mantilla Fernández
Psicóloga clínica


ABRIL
PADRES SOBREPROTECTORES


Para que los niños tengan un buen desarrollo emocional, necesitan sentirse queridos y cuidados por sus padres; sin embargo, un exceso de protección puede traer más problemas que ventajas. 



Los estudios de la historia de la infancia destacan que hasta bien entrado el siglo XVII una de las principales causas de mortandad infantil era el infanticidio. Sin embargo, desde hace unas pocas décadas el niño ha pasado de tener un escaso valor a ser Su Majestad el Bebé, convirtiéndose -de este modo- en el centro de atención del núcleo familiar y generando, a nivel social, todo un mundo de consumo del que resulta difícil de escapar. Por tanto, hablar de padres sobreprotectores sólo tiene sentido en nuestras modernas sociedades industrializadas.

Es lógico que todos los padres quieran lo mejor para sus hijos: los mejores alimentos, los cuidados médicos más avanzados, la ropa más bonita y los juguetes más estimulantes, pero bajo esta premisa algunos de ellos envuelven a sus niños entre algodones sin darse cuenta de hasta qué punto pueden perjudicar con ello el desarrollo de su personalidad.



Este tipo de padres, viven tan pendientes de sus vástagos que ponen un celo desmesurado en sus cuidados y atenciones, ven peligros donde no los hay y les ahorran todo tipo de problemas, pero a su vez les privan de un correcto aprendizaje ya que no les dejan enfrentarse a las dificultades propias de su edad de donde podrían extraer recursos y estrategias que les servirían para su futuro.

Muchos son los indicadores que pueden servirnos de ayuda a la hora de pensar si no les protegemos en exceso, algunos de los más evidentes son: Observar si cuando cometen algún error o tienen algún tropiezo tendemos a disculparles y proyectamos su responsabilidad en compañeros y maestros, o bien si hablamos con ellos de sus conductas y sus resultados.

· Analizar si tendemos a evitarles situaciones que pensamos pueden resultarles conflictivas o difíciles de resolver o, si por el contrario, procuramos prepararles para ellas.

·     Ver si nos anticipamos a sus demandas procurándoles a menudo lo que aún no han pedido, como juguetes, golosinas, distracciones, etc.

·    Pensar si estamos fomentando en ellos conductas más infantiles de las que corresponden a su edad porque quizá nos resulta difícil aceptar que están creciendo.

Una relación padres-hijos basada en la sobreprotección tiene más efectos negativos que positivos ya que a los niños les costará mucho llegar a alcanzar su madurez.

Además, impedir que un niño aprenda por sí mismo y responda espontáneamente a las situaciones que surjan a lo largo de su proceso evolutivo puede provocar: La disminución en su seguridad personal. Serias dificultades a la hora de tolerar las frustraciones y los desengaños.
· Un mayor apego hacia sus padres que más adelante puede generalizarse en cualquier tipo de conducta dependiente. Niños insaciables que no saben valorar nada de lo que tienen y que más que desear las cosas las piden de una forma compulsiva y sin sentido.

·  Un retraimiento o inhibición en su conducta que dificultará sus relaciones sociales: no les gusta ir de campamentos, les cuesta jugar o conversar con otros niños de su edad, no pueden afrontar situaciones nuevas.

Por tanto, si no queremos convertir a nuestros hijos en criaturas inseguras, inhibidas y dependientes, hemos de prestar atención a su desarrollo evolutivo para saber qué podemos exigirles que hagan por sí solos.

En cualquier caso, hay que ser conscientes de que van creciendo y deben ir separándose – como nosotros de ellos – para conseguir una identidad propia.

En muchas ocasiones, conviene aplicar el refrán y dejarles tropezar dos veces en la misma piedra. De los errores siempre es posible aprender.
TOMADO DE: La Asociación Mundial de Educadores de Infantil
AUTOR: Lourdes Mantilla Fernández




MARZO


El ángel de los niños

Cuenta una antigua leyenda que un niño que estaba por nacer le dijo a Dios:

-Me dicen que mañana me vas a enviar a la Tierra, pero, ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?

-Entre muchos ángeles escogí uno para tí, que te está esperando: él te cuidará.

-Pero dime: aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreir, eso basta para ser feliz.

-Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.

-¿Y cómo entenderé lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los humanos?

-Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar, y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.

-¿Y que haré cuando quiera hablar contigo?

-Tu ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar.

-He oido que en la Tierra hay hombres malos...¿ Quién me defenderá?

-Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida.

-Pero estaré siempre triste porque no te veré más, Señor.

-Tu ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.

En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño, presuroso, repetía suavemente:

-Dios mío, si ya me voy dime su nombre, ¿cómo se llama mi ángel?

-Su nombre no importa, tú le dirás MAMÁ...

Autor: Anónimo





FEBRERO
25 maneras de amar a un niño


  1. Préstele atención.
  2. Búsquelo.
  3. Escúchelo.
  4. Juegue con él.
  5. Sea espontáneo.
  6. Tómelo de las manos.
  7. Haláguelo más, critíquelo menos.
  8. Maravíllese de sus logros.
  9. Agradézcale.
  10. Sea flexible.
  11. Confíe en él.
  12. Mírelo a los ojos.
  13. Comparta su entusiasmo.
  14. Anímelo.
  15. Espere lo mejor de él, mas no la perfección.
  16. Sea consistente.
  17. Esté a su disposición.
  18. Disciplínelo en su momento.
  19. Aprecie sus diferencias.
  20. Conteste sus preguntas.
  21. Crea en él.
  22. Pida su opinión.
  23. Escuche su música.
  24. Pídale disculpas cuando usted se equivoca.
  25. ¡¡Ámelo a pesar de todo!!!





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